"Solo en los últimos 15 años se han puesto en circulación una serie de palabras como fluir, florecer o saborear, incorporadas en la investigación científica en el marco de la psicología positiva, que son manifestaciones del universo emocional en expansión", afirmó el doctor de la Universidad de Barcelona, Rafael Bisquerra, en la charla "Educación emocional en la formación de los estudiantes", realizada en la Universidad de Playa Ancha ante un centenar de docentes y jóvenes.
De este modo, no hace más de 200 años que se habla de las emociones así como las entendemos hoy. Antes se utilizó el término pasiones, que era un paso a las emociones, con una connotación negativa, frente a lo cual el invitado sentenció: "Estamos ante el reto de quedar atrapados en las emociones negativas o bien hacer el esfuerzo de configurar constelaciones positivas, de las cuales la alegría es emoción básica, pero el amor y sus matices como el respeto, la confianza, el afecto, la gratitud, entre otros, tienen que ver con la educación. Incluso el hecho de ser feliz, el fluir, el bienestar, son consecuencia del aprendizaje".
La energía oscura que se desprende entre el miedo, la ira y la tristeza, atrae todo lo que está a su alrededor. "Ansiedad, estrés y depresión, matices de las emociones negativas, llegan a afectar al 45% de la población en algún momento de su vida", sostuvo el especialista.
Educación emocional
Superar las constelaciones oscuras, convirtiéndolas en emociones positivas se logra con el desarrollo de competencias emocionales a través de la educación, por lo que habrá que plantearse cómo estamos educando emocionalmente, puesto que hay ciertas emociones que han ido cambiando en el tiempo, moldeadas por el contexto social, y no nos hemos dado cuenta de qué manera las estamos educando.
La tarea no es menor, pues en el universo de Bisquerra hay más de 300 emociones y un estudio realizado sobre el vocabulario emocional identificó más de 500. "En el mejor de los casos ocupamos un 10% de este vocabulario, con lo cual tenemos una gran riqueza emocional por descubrir", concluyó el catedrático español, especialista en orientación psicopedagógica, que desde mediados de los noventa ha centrado su investigación en la educación emocional y esta vez llegó a Valparaíso gracias al Convenio de Desempeño en Formación de Profesores y la Unidad de Mejoramiento Docente de la UPLA.