Acuerdo con FARC busca resarcir a seis millones de víctimas
COLOMBIA. No habrá "cacería de brujas", ni tampoco impunidad, dijo el Gobierno.
El Gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) firmaron ayer en La Habana un trascendental acuerdo para la reparación de más de seis millones de víctimas, con el que se busca cerrar las heridas abiertas por medio siglo de conflicto armado y aproxima el horizonte de la paz para el país.
Los jefes de las dos delegaciones consideraron el acuerdo como uno de los más importante logrados en más de tres años de diálogos de paz en la capital cubana, ya que las víctimas son el "centro de gravedad" del proceso, a las que ahora se garantiza un "sistema integral" de verdad, justicia, reparación y no repetición.
El jefe negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, aseguró que "no habrá cacería de brujas, pero tampoco habrá espacio para la impunidad".
Aunque existirá una amnistía "lo más amplia posible" para delitos políticos, no quedarán impunes los crímenes de guerra y lesa humanidad cometidos tanto por guerrilleros como por agentes del Estado; quienes si cumplen los requisitos de reconocimiento y verdad serán sancionados a una "restricción efectiva de libertades y derechos", pero no penas de cárcel.
El representante de las FARC y "número dos" del grupo guerrillero, Iván Márquez, aseguró que la "justicia restaurativa será la mejor fórmula para alcanzar la recuperación de la moral social, de depurar las costumbres políticas y sembrar la posibilidad de un bienestar general" en el país.
El Presidente colombiano, Juan Manuel Santos, afirmó que el acuerdo es "tal vez el más importante" en la agenda de diálogos de paz.
"Hoy (ayer) se anunció un acuerdo sobre todo el punto, incluyendo el de justicia que era el más difícil en cualquier proceso de paz, donde trazar una línea siempre ha sido el tema más complejo", expresó.
Con la firma de este documento, las partes cierran un importante capítulo del proceso de paz y, después de un receso navideño, volverán al trabajo en enero con el reto de empezar a articular el fin del conflicto, negociaciones que conllevan complejos asuntos como el cese el fuego bilateral y definitivo y la entrega de las armas.