"Más que del financiamiento, es época ya de discutir sobre la calidad"
Por ahora son cuatro las universidades de la Quinta Región que ofrecen el beneficio de estudiar gratis a sus alumnos, pero además de esas cuatro tradicionales, hay privadas que también podrían haberse adscrito a la gratuidad. Una de ellas es la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI), cuyo prorrector del campus Viña del Mar, Claudio Osorio, detalló que con los requisitos que se exigían, el plantel "cumplió a cabalidad, tanto es así que fuimos consultados por el Ministerio de Educación, en su momento, si adscribíamos o no".
- ¿Está en los planes de la UAI sumarse a la gratuidad 2017?
- Sí, cuando nosotros fuimos invitados formalmente a estudiar el tema de la gratuidad, por parte del Ministerio de Educación, lo que resolvió la junta directiva de la universidad fue, por ahora, no entrar a la gratuidad, en espera de lo que va a ser el contenido de la reforma educacional, texto que debería ingresarse al Congreso en el mes de marzo, según entendemos.
- ¿Qué esperan que contenga ese proyecto?
- Es un proyecto que aún no se conoce, por lo tanto, precisamente lo que vamos a esperar es conocer su contenido y ver de qué manera ese texto va a establecer normas ya permanentes para lo que va a ser el funcionamiento de las instituciones de educación superior y el financiamiento de las mismas.
- ¿Cuántos alumnos podrían verse beneficiados con la gratuidad en la UAI?
- Hay un número de alumnos que podrían ser beneficiarios de gratuidad y que en este proceso, concretamente en el que se está viviendo en estos días, han postulado formalmente a la universidad, pese a no estar nosotros adscritos al sistema de gratuidad. Ellos igualmente nos han preferido, y lo que nosotros vamos a hacer es estudiar la manera de bonificarlos, de tal manera de acogerlos como estudiantes nuestros. También tenemos alumnos actuales que son sujetos de gratuidad, por quienes también vamos a trabajar en un sistema de bonificaciones.
- Usted calificó de "errático" el proceso de 2015, que terminó con una glosa cuestionada en el Tribunal Constitucional y con incertidumbre hasta diciembre. ¿Espera que este año se corrijan los errores a fin de poder tomar esa decisión con tiempo?
- Así es, sin duda que fue un proceso errático, fue un proceso algo tortuoso, un proceso que primero se debate en el Congreso, luego es revisado por el Tribunal Constitucional, el que estima que la iniciativa original era discriminatoria, eso da origen a la llamada Ley Corta, etc., y todo esto con una agenda muy apretada, los plazos para postular a las universidades estaban por vencer, todo lo que se conoce. Claramente, lo que nosotros esperamos es que el proyecto definitivo que se va a presentar al Poder Legislativo en el mes de marzo, se estudie con la profundidad y con la calma debida.
- Es normal que estos proyectos se modifiquen en el Congreso mediante indicaciones y al final salga uno distinto. ¿Cuándo cree usted que debiera estar definido y aprobado el proyecto definitivo?
- Hay que recordar que nuestro sistema es bicameral, entonces, una cosa seguramente va a ser el tiempo en que esto va a tramitarse en la Cámara de Diputados, y luego va a tener que ser eso también estudiado por el Senado, y yo pensaría que eso va a tardar más allá del mes de septiembre. Va a depender también de cuál es la urgencia con la cual el Poder Ejecutivo va a presentar esto a trámite legislativo.
- En caso que ocurriera algo similar a lo del año pasado, en que hasta diciembre hubo incertidumbre. ¿Desecharían la posibilidad de sumarse a la gratuidad 2017?
- Va a depender exactamente de lo que exista durante el año 2016 y cómo esto nosotros lo vamos a tener que asimilar. Nuestro tema no es tanto financiero, si nosotros analizamos la discusión pública, muchas universidades frente al tema de la gratuidad se plantearon muy temerosas porque finalmente esto generaba para muchas de ellas un verdadero desfinanciamiento. En el caso de la Universidad Adolfo Ibáñez, más allá del financiamiento, hay un tema de fondo que dice relación con las condiciones con las cuales el sistema universitario va a operar, en el sentido de hasta qué punto el Estado va a poder o no afectar la autonomía de las universidades, ese es un tema que para nosotros es clave.
- ¿Está de acuerdo con el vicepresidente del CRUCh, Aldo Valle, quien planteó que lo mejor es dividir el proyecto en dos y dejar el financiamiento aparte, a fin de que éste pueda ser aprobado a más tardar a fines de septiembre, antes de que se discuta la ley de presupuesto?
- Es una fórmula, porque claramente, el financiamiento tiende, a veces, a impedir ver en detalle las normas que van a decir relación con aspectos de fondo. Es una posibilidad, pero tan importante como el financiamiento, es también la manera en que queremos opere la institucionalidad en educación superior a futuro, por lo tanto, no sigamos discutiendo tanto de financiamiento, es época ya de discutir sobre la calidad, tan necesaria para la educación del país.
- El rector de la Universidad Santo Tomás, Jaime Vatter, planteó que el CRUCh debiera ampliarse a las universidades privadas que están fuera e incluso a institutos profesionales y centros de formación técnica. ¿Está de acuerdo?
- Es una discusión, en las instituciones de educación superior al menos hay una primera gran división en universidades, centros de formación técnica e institutos profesionales. Luego, empezar a hablar con el CRUCh para algunas materias y excluir al resto de las universidades que no pertenecen a esa instancia, de otras, resulta algo odioso. Esto debería enfocarse en general como un tema país que concierne tanto a las instituciones de carácter estatal, como también a las instituciones privadas.
"Empezar a hablar con el CRUCh para algunas materias y excluir al resto de las universidades que no pertenecen a esa instancia, de otras, resulta algo odioso"