Av. España, suma de postergaciones
Nuevas fallas en el proceso de licitación frenan los necesarios trabajos de mejoramiento.
No es novedad. Los anuncios son sólo anuncios, buenos propósitos que no siempre llegan a concretarse. Tal es el caso de la renovación de la avenida España. El año pasado dos ministros anunciaron que en junio de 2015 se iniciarían los trabajos, que consultaban una inversión cercana a los 4.500 millones de pesos.
Lógico, primero había que licitar. Es la norma que asegura plena transparencia en la inversión de recursos públicos. El organismo del caso, Servicio de la Vivienda y Urbanismo (Serviu) elabora las bases y llama a concurso a empresas interesadas en realizar los trabajos. Pasaban los meses y, finalmente, agosto del año pasado, se adjudicaron las obras a la firma Inatec Limitada, por un monto de 3.600 millones. Y aparecieron problemas cuando otros postulantes hicieron presentaciones ante la Contraloría Regional y el Tribunal de Contratación Pública objetando esa adjudicación. Los recursos fueron acogidos, pues había diversas irregularidades. Cayó el director regional del Serviu, se designó a otro funcionario de la misma tienda política que el exonerado, PPD, y se inicia nuevamente el proceso de licitación de lo que sería la obra pública regional más importante dispuesta por el Gobierno para reactivar la economía local.
Entretanto, con realismo y sin renunciar a la obra, de acuerdo a la consigna, se anuncia una postergación de los trabajos para marzo próximo.
Sin embargo, una nueva licitación, con cinco competidores ya en la pista, nuevamente hace agua: el mismo Serviu descubrió "ciertos errores, infracciones e inconsistencias desde el punto de vista administrativo y técnico" en las bases. Y como los oferentes habían hecho sus propuestas con esas bases con errores, se les da un plazo se cinco días para modificar sus presentaciones.
Uno de los postulantes calificó esta resolución como "una triquiñuela de Serviu" para declarar desierta la licitación". Aparecen así varias posibilidades, desde invalidar el proceso hasta un trato directo con algún contratista, procedimiento que choca con la necesaria transparencia en la inversión de los recursos público.
El hecho, la porfiada realidad, es que sin decisiones claras, rápidas y plenamente ajustadas a derecho, las obras de mejoramiento de la avenida España seguirán en el limbo como resultado de una suma de postergaciones.
Así, pese a los buenos propósito, la principal vía estructurante del Gran Valparaíso continuará siendo un eje de creciente congestión y contaminación, afectando, directamente, las actividades, seguridad y calidad de vida de miles de personas que diariamente la utilizan.