La lenta mejoría del borde costero tras las marejadas

TURISMO. Aunque se han invertido grandes cantidades de dinero para su recuperación, las huellas persisten.
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Con la llegada de la primavera y algunos días de sol, los turistas aprovechan para visitar el borde costero de Viña del Mar y Concón, azotado recientemente por las marejadas de agosto y el tsunami de septiembre. El estado de las playas no es el óptimo, algunos destrozos ocasionados por la fuerza del mar aún se pueden divisar y, en algunos casos, las maquinarias a cargo de los arreglos de infraestructura conviven con las tardes de paseo de las familias viñamarinas, pero eso poco importa cuando el objetivo es distraerse, sentir la brisa marina y disfrutar del mar.