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"Ojalá consiguiéramos un título con un equipo de gente de casa"

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Hace tres meses se cruzaron los caminos de Gonzalo Serrano y Santiago Wanderers. Parecía poco probable que un joven ingeniero de la UC, con un MBA en la Universidad de Duke, abandonara la gerencia de una importante naviera para dedicar la totalidad de su tiempo al Decano.

Pero ocurrió. Atrás quedó su trabajo en Ultramar, la empresa de la familia Von Appen. Hoy es el director ejecutivo de la Fundación Futuro de Valparaíso, que preside Nicolás Ibáñez y posee cerca del 80% de las acciones de la sociedad anónima caturra.

En la práctica, Serrano es la voz en el Decano del controlador del club. Su oficina está en el mismo piso del edificio donde se ubica la gerencia wanderina y gestiona el desarrollo estratégico de la institución. El profesional -que llegó a su actual puesto mediante un "head hunter"- reconoce que no tiene una relación profunda con el fútbol, pero sí con la ciudad, de la cual es originaria su abuela.

"Para mí esto ha sido una experiencia fascinante, estoy muy contento porque me ha permitido combinar muchos intereses que tengo, por un lado todo el tema de las empresas y la administración, y por otro el tema de la ciudad y lo social, que es una veta que siempre quise desarrollar", dice el ingeniero.

- Me podría explicar por qué se produce la decisión de traspasar la propiedad del club desde una persona natural, como Nicolás Ibáñez, a una fundación.

- Esta decisión está motivada por la intención de darle una continuidad de largo plazo a Wanderers, la misión de nosotros como Fundación es intervenir en Wanderers y transformarlo en una institución sustentable, históricamente el club había tenido muchos problemas y nuestra idea es hacernos cargo, hacer ajustes, definir políticas y retomar el concepto de que Wanderers es de la ciudad, de todos los porteños y de todos sus hinchas. Al quedar dependiendo de una fundación, se entiende que no hay ningún interés de negocio.

- Una de las críticas que se le hace al club desde que se privatizó, es su lejanía con los porteños. Wanderers es un club compuesto mayoritariamente por gente de esfuerzo, que cuando ve la llegada de una sociedad anónima siente que le arrebatan algo propio. ¿Qué puede hacer la fundación que dirige para cambiar esa percepción?

- Efectivamente ese diagnóstico existe, y la verdad es que dar un discurso sobre por qué no es así, no sirve para nada, son los hechos los que deben demostrar que nuestra intención no es arrebatarle Wanderers a la ciudad, por el contrario, acá se vio una oportunidad de darle sustentabilidad e institucionalidad a una institución histórica. Los orígenes de Nicolás (Ibáñez) tienen mucho vínculo con la ciudad y la intención es hacer un aporte de largo plazo. Los hechos van a ir demostrando que nuestra intención no es arrebatarle Wanderers a Valparaíso, sino que por el contrario, es ayudar a mantener a Wanderers para que siga entregando alegría. Recientemente acaba de realizarse la elección de un socio director, cuyo cupo fue cedido por la fundación y fue votado democráticamente por los socios. Además se constituyó un consejo ciudadano, al cual se invitó a veinte personas representantes de las principales fuerzas vivas porteñas para que den su visión sobre Wanderers y ayuden a definir metas de largo plazo para que el directorio las vaya ejecutando.

- Usted me dice que buscan acercarse a la ciudad, sin embargo, en la elección del socio director participaron apenas 69 socios.

- Efectivamente la convocatoria fue baja. La idea era hacer la elección el viernes en que jugaba Wanderers en Playa Ancha con Huachipato, pero ese día por la mañana recibimos una llamada de la Gobernación para avisarnos que ellos tenían entendido que habría manifestaciones en contra, por lo cual decidimos, para evitar enredos, realizarla el día sábado. En todo caso este es el primer paso y creo que cambiará cuando los hinchas entiendan el concepto, y crean en la figura de la transparencia que genera el socio director.

- ¿Por qué se elige esta vía y no entregarle un director más a la Corporación Santiago Wanderers?

- Valparaíso es diversidad y tolerancia, y esos principios queremos arraigar. Una opción era hacerlo a través de la Corporación y asignarles un puesto más en el directorio, pero hubiese sido encasillar este cargo en alguien que estuviera de acuerdo con lo que dijera la Corporación, por eso en cierto modo hubiéramos tenido un sesgo. Nosotros queríamos a alguien que fuera totalmente independiente y se debiese a los hinchas. En todo caso esto también le dio la oportunidad a la Corporación de haber movido a su gente para votar y terminar eligiendo a un socio que los representase a ellos. La opción estuvo, se trató de hacer de la forma más democrática y abierta posible para poder captar toda la diversidad que tiene Wanderers.

- ¿Existe la posibilidad que en algún momento la Fundación Futuro de Valparaíso abra su paquete accionario para que ingrese otra gente a la sociedad anónima?

- Es un tema que no se ha planteado, hoy la fundación es el principal controlador, quizás como consecuencia de todo el trabajo que se ha hecho por darle sustentabilidad a Wanderers, por el esfuerzo que se hizo para pagar su deuda histórica, su deuda previsional. Todo eso ha llevado a generar aumentos de capitales, la Fundación por su compromiso con el club ha ido participando y eso ha generado el mayor control, pero nunca fue la intención inicial ser el controlador.

- ¿Cuál es la "expertise" que tienen o que buscan tener para lograr que una industria deficitaria, como la futbolística, deje de serlo?

- La "expertise" llega por las ganas de trabajar, el estar abierto a hacer cambios y ser consecuente con esos cambios. Además nos interesa hacerle un llamado a la gente de Valparaíso para que entienda que Wanderers es de todos y tenemos que hacernos cargo, asistiendo al estadio, siendo socios, y también fiscalizando que el club se maneje de forma responsable. Todos los números de Wanderers y sus estados financieros están publicados. Quizás sería bonito que el día de mañana alguien dijera que leyó los estados financieros y no está de acuerdo, o tiene dudas, pero el cambio que tenemos que generar es convencer que todos somos responsables del club.

- ¿De qué manera se evitan casos como el de Joaquín Lavín?, que fue accionista de la S.A. mientras era candidato a senador por la región y tras perder en las elecciones vendió su participación.

- Nosotros queremos gente comprometida con el club y comprometida con Valparaíso. Yo no estaba en ese minuto y no me corresponde juzgar las intenciones de quienes se incorporan a Wanderers, nosotros creemos que todos lo hacen con la mejor intención.

- ¿De qué manera llegan con este mensaje a los jugadores que están formando?

- Wanderers es una institución formativa, esa ha sido históricamente su vocación, para eso estamos haciendo un trabajo bastante grande para fortalecer el aspecto formativo. Estamos trabajando por nuestros jóvenes, que tienen ingresos muy bajos, más de la mitad en sus familias tienen ingresos per cápita de menos de 120 mil pesos. Por eso queremos darles todas las herramientas para que tengan la libertad de decidir qué hacer en su vida.

- ¿Cuál es su evaluación sobre la administración del club?

- La administración del club es excepcional. Hoy ir al estadio es una experiencia segura, tranquila, puede ir la familia, hay espacio para estacionarse, se puede llegar en micro, las entradas se venden rápido, los accesos son fáciles. El número de socios aumentó de 900 a 3.500, tenemos el socio niño. Creo que además se han saneado las deudas y no tenemos pasivos.

- Todo eso suena muy bien, pero estamos hablando de un equipo profesional que debe tener metas deportivas, ¿cuáles son entonces los objetivos?

- En términos deportivos el nivel de exigencia es el mismo que ponemos en todo lo que hacemos. Efectivamente queremos ser los mejores en fútbol y en formación. Nuestra meta es formar deportistas de elite y ojalá ser campeones de Chile, de América, pero que sea consecuencia de todo este trabajo formativo. Ojalá volvamos a conseguir un título con un equipo formado solo con gente de casa, de Valparaíso, que sean de los cerros, que la gente que va al estadio los conozca porque es el hijo del vecino. Nuestra meta es volver al más alto nivel y la exigencia deportiva es muy alta.

- ¿La exigencia alta significa que todos los años deben clasificar a torneos internacionales?

- Me encantaría comprometerme con algo, pero sí te puedo decir que el esfuerzo que se ha hecho apunta a eso. Nuestra vocación formativa no significa que todo termina en la sub 19, sino que los jugadores deben pasar al primer equipo. La mejor forma de medir nuestro proyecto de formar deportistas de elite y líderes pasa por jugar afuera, que juguemos copas internacionales.

"Son los hechos los que deben demostrar que nuestra intención no es arrebatarle Wanderers a la ciudad"

entrevista. gonzalo serrano, director ejecutivo de Fundación Futuro de Valparaíso, controladora de Wanderers S.A.: