Dramático relato del policía que frustó asalto en Valparaíso
POLICIAL. Subcomisario Daniel Sáez, quien pasaba por el lugar junto a su familia, logró detener a dos delincuentes en su día libre. Según testigos, se percutaron más de 8 disparos
U na valiente acción, que sacó aplausos entre los testigos y transeúntes que circulaban por calle Pedro Montt con Manuel Rodríguez, tuvo la noche del sábado el subcomisario Daniel Sáez Vargas de la Brigada de Delitos Sexuales y Menores de la Policía de Investigaciones (PDI) de Valparaíso.
A pesar de haber estado en su día libre paseando en vehículo junto a su familia, decidió repeler un violento asalto que a eso de las 21.00 horas puso en peligro la vida de los vendedores y clientes de la tienda Abcdin, ubicada en pleno centro de la ciudad.
Según relató a este Diario, el funcionario policial se traslaba en su vehículo particular junto con su señora y sus dos hijos (9 y 7 años) por la avenida Pedro Montt. "Iba en dirección a la plaza Victoria cuando me percato de que algunos individuos estaban ingresando a una tienda que ya había cerrado porque había bajado la cortina metálica", dijo.
Y continuó: "La puerta estaba sospechosamente detenida por un sujeto que tenía su rostro semi cubierto, el cual empujaba a las personas a que entraran y no a que salieran. En ese momento fue cuando me percaté que efectivamente estaba en presencia de un delito, que se trataba de un robo".
Por lo mismo, el subcomisario agregó que -además de su deber como policía- lo que lo motivó fue que al interior del local se encontraban cerca de 15 personas.
"Viendo que podía haber mucha gente en peligro, dejé a mi familia y le dije a mi señora que se marchara del lugar. Como mi esposa también maneja, ella tomó el vehículo y se estacionaron en una zona en la que quedaron fuera de la línea de fuego", precisó el funcionario, oriundo de Valparaíso y con ocho años de servicio en la institución policial.
Tras decidir repeler el asalto, Sáez tomó su placa y mediante gritos se identificó como policía de la PDI. Por lo mismo, uno de los antisociales que se encontraba en la entrada de la tienda decidió entregarse y se arrojó al piso.
Sin embargo, una vez que obligó al delincuente a que colocara las manos en su espalda, la puerta del local comenzó a abrirse. "En ese momento yo grité hacia adentro 'alto, policía, tírate al piso' mostrando mi placa".
Tras los gritos -agregó el subcomisario Sáez- otro de los antisociales que se encontraban al interior del local "levantó su mano y yo lo único que vi fue una cosa naranja y sentí el sonido del disparo. Producto de eso, yo pasé bala (cargar el armamento) y empecé a disparar con el objetivo de repeler el ataque, especialmente por la gente que estaba en el interior del local".
El violento asalto pudo haber terminado de manera fatal para los transeúntes que se encontraban en el lugar, puesto que según los testigos se escuchó una serie de disparos.
"Hubo cerca de ocho disparos. Yo pensé que me iban a matar porque me pusieron el arma en la cabeza y había muchas familias con niños. Fue todo muy rápido, cuando ingresaron también le pegaron a mi jefe. Eran como cinco sujetos que se llevaron plata y rompieron cosas. A mí me encañonaron de entrada porque yo estoy en la puerta y ahí pensé que me iban a disparar", fue parte del relato que entregó Daniel Oliva, testigo y guardia de seguridad de la tienda.
Para los testigos, la actitud del policia fue destacable. No obstante, para el subcomisario Sáez, su actuar estuvo dentro de lo normal y es parte de las obligaciones de cualquier efectivo de la PDI.
"Como lo dijo mi hijo de siete años: es el trabajo del papá. Hay que comprender que para la sociedad nosotros siempre vamos a ser policías. Lo somos las 24 horas del día y eso es importante cuando uno ingresa a esta institución. Además, siempre estamos atentos a todo lo que pasa alrededor de la comunidad. Y como dije, también actué porque entendía que la gente que estaba al interior en el horario de cierre estaba muy asustada", argumentó el oficial.
Una vez que comenzó el tiroteo, uno de los impactos de bala - de quien aún se desconoce su procedencia- dio en la cara de uno de los transeúntes que pasaban por el lugar (ver recuadro). El otro disparo, en tanto, fue efectuado por el propio subcomisario e impactó en la pierna de uno de los delincuentes.
"Producto de la legítima defensa utilizada por el policía, al verse intimidado por estos delincuentes, tuvo que hacer uso de su arma de fuego y le provocó una lesión en una de sus piernas. Es leve, por lo que como pueden observar el imputado puede ser formalizado", precisó la subprefecto Rosita Torres, jefe de la Brigada Investigadora de Robos de la PDI Valparaíso, de manera previa a la audiencia de control de detención llevada a cabo en horas de la mañana de ayer (ver nota secundaria).
El subcomisario Daniel Sáez aseguró por su parte que comenzó a disparar "porque las cerca de 15 personas que estaban al interior de la multitienda no estaban en la misma línea de fuego que había entre el individuo y yo. Lo que hice fue tratar de hacer uso racional del arma que siempre debo portar como policía".
A diferencia de las dos personas que fueron alcanzadas por los disparos, el policia no recibió ningún impacto.
"Hay cosas que no tienen explicación. Esta es una de ellas. Los disparos del individuo iban hacia mi dirección" indicó el oficial y también profesor de inglés. Y agregó que "afortunadamente estoy bien después de lo ocurrido. Solo sufrí un esguince en la pierna, que duele un poco".
Consultado sobre la tensa situación que debió enfrentar esa noche junto a su familia, aseguró que a sus hijos aún les cuesta un poco entender su labor de policía. "Ellos entienden que soy el papá y no un policía. Mi hijo comenzó a llorar y se quejaba de todo lo que estaba ocurriendo. Le decía que se quedara tranquilo que era el trabajo del papá".
Sin embargo, reconoció que para sus hijos no fue fácil asimilar la situación. "Ver al papá disparando y que le estén disparando, no fue fácil. Gracias a Dios ellos se encuentran a salvo junto con mi señora".
Pese a haber reconocido que en sus ocho años de carrera era primera vez que le tocaba vivir una situación similar, aseguró que no dudaría en volver a hacerlo. "Uno actúa en forma automática y es la labor que debemos tener todos los funcionarios de la PDI".