Golpe de timón en Valparaíso
Un buen Plan en la ciudad requiere que su anfiteatro se reconstruya, recobrando la ciudad que en sus inicios dialogaba entre el medio ambiente y su trama urbana, pero que degradada en el tiempo se vuelca peligrosa y amenazante.
Hemos detectado en el transcurso de los últimos años un consenso sobre Valparaíso, esta ciudad tiene un potencial enorme el cual está empezando a germinar. Es más, va en subida recuperándose de la depresión que tuvo décadas atrás. El factor principal de este impulso ha sido la sociedad civil, fuerza que se ha hecho escuchar en variados temas, de los cuales el Colegio de Arquitectos de Valparaíso se hace parte, coincidiendo en gran parte con las demandas que se realizan por una ciudad mejor.
Es indispensable el accionar que se está llevando en torno a la revitalización del Barrio Puerto y El Almendral, corazones históricos del Plan, los cuales deben repoblarse con porteños entregando vitalidad, asociados a espacios públicos, limpieza y seguridad. Se han establecido mesas técnicas para estructurar visiones priorizando qué inversiones se requieren realizar en lo público y cuál es la forma en que aportará el privado en armonía.
Pero un buen Plan en la ciudad requiere que su anfiteatro se reconstruya, recobrando la ciudad que en sus inicios dialogaba entre el medio ambiente y su trama urbana, pero que degradada en el tiempo se vuelca peligrosa y amenazante. Recordemos que el Colegio cuenta con una propuesta de plan de reconstrucción, promoviendo tres componentes fundamentales, el Parque Metropolitano de Valparaíso en el cordón superior del anfiteatro, nuevos anillos de conectividad y accesibilidad entre los cerros, junto con nuevos y mejores espacios públicos. Estamos atentos a cómo se llevará a cabo la restitución ambiental y la conformación de estos espacios. Decenas de Arquitectos Colegiados se encuentran patrocinando a familias damnificadas, diseñando sus nuevas viviendas, permitiendo a las familias volver a usar sus terrenos, conservando su bien raíz, vistas y tejido social, consideramos que la deuda pendiente es la de conformar espacios públicos de calidad e integradores del accionar social.
Argumentos del porqué la ciudad se ve afectada por la ubicación y forma del Terminal 2 abundan y son parte de la necesaria discusión ya instalada. En el ámbito técnico, el Colegio ha promovido la idea de un canalizo dentro de la nueva losa portuaria, que restituya la vocación accesible y ciudadana del borde costero, el acopio de contenedores hacia los farellones sur del Puerto. Sobre lo político, la ciudadanía bajo los mecanismos actuales que existen, debe incorporarse en los espacios formales de toma de decisiones, sobre todo en lo que respecta a inversiones públicas. Ejemplo de lo anterior es el estudio de Impacto Patrimonial del consultor Juan Luis Isaza, que es un misterio, debió entregarse a fines de octubre y aún no es conocido por la comunidad interesada. Hay que avanzar en estas materias.
Pero quedan deudas aún por resolver. En tanto que el proceso del PLADECO no logra despegar a pesar de completar etapas y conformar ejes temáticos, esta herramienta de planificación muestra debilidades que no se ponen a la altura de ser la verdadera guía que la ciudad requiere. Ya han pasado 12 años de la nominación patrimonial de nuestra ciudad, y aún no se cuenta con el ansiado Plan Director Patrimonial, generando incertidumbre para los proyectos de rehabilitación de edificios y barrios patrimoniales, frenando las necesarias inversiones. Finalmente, recordar el quehacer de la Arquitectura como algo honesto; permitir escuchar, pensar y construir esta Ciudad bajo el mandato de una consensuada "Carta Valparaíso", cual golpe de timón tan esperado.
Colegio de Arquitectos de Valparaíso