Javier Ossandón

Los porteños Nicolás Márquez (30) y Paula Osorio (33) llegaron a París la noche del jueves con el fin de disfrutar un fin de semana en la capital gala junto a sus hijos de 10 y 2 años, a quienes llevarían hoy a Disneyland Paris, objetivo principal del viaje. Sin embargo, desde anoche se encuentran refugiados en su hotel, esperando solamente poder volver a Madrid en los vuelos programados para el domingo y lunes, aunque temen que ello pueda sufrir alguna variación a raíz de la crítica situación que vive Francia a raíz de la serie de atentados terroristas que golpearon al país.

"Lo que sentimos ahora es una completa incertidumbre porque no sabemos qué va a pasar ya que cerraron las fronteras, decisión que podría afectar los vuelos", comentó Paula a este Diario desde su habitación ubicada en el segundo piso del Hotel Mary's République, emplazado en la 15 Rue de Malte, pleno centro de París y a metros de algunos de los puntos donde los terroristas cometieron los sangrientos ataques.

El grupo familiar, que reside desde septiembre en la capital española debido a que Nicolás, profesor de música titulado de la Universidad de Playa Ancha (UPLA), está cursando un Magíster en Educación Secundaria en la Universidad Autónoma de Madrid, se dedicó a pasear todo el día por los principales puntos turísticos de París y solo decidieron regresar al hotel por el frío que comenzó a sentirse en horas de la tarde.

"Llegamos como diez para diez de la noche luego de pasear todo el día por la ciudad y sólo decidimos volver porque comenzó a hacer frío y nos preocupamos por los niños, pero si el tiempo hubiese estado mejor quizás hubiésemos ido a comer a un restaurante como teníamos planeado", relata la también violinista titulada de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV).

El solo hecho de pensar que pudieron haber estado en alguno de los lugares que fueron atacados la hace decir con fuerza: "Gracias a Dios que volvimos".

Pero el riesgo de haber sido protagonistas de los atentados lo vivieron en carne propia, sobre todo su esposo, Nicolás Márquez, a quien le pidió minutos antes de que comenzará la escalada de violencia en la capital gala que fuera a un supermercado, ubicado al frente del hotel, a comprar algunos comestibles.

"Cuando estaba en la calle se dio cuenta que había gran movimiento, muchos policías, e incluso vio cómo uno hizo un disparo al aire, pero pensó que era un hecho delictual, algo puntual, un lanzazo por ejemplo, pero nada relacionado con lo que después supimos", comentó Paula, quien luego escuchó algunas explosiones desde su habitación.

Nicolás se encontró con que el supermercado estaba cerrando y sin mayor preocupación fue a otro negocio del sector a comprar. Solo una vez que regresó al hotel se enteró junto a su familia que la situación era de suma gravedad.

"Estábamos viendo televisión y ahí comenzamos a darnos cuenta de lo que había pasado, pero fueron familiares desde Chile quienes nos explicaron por WhatsApp la magnitud de todo, ya que acá se nos complicaba por el idioma", detalló Paula Osorio.

Agregó que "el recepcionista del hotel nos recomendó no salir y quedarnos en la habitación. Decían que hasta andaban tanques en las calles... Bueno, todo lo que esperábamos hacer quedó en nada y ahora solo queremos regresar a Madrid. Nicolás tiene vuelo el domingo y yo con los niños el lunes, pero estamos con la incertidumbre si podremos tomar los vuelos", explicó Paula.

No obstante la compleja situación por la que atraviesan, el matrimonio oriundo de Valparaíso agradece el hecho de vivir estos difíciles momentos en familia. "Gracias a Dios viajamos en familia, con los niños, y por ellos tomamos mayores resguardos", puntualizó.