Australia sufrió muchísimo para ganar 35-34 a Escocia, gracias a un penal de Bernard Foley en los segundos finales, y ser el rival de Argentina el próximo 25 de octubre en semifinales del Mundial de rugby. Así, Europa se queda fuera de un certamen disputado en su suelo y el hemisferio sur confirma su hegemonía sobre los países del norte,
Argentina clasificó por segunda vez a unas semifinales de un Mundial de rugby tras ganar a Irlanda (43-20) en el Millennium de Cardiff.
Los Pumas, que se colocaron pronto con una ventaja de 17-0, sufrieron en el segundo tiempo cuando su rival se acercó (20-17), pero marcaron la diferencia en la parte final.
La selección albiceleste, tercer equipo del Hemisferio Sur que pasa a semifinales, después de que lo hicieran el sábado Sudáfrica y Nueva Zelanda, tendrá como rival, el 25 de octubre en Twickenham, a Australia, selección que venció a Escocia (ver recuadro).
La selección albiceleste, tercera en 2007, valiéndose de sus wing explosivos, Santiago Cordero y Juan Imhoff, dinamitó el inicio del partido, y a los diez minutos había hecho callar a las gradas del Millennium, mayoritariamente teñidas de verde de las camisetas de los aficionados irlandeses.
El centro Matías Moroni (3) y el wing Juan Imhoff (10), en dos acciones iniciadas por Cordero, con un pase al ángulo derecho y una patada hacia adelante, colocaron un 14-0, casi definitivo, con la ayuda de un Nicolás Sánchez infalible, que anotó las dos conversiones.
Cuando peor lo estaba pasando Argentina en el segundo tiempo, cuando Irlanda se había acercado peligrosamente en el marcador, sacó de la chistera a sus backs mágicos, y los tries de Joaquín Tuculet (69) y el segundo de Imhoff (73) resolvieron el partido.
El mejor jugador del partido fue el trasandino Nicolás Sánchez, tras lograr cuatro conversiones y cinco penales.