Estudio revela graves falencias en plan de reconstrucción de megaincendio de 2014
VALPARAÍSO. Documento expone que del total de viviendas reconstruidas, el 50% está en el mismo lugar al momento del siniestro. En tanto, 62% de ellas está en zonas de riesgo.
El 12 de abril de 2016 se cumplirán dos años del megaincendio que afectó a los cerros La Cruz, Mariposas, El Litre, Las Cañas, Merced, Ramaditas y La Virgen en Valparaíso; fue uno de los siniestros más grandes y graves de la historia del país.
El incendio, que se inició en el sector del camino La Pólvora, afectó a gran parte de los sectores altos de la ciudad puerto consumiendo un área urbana de 148 hectáreas, dejando más de 2 mil casas destruidas, cerca de 12 mil damnificados, 15 personas fallecidas y 500 heridos.
Tras lo ocurrido, el gobierno destinó más de US$500 millones para un plan de inversión 2014-2021 con el fin de ayudar a los miles de porteños que se vieron profundamente afectados por esta catástrofe.
Sin embargo, a casi un año y ocho meses de esta tragedia, un estudio realizado por el Observatorio de Valparaíso, bajo el alero de la Fundación Futuro de la ciudad puerto, dio a conocer que el trabajo realizado por las autoridades de la Región ha sido deficiente debido a que "se han repetido los mismos errores que por años han caracterizado la ocupación de las partes altas de Valparaíso y que ha estado marcada por la informalidad y falta de previsión", según consigna.
Objetivos del estudio
El reporte elaborado por el Observatorio de Valparaíso, en el que trabajaron geógrafos, un arquitecto, un ingeniero civil, entre otros profesionales, tuvo como objetivo alertar de la situación que hoy se vive en los cerros afectados. "Esto nació como una inquietud de la Fundación Futuro de Valparaíso de armar un programa que promueva, proponga, diseñe y fiscalice la ejecución de políticas públicas que mejoren la calidad de vida de la gente de Valparaíso. La idea es entregar algo concreto, con datos objetivos sin ningún tipo de sesgo político, para desarrollar proyectos y así potenciar los atributos de la ciudad", explicó Gonzalo Serrano, director ejecutivo de la Fundación Futuro de Valparaíso. Asimismo, en el estudio se detalla que uno de los objetivos principales fue "evaluar cuánto y cómo se ha avanzado en el Plan de Inversiones, Reconstrucción y Habilitación Urbana, impulsado por el gobierno central, en donde la meta de éste no era solamente reconstruir lo dañado, sino que, también saldar una deuda histórica con estos cerros que por años han sufrido de patrones de segregación y marginalidad urbana".
Por lo mismo, se "buscó cuantificar el número de viviendas que han sido reconstruidas; determinar su materialidad, emplazamiento y calidad productiva; evaluar el avance de la cartera de inversiones en infraestructura; verificar cuantas viviendas se localizan en zonas de riesgo; y analizar la situación de los bosques pirógenos que rodeaban estos asentamientos".
Riesgo latente
Pese a las recomendaciones realizadas, tanto por el Plan Regulador Metropolitano de Valparaíso (Premval), como por el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), en las cuales solicitaban no instalar viviendas de emergencia en los sectores de cauces de quebradas y pendientes superiores al 40% debido a los riesgos de inundación y derrumbes, el estudio arrojó que esta normativa no se ha cumplido.
En él se señala que el 62% (1.147) de las viviendas se han reconstruido en sectores de alto riesgo, en donde 461 de ellas se ubican en cauces de quebradas con potencial riesgo de inundación, lugar en los cuales no existen obras que mitiguen esta situación.
Al respecto, los expertos en aseguraron en el informe que "por las características de las lluvias que tuvimos este invierno, puede generar que para el próximo año tengamos algún desprendimiento y, por ende, tengamos casas que se vengan cerro abajo".
Por otro lado, 372 viviendas están en sectores con riesgo de pendientes. Mientras que las restantes 314 se encuentran en el peor de los escenarios, ya que están ubicadas en ambas zonas de riesgo, es decir, están en cauces de quebradas y en pendientes superiores a 80%.
Para los especialistas "resulta difícil entender esta situación, ya que además del riesgo de remoción, existen problemas de accesos, retiro de basura, provisión de servicios y evacuación".
Bajo esa misma lógica, el geógrafo, Edgar Jiménez, indicó que el caso de mayor preocupación es el Cerro La Cruz.
"El 49,2% de las viviendas reconstruidas luego del megaincendio (390) se encuentran en zonas de riesgo. Esto quiere decir que el trabajo no se está haciendo y se está reconstruyendo en zonas peligrosas. Claramente se están omitiendo las exigencias y normativas que otorgan los estamentos públicos y del Estado, quienes establecieron que no se puede construir en estos sectores".
Crecimiento de bosques
Junto a los riesgos mencionados anteriormente, otro hecho que mantiene preocupados a los integrantes del Observatorio de Valparaíso tiene relación con el crecimiento de los bosques pirógenos (eucaliptos y pinos), en donde los árboles superan el metro y medio de altura, pese al compromiso de eliminar estos y forestar con bosques nativos.
"La principal amenaza para asentamientos humanos ubicados en las zonas altas de Valparaíso es la existencia de bosques pirógenos formados con malos accesos para controlar los focos de incendio que puedan surgir", afirmaron los expertos.
Según el informe, a partir de la fotointerpretación de imágenes satelitales, drones y vuelos en helicópteros se logró establecer que un 53% (445 hectáreas) del territorio presenta una alta densidad boscosa, en la cual gran parte se ubican en zonas cercanas a los cerros La Cruz y Las Cañas, donde los sectores más expuestos serían los cerros Ramaditas y Merced, así como los campamentos El Vergel, Mesana y Cuesta Colorada.
Otras 174 hectáreas fueron catalogadas como densidad media y 288 como densidad baja o sin bosques.
Estado de viviendas
Luis Salinas, geógrafo que participó en la elaboración del informe y que estuvo a cargo de realizar el catastro de las viviendas, explicó que el trabajo en terreno "permitió apreciar la materialidad de las viviendas, las cuales fueron divididas en tres casos: autoconstrucción precaria (mediaguas), autoconstrucción asistida/mejorada (vivienda de mayor tamaño y mejor calidad constructiva) y vivienda de empresas inmobiliarias".
Tras el análisis los resultados indicaron que del total de casas siniestradas, 1.873 de ellas han sido reconstruidas, en donde el 53% (984) de éstas son mediaguas, el 30% (550) corresponden a construcciones asistidas. Mientras que el 17% (318) restante pertenecen a viviendas de inmobiliarias.
Puntos críticos
De acuerdo a lo señalado en el reporte, los puntos más críticos se presentan en los cerros Florida, Mariposas y Monjas donde la totalidad de las viviendas son de una construcción precaria. A ellos les siguen los cerros Ramaditas y Merced cuyos porcentajes ascienden a 84% y 65% respectivamente.
Junto con ello, se estableció que el 50% de las viviendas que han sido reconstruidas en los cerros afectados, fueron edificadas en los mismos lugares donde se encontraban antes del incendio, manteniendo los niveles de riesgo ante una nueva emergencia.
Ante esto, Salinas sostuvo lo sucedido en estos sectores se debe a una mala organización de las autoridades debido a la gran cantidad de instituciones a cargo de los proyectos que son parte del plan de reconstrucción.
FALTA COHESIÓN
"No hay una cohesión de los estamentos a cargo de estos proyectos. Al no haber una mano firme que lleve esto, la gente tomó las riendas y decidieron volver a donde estaban antes. Por ejemplo, el campamento El Vergel fue completamente arrasado por el fuego, pero nuevamente se volvieron a levantar viviendas de material precario, en donde aquello que se salvó fue reutilizado para construir las nuevas viviendas", precisó.
El estudio permite concluir que más de la mitad de las familias aún residen en viviendas de emergencias, ampliadas o adaptadas, lo que -aseguraron- "no tiene justificación, considerando los principios declarados en el Plan de Reconstrucción elaborado por la Delegación que buscaba terminar con la creación de asentamientos informales de este tipo".