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"El PPD no dio ningún giro a la izquierda; el PPD tiene varias almas sin coordinación que inciden cada una por su lado"

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Paola Passig

Si bien no señala con claridad si se siente o no cómodo en el PPD, el diputado Rodrigo González reconoce que su tienda "tiene varias comodidades, entre ellas que es muy libre y permite decir las cosas que estoy diciendo sin temor de que me vayan a castigar". Sin embargo, sumándose a la larga fila de militantes algo desencantados, que comenzó con las declaraciones de Pepe Auth, reconoce que "si bien no se ensañan, tampoco cuidan a sus recursos humanos".

- ¿El PPD perdió identidad?

- Hay una crisis profunda de la política y el PPD es parte de ese proceso, aunque por supuesto con características específicas. Y es una crisis profunda que dice relación con los grandes objetivos y sentidos que tiene la política, los cuales han ido perdiendo contenido y los partidos se han ido vaciando de reflexión, de debate, de críticas, de procesos de educación de sus miembros, y se han ido repletando de prácticas vinculadas al ejercicio del poder que persiguen los partidos más que al sentido programático e ideológico que le dieron razón de ser al nacimiento de los mismos. Y por eso esto que ocurre en general y que se expresa en la crisis de confianza que hay en las instituciones y en la falta de credibilidad de todos en todo, en un país donde la desconfianza ha llegado a grados inusitados. Lo que está ocurriendo con el PPD es que efectivamente requiere un proceso refundacional, un proceso de recreación que recoja el sentido profundo que le dio nacimiento en el contexto de dictadura que, por un lado, fue desarrollar una democracia en profundidad y, por otro lado, dar oportunidad de igualdad y justicia social. Bueno, estos dos grandes sentidos que generaron una gran mística interna hicieron al PPD atraer a una gran cantidad de gente motivada por lo público y generar mucha creatividad en el ámbito de las temáticas políticas. Bueno, todo eso requiere volver a replantearse en una sociedad que ha cambiado mucho.

- ¿Cómo se refunda?

- La refundación consiste en reconocer los tremendos cambios que hemos tenido, reconocer los orígenes fundacionales que nos dieron sentido de ser y sentarnos a la mesa a volver a reinterpretar lo que está pasando tanto en Chile y en el mundo, pero con una visión de partido de 20 años plazo, no con miradas inmediatistas.

Sombras y luces

- Muchos de los militantes críticos apuntan los dardos al timonel Jaime Quintana. ¿Qué opina de su gestión?

- No hay nadie en este país que no tenga debilidades, pero también virtudes. Entonces, Quintana ha sido un conductor que ha tenido cierta valentía para plantear los desafíos y especialmente la adhesión entusiasta al programa de la Presidenta Bachelet que inspiró al PPD e inspiró a muchos de nosotros para seguir postulando a cargos de representación popular. En eso, Quintana ha mantenido una voluntad firme, ha mantenido el norte, pero de repente se ha descuidado mucho todo lo que es la formación interna, el debate interno, la creación de colectivos y un sentido de construcción de fuerza. Muchas veces los grandes objetivos se plantean al margen de realidades, de estrategias y de la construcción de fuerzas que son necesarias para lograr los objetivos. Entonces, la política se transforma en más deseos líricos y grandes aspiraciones sin que eso esté vinculado a estrategias, fuerza política y a buscar entendimiento con actores que encarnen esas propuestas.

- ¿Quintana se ha centrado en la macropolítica y descuidado las bases?

- Sí, de la macropolítica y del gran diseño, olvidando la construcción partidaria, la reflexión interna y la consecuencia entre el hacer y el decir. El PPD adolece de una coherencia sustancial entre sus prácticas y planteamientos. Y hoy lo que la gente le pide a la política es consecuencia.

- Hay varios militantes del PPD que critican el giro a la izquierda que la ha dado Quintana. ¿Es así?

- El PPD no ha tenido ningún giro a la izquierda; el PPD tiene varias almas que sin coordinación inciden cada una por su lado. Incluso le gente de izquierda del PPD se queja de quienes han sido muy neoliberales y viceversa. Lo que sí es que el PPD tiene en su ADN un ingrediente transformador que combina los aspectos de la izquierda clásica con los impulsos renovadores de los nuevos pensamientos. En eso la línea que atraviesa y le da cohesión a la apuesta de innovación que ha impuesto el senador Girardi es un aporte.

- ¿Le preocupa el bajo crecimiento?

- Eso es cierto y es porque ha perdido parte de su sustancia, la gente se ha sentido abandonada y ha perdido la atracción de ideas y proyectos nuevos; y por eso los jóvenes se han alejado un poco y tenemos poca fuerza en los sectores organizados del mundo social.

- ¿La expresión de la retroexcavadora o los dichos contra el Tribunal Constitucional fueron un aporte?

- A ver, lo de la retroexcavadora expresa el sentimiento de muchos y no solo del PPD de que el gobierno de Bachelet había agotado una etapa y había que pasar a otra de reformas estructurales. Respecto al Tribunal Constitucional formalmente es una creación previa a Pinochet y reformada en democracia, pero en la forma en que está planteada es parte de una institucionalidad que carece de legitimidad y no responde ni a las necesidades de desarrollo de Chile. Entonces, hay que tener una institución que regule la constitucionalidad, pero con características que no pongan en peligro las decisiones del Congreso. Pero eso supone también una renovación del Congreso, porque tal como está hoy es una institucionalidad defectuosa y deficitaria. Requiere una reformulación en el marco de las reformas constitucionales.

Gobierno sordo

- La exdiputada Laura Soto fue muy crítica con el gobierno de Bachelet.

- Yo creo que el Gobierno, desde el punto de vista de su voluntad política de cumplir el programa y vocación transformadora no se le puede reprochar nada. Lo que le ha faltado al Gobierno es un relato que articule las distintas áreas de reforma y su coordinación. También le faltó una estrategia de acumulación de fuerzas y cómo coordinaba a las fuerzas de apoyo que había obtenido en el proceso eleccionario y cómo sumaba aquella enormidad de actores sociales y ciudadanía que no había participado en el proceso y que se abstuvo. Creo que desde el punto de vista político el Gobierno tuvo muchas debilidades para convocar e incorporar un gobierno que terminó por actuar solo, desconociendo a la fuerza que tenía detrás. El gobierno desarrollo prácticamente todas sus reformas construyéndolas desde el interior del Gobierno sin el diálogo que habría requerido con la propia coalición que la llevó a gobernar; el Gobierno ha apoyado sus reformas en la fuerza política que le ha dado la mayoría con la que cuenta en el Congreso, pero eso es insuficiente. Por eso ha ido perdiendo batallas que le han costado caro y desordenado sus propias filas. Y eso genera las incoherencias y debilidades y ciertos grados de improvisación que han sido exagerados. Además, ha habido una derecha muy hábil para ir aprovechando cada uno de los flancos que se han abierto. Sin embargo, la principal cuenta que tenemos que hacer es con nosotros mismos, con nuestra incapacidad, con nuestra estrategia política.

- ¿El aislamiento ha sido el principal error del gobierno de Bachelet?

- En parte aislamiento y en parte incapacidad de diálogo para sumar fuerzas y reconocer que los cuadros políticos que se instalaron en el gobierno no eran infalibles. Ha habido un poco de soberbia en muchos aspectos, pero especialmente falta escuchar.

- Finalmente, el PPD pactó con el PC para la municipal. ¿Qué paso con el PS?

- En el largo plazo, estratégicamente el PPD debe reencontrarse con el PS y constituir, con independientes y sectores innovadores de la política, un gran partido transformador, una sólida alianza estratégica a la cual debemos también invitar al PC y, por cierto, con el PRSD. Por ahora, la alianza electoral con el PC y el PRSD es necesaria y a ello contribuye mucho la disciplina, la voluntad transformadora y el sentido de comunidad que tiene el PC con quien nos sentimos cómodos, al igual que con la tradición humanista y laica del PRSD.

"(Quintana se ha ocupado) de la macropolítica y del gran diseño, olvidando la construcción partidaria, la reflexión interna y la consecuencia entre el hacer y el decir" "En el largo plazo, estratégicamente el PPD debe reencontrarse con el PS y constituir, con independientes y sectores innovadores, un gran partido transformador con el PC y el PRSD"

entrevista. rodrigo gonzález, diputado PPD: