Belén da la bienvenida a una Navidad marcada por la violencia
CONFLICTO. Alcaldesa de la ciudad hizo un llamado a la paz y recordó a víctimas.
Los festejos navideños arrancaron ayer en la ciudad santa de Belén con el tradicional encendido de la iluminación del árbol y el recuerdo de los palestinos muertos en la actual ola de violencia que sacude la región.
La plaza del Pesebre, a los pies de la iglesia de la Natividad donde la tradición cristiana marca el nacimiento de Jesús, acogió a unas cuatro mil personas que participaron en la ceremonia oficial que marca el inicio de la Navidad.
El evento contó con la presencia de la alcaldesa de la ciudad, Vera Baboun, que pronunció un emotivo discurso en el que recordó a las víctimas de la ola de violencia que desde el pasado 1 de octubre deja 114 palestinos muertos (más de la mitad en ataques perpetrados o supuestos, y en enfrentamientos con fuerzas israelíes) y de 19 israelíes y dos personas de otras nacionalidades en los ataques.
La intervención de la alcaldesa, que mandó un mensaje de paz para el mundo y para Palestina, fue seguida por unas palabras del primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Rami Hamdala.
"El mensaje de Navidad y el mensaje mandado por Jesucristo está compuesto por cuatro palabras principales: amor, paz, justicia y libertad. En Palestina no hemos podido gozar ni de justicia ni de libertad, tampoco de paz, pero sí de mucho amor", se lamentó en declaraciones a la agencia Efe el portavoz de la Organización para la Liberación de Palestina, Xavier Abu Eid.
"Esperamos que este año, en las circunstancias en las que nos encontramos, todo el amor del mundo se pueda volcar hacia nosotros para que el pueblo palestino pueda contar con toda la libertad, justicia y paz que se merece", deseó.
Las autoridades eclesiásticas de las diferentes confesiones cristianas en Tierra Santa bendijeron antes de encenderlo el árbol salpicado de adornos navideños con los colores de la bandera palestina que ondeaba en su copa.
Al mismo tiempo se iluminaron brillantes luces amarillas colocadas sobre el resto de árboles de la plaza y el Centro para la Paz de Belén, además de numerosas estrellas sobre el público.