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"No se puede aislar el fenómeno de los estadios de lo que está ocurriendo en la sociedad"

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Tomás Moggia C.

Desde la distancia, el porteño Manuel Baeza, doctor en Sociología, vio con mucho dolor el duro enfrentamiento que se produjo entre hinchas de Santiago Wanderers y Colo Colo previo al partido que ambos clubes debían disputar por la última fecha del Torneo de Apertura.

Hincha caturro desde la cuna, el también docente e investigador del Departamento de Sociología y Antropología de la Universidad de Concepción permanentemente sigue el acontecer del Decano, y quizá por eso añora más que nunca aquellos tiempos donde el fútbol tenía una mística y una poesía muy distinta a la actual.

- ¿Qué le parecieron estas imágenes que se vieron tanto dentro del estadio como en la misma ciudad de Valparaíso?

- Me parece que no se puede aislar el fenómeno que pasa en los estadios de lo que está ocurriendo en la sociedad. Cada uno de los escenarios se comporta como una especie de micro laboratorio, son como pequeños escenarios de un acontecer donde, por ejemplo, se han perdido muchos referentes que tienen que ver con el respeto por el otro. En ese sentido, el lenguaje de la violencia tiene un momento de incremento importante en la sociedad chilena hoy, mucho más que hace cincuenta años.

- A qué atribuye usted eso, ¿cuál es el origen de tanta violencia?

- Hay una multicausalidad. Es la fragmentación del tejido social, por ejemplo, el incremento del discurso individualista, el discurso de lo competitivo, algo así como guerreros del trabajo. Hay una exacerbación del consumo también. Hay una cantidad de cosas que van en el sentido de la pérdida de valores sociales, por decirlo de alguna manera.

- ¿Son justamente esos elementos los que terminan explotando o manifestándose en situaciones como ésta?

-Encuentran en la forma un poco caótica y desestructurada del fútbol, como espectáculo, un escenario de manifestación, un poco episódico, pero al fin y al cabo aparentemente propicio.

Alegoría de la guerra

- ¿Y por qué el fútbol parece tan propicio para ello?

- Es propicio porque el fútbol es una alegoría de la guerra, figuradamente hablando. Tenemos dos ejércitos, estrategia, defensores, atacantes. Tenemos incluso reglas del juego en el sentido de la guerra convencional, y un conjunto de ingredientes, además de colores y banderas, por ambos lados. Y tenemos también una prolongación del espectáculo. Hoy en día, y cada vez más, el espectáculo se prolonga a las tribunas como para incorporar al público en una posición cada vez menos pasiva, a una especie de actividad periférica al espectáculo, con materialización de cierto tipo de violencia donde la metáfora de la guerra del césped se transforma en violencia real y física.

- Un espectáculo que últimamente también es visto como una mercancía propia del mercado, más aún con la irrupción de las sociedades anónimas deportivas.

- Desde luego, el fútbol ha ido perdiendo poesía, por decirlo de alguna forma. Yo soy una persona de más de 60 años, y cuando empecé a ir al estadio en el viejo Playa Ancha, las cosas eran muy distintas, por el tema de la tradición familiar, de los colores, de llegar temprano, el concepto era otro.

- Así como también ha cambiado el concepto de hincha...

- Se produce la fusión que comprende, por un lado, la deformación de la metáfora de la guerra, y por otro lado, la exacerbación de los esquemas de valores o antivalores de la sociedad contemporánea. Esa fusión es peligrosa. Un discurso que la sociedad me entrega, a propósito de lo competitivo y guerrero que debo ser, y del valor del individuo como sujeto prescindente de la sociedad, y en este discurso la sociedad es casi un elemento de decoración. Y el fútbol ofrece a algunos la posibilidad de materializar de mala forma esta opción del guerrero, desvirtuando la metáfora de la guerra del fútbol a una guerra a piedrazos, o con estoques o qué se yo.

- ¿Cuál es el desafío actual para los actores del fútbol?

- Es un desafío de organización y de mejor planificación de la actividad propiamente tal. Creo que estamos dando exactamente la demostración de lo contrario con los líos de la ANFP, de los clubes, etc. A mí me parece que es el tiempo de una suerte de reingeniería del fútbol, en la cual no están exentas las sociedades anónimas deportivas.

- ¿Cree que esta poesía que usted menciona que tenía el fútbol, vuelva en algún momento?

- No lo sé, es probable que los romanticismos de ayer sean cosa del pasado. La comercialización del espectáculo camina en el sentido contrario y produciendo incluso distorsiones tales como qué es más importante: que vaya gente al estadio o que hayan más abonados en el Canal del Fútbol. Y nada más lejos que eso de la poesía.

Su evaluación al plan Estadio Seguro

A juicio de Manuel Baeza, el plan Estadio Seguro una vez más demostró que se trata de una institución que no es capaz de anticiparse a los hechos y actuar proactivamente. Haciendo una evaluación del cometido de este organismo, el académico señaló que "en general siempre está reaccionando frente a lo que ocurre. Es más bien reactivo que proactivo". Si bien reconoce que no es un experto en el tema, afirma que, entre otras cosas, es hora de tomar medidas prácticas para enfrentar la violencia en los estadios, donde hay que trabajar, por ejemplo, en la inaccesibilidad de los espectadores a la cancha.

"Hay distorsiones sobre qué es más importante: que vaya gente al estadio o que hayan más abonados al CDF. Y nada más lejos que eso de la poesía" "Algunos desvirtúan la metáfora de la guerra del fútbol a una guerra a piedrazos, o con estoque o qué se yo" "Me parece que es el tiempo de una suerte de reingeniería del fútbol, en la cual no están exentas las sociedades anónimas deportivas"

entrevista. Manuel antonio baeza, sociólogo porteño, sobre la violencia en el fútbol: