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"El año pasado llegué a ver más de 200 películas escritas y dirigidas por mujeres"

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Flor Arbulú

El uruguayo Jorge Ruffinelli (1943) empezó su carrera en el mundo de las letras y poco a poco fue sumando su pasión por el cine. Tanto así que desde los 90 ha centrado en el séptimo arte que se produce en América Latina, los que han derivado en libros como "El cine nómada de Cristián Sánchez" y "Patricio Guzmán. El cine de las imágenes verdaderas", ambos de Uqbar Editores.

Bajo este mismo sello, el escritor, crítico de cine y literatura y actualmente académico de la Stanford University, ha publicado "América Latina en 130 películas" y "América latina en 130 documentales", al que acaba de sumar un nuevo trabajo: "Locas mujeres: 130 directoras de América Latina", en el que hace un panorama actual de nuestra realidad.

- ¿Estimas significativo que haya al menos 130 nombres femeninos que hagan películas, considerando que esta es una industria dominada por los hombres?

- Fue una industria (o un arte) dominada por los hombres, pero ya lo es menos, cada vez menos. 130 es una cifra acordada con la editorial que publicó el libro, pero el año pasado llegué a ver más de 200 películas escritas y dirigidas por mujeres y relacionados con América Latina. Sí, creo que es significativo. Para comprobarlo, escribí dos ensayos sobre las diferencias específicas que el cine de mujeres aporta al cine general. Uno apareció en "Cinemas d'Amerique Latine", del festival de Toulouse hace unos tres años y el otro ensayo saldrá en diciembre en "Revista del Nuevo Cine Latinoamericano" del Festival de La Habana. Te sorprendería saber a qué se atreven las mujeres, y los hombres no.

- ¿A qué se debe el nombre de "Locas mujeres"?

- Lo tomé prestado de dos mujeres: la original, Gabriela Mistral, porque ella tituló una sección de poemas del libro "Lagar" de ese modo: "Locas mujeres". Por otro lado, más contemporáneamente, la cineasta chilena María Elena Wood tituló de igual manera su espléndido documental sobre la relación amistosa-amorosa entre Gabriela y Doris Dana. Hoy todo el archivo de Gabriela está en Chile, y la película de Wood es muy demostrativa del enorme esfuerzo de llevar toda la documentación (decenas de cajas con manuscritos, películas caseras, grabaciones de sonido, libros, recortes periodísticos) desde EE.UU. a Chile, donde futuros investigadores (hombres y mujeres) estudiarán más profundamente la obra de esta chilena genial. También me pareció que hombres y mujeres de América Latina, que siguen haciendo cine por amor a este arte, están locos. En este caso, padecen de una maravillosa locura.

Tipos de películas

- ¿Qué criterios utilizaste para hacer la selección?

- Tanto subjetivos como objetivos. Que las películas digan algo nuevo y diferente, y que no sea solamente en el contenido sino también en la manera de contar sus historias. Vi muchas películas, y no solo de América Latina: películas y series europeas y norteamericanas. La renovación del lenguaje cinematográfico ya supera todas las fronteras y épocas.

- ¿Quedaron muchos nombres fuera de la recopilación?

- Siempre hubiera querido añadir dos, tres, diez reseñas más, pero si el límite hubiese sido 140 habría sido igual, incompleto y angustioso. Me entusiasma mucho el cine de género. Y conste que nunca utilizo la palabra "feminista". La mayor parte son películas sin agendas, impulsadas por el placer de narrar y de exhibir experiencias propias y ajenas de otras mujeres, de miles o cientos de miles de mujeres.

- ¿Hay algún género por el que las directoras tengan predilección?

- No advertí el predominio de un género o modalidad. En todo caso, lo menos transitado es el "cine de acción", aunque hay thrillers y policiales. Ahora que me haces pensar en esto, creo que una tendencia es la de contar la experiencia de mujeres jóvenes, como "Joven y alocada". O la incursión de dos cineastas jovencísimas en la actividad de un "hotel de citas", como "Las mujeres del pasajero". También, la recuperación de la memoria política como en "Tierra para Rose" (Brasil), "Calles de la memoria" (Argentina), "El eco del dolor de mucha gente" (Guatemala), "La Flaca Alejandra" (Chile), "Las manos en la tierra" (Uruguay), "Trelew" (Argentina). Una tendencia fuerte y significativa es la autobiográfica y la que revisa la historia familiar, como "Geografía personal" (Chile) y "Familia tipo" (Argentina).

- ¿Ha habido un momento donde haya habido mayor presencia femenina?, ¿o es ahora?

- El momento es ahora (los treinta años recientes). Tal vez gracias a las escuelas de cine y a la transformación tecnológica, que posibilitan lo que antes era un sueño imposible.

- ¿Hay algún país donde se puedan encontrar mayor cantidad de mujeres haciendo cine en proporción a la de los hombres?

- Creo que no, pero Uruguay, Chile, México y Argentina están encontrando equilibrios muy interesantes e inesperados.

- ¿Hay alguna directora que te haya llamado particularmente la atención?

- Sería injusto y contradictorio de mi parte destacar a una directora sobre otra. Algunas películas me han emocionado más que otras, pero ninguna me ha dejado indiferente.

- Llevas 25 años dedicado al estudio del cine en Latinoamérica. ¿Cuál es la importancia de este?

- Creo que no me es posible sacar conclusiones, salvo pensar que el cine es uno de los instrumentos activos (cineastas) y pasivos (espectadores) que mejor nos acercan a la realidad (psicológica, social, política, la que elijas) para entenderla mejor y valorarla. Para hacernos mejores. Y para no caer en la banalidad que nos rodea.

"Siempre hubiera querido añadir dos, tres, diez reseñas más, pero si el límite hubiese sido 140 habría sido igual, incompleto y angustioso"

Entrevista. Jorge Ruffinelli, autor de "Locas mujeres: 130 directoras en América Latina":