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Arquitectos piden certeza a Copec para que se cumplan las restricciones de su plan maestro

VIÑA DEL MAR. Destacados profesionales dan sus impresiones de la propuesta que trabaja Inmobiliaria Las Salinas y piden que se apliquen medidas estrictas.
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Pamela Boltei

Que se asegure el cumplimiento estricto de la planificación que está proponiendo Copec, a través de la Inmobiliaria Las Salinas para la futura urbanización del terreno ubicado en el sector con el mismo nombre en Viña del Mar, piden connotados arquitectos del país.

Hace una semana, este Diario dio a conocer los detalles del plan maestro que está elaborando la firma en el paño conocido antiguamente como el de las empresas petroleras.

Dentro de este, se contempla la construcción de una pequeña ciudad de 440 mil metros cuadrados, distribuidos en los 650 mil metros cuadrados del total del terreno. Además, se planifica la división de usos de suelo entre residencial y uso mixto entre norte y sur, y la creación de un gran mercado y un centro de conferencias, entre otros negocios.

Se propone que el 74% del terreno sea para uso residencial; 10% para hoteles; un 8 por ciento para uso comercial; 6% para oficinas y un uno por ciento para centros de conferencias. Junto a esto, se plantea la creación de cuatro nuevas calles: 25 Norte, Calle 1, Calle 2 y la prolongación de Nueva Libertad. Además, se pretende ensanchar las ya existentes 18 Norte y 19 Norte, y la construcción de una plaza Las Salinas, además de varios espacios con áreas verdes y un corredor ecológico en el bosque del sector oriente.

Adicionalmente, se pretende instalar ascensores en el sector oriente del terreno, para facilitar el acceso hacia Santa Inés, y se está en conversaciones para que se pueda crear una pasarela entre la nueva urbanización y el borde costero, atravesando Jorge Montt.

De acuerdo a Inmobiliaria Las Salinas, los espacios públicos y las vialidades serán costeadas por la inmobiliaria, y se estima una inversión de aquí a ocho o diez años de 150 millones de dólares en total.

La idea de la empresa es, una vez aprobado el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) que presentarán el segundo semestre del próximo año, y realizado el proceso de remediación que también costearán, comenzar a vender los seis macrolotes a empresas inmobiliarias y comerciales para que desarrollen su visión de ciudad. Para ello, se contempla un estricto contrato de compraventa, cuyo objetivo será limitar a los compradores para que realicen la planificación de ciudad que propone Copec.

¿Se puede?

La gran pregunta que se hacen algunos arquitectos es: ¿se podrá concretar esa visión?

El arquitecto y empresario Fernando Boza sostiene que "el desafío es lograr que se ejecute el Masterplan en su totalidad, y para esto es fundamental tener reglamentos estrictos y claros que regulen el diseño de los nuevos edificios que se construirán, para poder lograr un conjunto armónico que tenga relación con lo existente y que no termine siendo un salpicón de edificios aislados unos de otros".

Aclara, eso sí, que el proyecto tal como se presentó está bien: "Me parece que es un aporte para al sector de Salinas y para el borde costero transformar un enorme terreno industrial, en primera línea, junto a la costanera en un sector residencial, de áreas verdes y servicios".

Joaquín Bustamante, director de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Viña del Mar (UVM), que recientemente inicio un modelo de evaluación para la planificación urbana del Gran Valparaíso, dice que "creemos que es posible condicionar la venta de los macrolotes al cumplimiento de exigencias de constructibilidad. La transformación de un paño de 650.000 metros cuadrados es una gran oportunidad para una ciudad como Viña del Mar, que ocupa un rol relevante en una de las tres áreas metropolitanas más importantes de Chile".

Esto exige -según Bustamante- "desarrollar este proceso de acuerdo con lo que se observa en los casos exitosos, como por ejemplo, el modelo de desarrollo inmobiliario de Porta Garibaldi (o como en la gestión del borde costero de Antofagasta, Chile), la existencia de una Gerencia Urbana articuladora de la gestión e imagen de ciudad, que vele por los intereses del diseño urbano de la propuesta, ratifique los resultados del proceso de participación (obligatorio para la certificación Leed) y que concuerden los acuerdos entre privados y las autoridades, para cautelar un proceso sustentable de desarrollo del proyecto y su destino urbano, es fundamental".

Como propuesta al proyecto, el académico de la UVM explica que "este año, la hipótesis de nuestro estudio se basa en la integración de 10 principios de diseño urbano: Compacta, densifica, mixtura, pedalea, camina, conecta, transporta, cambio, ecologiza, articula, y en la elaboración de una visión de cambio y desarrollo para el eje 15 Norte de Viña del Mar. En nuestro trabajo de observación de campo, verificamos que estos principios constituyen la base de una ciudad cuyo objetivo es construir para la calidad de vida y el desarrollo de sus habitantes. Por lo tanto, la mixtura de escalas, funciones, densidades y vías estructurantes constituyen un valor urbano en la ciudad contemporánea, como lo observado en Barcelona, Milán y Pavía este año por el taller. La mayor preocupación está, en este tipo de diseño urbano, en dar acceso a estos valores y lograr que estos nuevos barrios se integren de manera continua a su entorno, es decir, que realmente sean atractivos para toda la ciudad como lo son el entorno a Av. San Martín y Av. Perú en Viña del Mar, para lo cual se debe contemplar más y mejores espacios públicos y equipamientos ciudadanos".

Por su parte, el decano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Del Desarrollo (UDD), Pablo Allard, quien participó indirectamente como asesor externo del proyecto, sostiene que "más que obligar a los inmobiliarios a cumplir con ciertas condiciones de desarrollo o de llenar de espacios culturales el terreno, va a ser en el uso y activación de estos espacios lo que hará que se dé de forma natural esa vida. A modo de ejemplo, diría que el barrio de servicios de Nueva Las Condes en Santiago es un gran ejemplo de cómo el buen diseño del espacio público puede enseñar a que los inmobiliarios vayan acomodando sus necesidades a las que tiene el barrio y no a sus intereses individuales".

Y concluye: "El proyecto Las Salinas no solo tiene un plan maestro, sino que genera una serie de condiciones de sustentabilidad, de constructibilidad y de usos que garantizan que va a ser un proyecto pionero y un lugar memorable en Viña del Mar".

Este mes terminarían tomas de muestras

Durante este mes Inmobiliaria Las Salinas espera concluir la toma de muestras del terreno y comenzar la etapa de análisis de datos. El objetivo "es determinar potenciales áreas con impacto debido a la actividad industrial histórica en la zona. La información será analizada por los expertos de Golder Associates Italia, quienes cuentan con amplia experiencia en reconversión de brownfields alrededor de todo el mundo", informaron. Antes de definir las actividades de remediación, la empresa planea desarrollar en los próximos meses pilotos con diversas tecnologías disponibles en el mundo, para evaluarlas y seleccionar las más efectivas para el terreno.

"Que concuerden los acuerdos entre privados y las autoridades, para cautelar un proceso sustentable de desarrollo del proyecto y su destino urbano, es fundamental"

Joaquín Bustamante, Director Escuela de Arquitectura UVM

"El desafío es lograr que se ejecute el Masterplan en su totalidad, y para esto es fundamental tener reglamentos estrictos y claros que regulen el diseño de los nuevos edificios"

Fernando Boza, Arquitecto

"El buen diseño del espacio público puede enseñar a que los inmobiliarios vayan acomodando sus necesidades a las que tiene el barrio y no a sus intereses individuales"

Pablo Allard, Decano Escuela de Arquitectura UDD

74% del proyecto está contemplado para espacios residenciales, mientras que un 40% del terreno de 650 mil metros cuadrados está destinado a espacios de uso público.

2016 presentarán el nuevo Estudio de Impacto Ambiental (EIA), en el que trabajan, al Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA). Proyectan iniciar la remediación del terreno en 2017.

$150 millones es el monto que, de acuerdo a los cálculos de la Inmobiliaria Las Salinas, esperan gastar en urbanizaciones, calles, parques, espacios de áreas verdes y otros.