Rodrigo Navarrete N.
"Para mí es un sueño estar acá, este país es realmente maravilloso. He quedado muy impresionada con la motivación y las ganas de aprender que han demostrado las niñas". De esta manera la destacada gimnasta búlgara, Elizabeth Paisieva (29), resume la experiencia que ha vivido durante las últimas dos semanas en la Región de Valparaíso.
Su participación en cinco mundiales de la especialidad y en dos Juegos Olímpicos (Atenas 2004 y Beijing 2008) es el palmarés de esta gimnasta, quien está de visita en la zona para realizar unas clínicas de gimnasia rítmica a niñas que recién se inician en esta disciplina, así como a estudiantes y profesores de la Universidad Andrés Bello (UNAB).
Para ella, el objetivo de su visita es que "la gimnasta se sienta feliz y satisfecha con los progresos que se van alcanzando a medida que pasan los entrenamientos" y destacó que el apoyo familiar es vital, puesto que deben entender "la pasión" y "dedicación" que necesita este deporte.
- ¿Cuándo nace tu pasión por la gimnasia rítmica?
- En Bulgaria, la gimnasia es un deporte muy tradicional y con una historia muy extensa en esta disciplina. Cuando era pequeña mi madre supo que se abriría una nueva academia de gimnasia. Fui y me hicieron unas pruebas, en donde midieron el nivel de flexibilidad de mis piernas. Desde ese momento (7 años) me gustó esta disciplina. Luego, a los 11 años, tuve mi primer control para ingresar a la selección nacional de gimnasia rítmica en Bulgaria y desde ahí no me detuve más.
- ¿Cómo evalúas tu etapa como gimnasta profesional?
- Muy buena. En 6 años logré participar en 5 mundiales y 2 juegos olímpicos (Atenas 2004 y Beijing 2008). A los 14 años participé en mi primer mundial (Madrid 2001), donde obtuve la medalla de bronce por equipos, para haber sido la primera vez fue muy buena. El 2003, en Budapest, también obtuve la medalla de bronce, en cinta. En Granada (2002) alcancé la medalla de bronce en equipos. En Atenas 2004 obtuve el duodécimo lugar y en Beijing 2008 no me fue muy bien. Sin embargo, fue un buen final para dar término a mi carrera, la cual fue más que positiva. Tuve la posibilidad de participar en mundiales, obtener medallas y participar en dos juegos olímpicos.
- ¿Qué significa para ti estar en el país y compartir con gimnastas que recién están partiendo en este deporte?
- Es un sueño estar en Chile, este país es realmente maravilloso. Me gusta viajar por diferentes países mostrando, enseñando y traspasando mi experiencia a las niñas que recién están comenzando en la gimnasia. He quedado muy impresionada con la motivación y las ganas de aprender que han demostrado las niñas. Eso es algo que me gusta mucho y aumenta mucho más las ganas de seguir haciendo este trabajo.
- ¿Qué consejos tratas de traspasar a las pequeñas gimnastas con las que te relacionas?
- Para mí es súper importante que la gimnasta se sienta feliz y satisfecha con los progresos que se van alcanzando a medida que pasan los entrenamientos. Si la gimnasta está motivada y feliz con lo que está realizando, los resultandos no tardarán en llegar, por lo que se debe ser paciente.
- ¿Qué debiese tener una gimnasta que está dando sus primeros pasos en esta disciplina?
- Es muy importante realizar una muy buena planificación con especialistas y entrenadores, puesto que hay que estar pendiente de la gimnasta para no llevarla al límite, sino que se debe planificar lo mejor posible el proceso de preparación que tendrá la persona que se iniciará en este deporte.
- ¿Qué tan importante es el apoyo de las familias a quienes recién comienzan en esta disciplina?
- Es súper importante, ya que ellos deben entender la pasión y dedicación que necesita la gimnasta en el deporte. Muchas veces no pueden irse de vacaciones o tienen que pasar muchas horas en el gimnasio. Eso debe ser entendido y asimilado por las familias, para que la persona sienta ese apoyo.
- Del tiempo que ha estado acá, ¿qué cosas se debiesen mejorar para alcanzar mejores resultados en este deporte?
- Pese a que no conozco muy bien el sistema, creo que debiese ser cambiado. Pienso que debiesen tener un mayor número de profesores calificados para las pequeñas gimnastas para así ayudarlas desde temprana edad, ya que tomarlas a una edad más adulta suele ser más complicado, lo que finalmente se ve reflejado en los resultados.
"Ellos (padres) deben entender la pasión y dedicación que necesita la gimnasta en el deporte. Muchas veces no pueden irse de vacaciones o pasar muchas horas en el gimnasio. Eso debe ser asimilado por las familias" "Para mí es un sueño estar en Chile. He quedado maravillada con la motivación y las ganas de aprender que han mostrado las niñas. Es algo que aumenta las ganas de seguir en esto"