"Hay que bajar a 0,25% la exigencia para la creación y permanencia de los nuevos partidos"
Tras el despacho del proyecto de Ley de Partidos Políticos por parte de la Comisión de Probidad del Senado, que decidió bajar el porcentaje de adherentes para su creación de 0,5 a 0,25, se generó una ola de reacciones. Así, mientras el diputado DC Fuad Chahín calificó el cambio como "traje a la medida de Revolución Democrática (RD)", el expresidente del consejo para la probidad y la transparencia, Eduardo Engel, subió la nota de 5,2 a 6.0. El senador y miembro de la comisión, Alejandro Guillier, apuesta por más y señala que el miércoles el proyecto tendrá nota 7.
- ¿Por qué la Comisión de Probidad del Senado decidió rebajar de 0,5 a 0,25 el porcentaje de adherentes para la constitución de nuevos partidos políticos?
- Por varias razones. Cuando el Gobierno negoció el fin del binominal para tener la mayoría que necesitaba, pidió votos independientes y se había comprometido a rebajar del 0,5 al 0,25. Entonces, hay un compromiso adquirido y debe imperar la seriedad de los acuerdos políticos más allá de si la cifra es o no excesivamente baja. Y segundo porque imperó el criterio de que no hay que ponerle dificultad a la formación de partidos, sino que al revés, que haya un exceso de partidos va por el lado de que la ciudadanía resuelva si son muchos o pocos. Pero prohibir o dificultar nos pareció poco prudente y, por lo tanto, se volvió al punto original y el Gobierno insistió en eso.
- Pero en la Comisión de Constitución de la Cámara habían propuesto volverá subir las exigencias señalando que había sido una equivocación que el Gobierno bajara la cifra para obtener los votos de Amplitud y poder poner fin al binominal.
- Bueno, en la oposición son partidarios del 0,5% y la Nueva Mayoría se abrió al 0,25%. Ese fue el compromiso y hay una filosofía detrás de que la exigencia debe estar para permanecer como partido, pero no para formar partido porque además beneficia a los partidos la distribución la cuota. Yo voté en contra, pero se fijó un 80% sólo para los partidos con representación parlamentaria y apenas un 20% se distribuía en el resto de los partidos según votación. Entonces, es desnivelar demasiado la cancha en contra de los partidos nuevos.
- El diputado Fuad Chahín (DC) afirmó ayer que bajar el porcentaje es un traje a la medida de Revolución Democrática (RD) luego de sus reclamos, pero que no se están generando las condiciones para conformar partidos regionales o indígenas…
- Claro, porque se exige, entre otras cosas, que tenga un porcentaje de votos en tres regiones contiguas, lo que es absurdo porque hay partidos que son regionales. Entonces, eso está ad hoc para impedir la formación de partidos regionales.
- ¿Pero es o no un traje a la medida de RD?
- No, no, estaba prometido antes de los reclamos de RD y muchos somos partidarios de los partidos regionales, partidos temáticos. Los partidos comprensivos y de carácter nacional no son los únicos. En las democracias modernas y estamos viendo lo que pasa en España y en Europa en general, están proliferando muchos partidos temáticos o que son propios de un determinado territorio donde hay una identidad.
- Otro argumento que cuestiona la proliferación es que hacer partidos será como montar una pyme, porque ahora tendrán financiamiento estatal.
- Bueno, lo primero es que no tendrá recursos públicos si no saca votos, porque hay que pensar que se estaría inicialmente distribuyendo un 20% entre todos los partidos nuevos proporcionalmente además de los resultados. Así que lo que van a recibir los partidos pequeños es bien poco. Y en segundo lugar, mucho de los partidos que hoy son grandes partieron como grupos universitarios. Por ejemplo, el gremialismo desde donde deriva la UDI, era un partido de estudiantes de la PUC. Entonces uno no puede, porque un partido parte pequeño, empezar a no considerarlo significativo porque uno no sabe cuál será su potencialidad. Eso se verá en las urnas.
- ¿Y qué tan factible es que se puedan generar partidos regionales?
- Yo soy partidario de que haya diversidad de expresiones y los partidos regionales van a tener que existir y no me parece que sea antidemocrático. Una de las características de las sociedades modernas es su mayor complejidad; ahora el ejercicio democrático, la gobernanza, va a ser más difícil, pero ahí deberá haber flexibilidad y ductilidad de los liderazgos políticos para entender que el mundo ordenadito, manejado por unas pocas fuerzas políticas, bueno, ese mundo se acabó.
- Pero si tal como dice Chahín este proyecto no permite partidos regionales, ¿cómo hacerlo?, ¿con indicaciones?
- Sí, con indicaciones. De hecho, se han presentado varias y una tiene que ver con la exigencia de las regiones contiguas, que está demás; también se pide que tenga el 0,5 en 8 regiones al mismo tiempo y ¿por qué si se puede tener más votación en una que en otra? O sea, que haya un promedio, pero empezar a ponerles condiciones es dificultar la supervivencia de los partidos nuevos.
- ¿Es partidario de reducir las exigencias para la permanencia de los partidos nuevo?
- Sí, yo soy partidario de reducir muchas exigencias para la permanencia de los partidos porque finalmente hay que dejar que la gente se exprese y las minorías también tienen un rol en la democracia. No solo las mayorías. Sí yo soy partidario de rebajar la cifra también para la permanencia. Denles tiempo a los nuevos partidos, no puede ser que a la primera elección van a quedar todos fuera. La mayoría no se alcanza a organizar en la primera elección. Los partidos fuertes tuvieron comienzos dubitativos, débiles, eran unos pocos, demoraron su tiempo en afianzarse, tuvieron su proceso.
- ¿Existen otros puntos polémicos en la propuesta?
- Los otros puntos interesantes son el 60-40 en representación de género que es un tema que vuelve abrirse y que habrá que debatir en sala. Y es importante porque ahí también había un criterio de desincentivar la participación de las mujeres y el propósito es que no más del 60% de los cargos no pueda ser más de un sexo. También discutimos el concepto de sexo y género, porque si lo que estamos discutiendo es género, hay más géneros; y si es sexo, es hombre o mujer. Pero la identidad de género es otra discusión. Y la ley debe ser específica a qué se refiere. El tercer punto que también fue interesante fue la promoción de la democracia interna de los partidos y la expresión de un militante un voto, pero se abrió un debate que va a tener que debatirse en sala si pudiera haber algunas instancias en que fuera indirecta, como por ejemplo elegir delegados y que esos delegados eligen una instancia, pero no pueden elegir más de una. Eso quedó abierto a la discusión en Sala. Estos fueron los tres temas que quedaron un poco pendientes porque queremos que los cargos de dirigentes de partido en un 40% sean mujeres efectivamente.
- Eduardo Engel, expresidente del Consejo para la probidad y transparencia, calificó el proyecto que salió de la comisión del Senado con nota seis.
-Esperaremos al miércoles a ver si subimos a siete.
- Está confiado, ¿cree que se pueda subir a siete?
- Sí, lo creo. Si logramos que sea una realidad el 0,25, si suprimimos trabas para la supervivencia de los partidos y aplicamos el 60-40 de representación de género va a ser un buen avance para el proyecto.
"Hay tiempo a los nuevos partidos, no puede ser que a la primera elección queden todos fuera. La mayoría no se alcanza a organizar en la primera elección" "La gobernanza va a ser más difícil, pero ahí deberá haber flexibilidad de los liderazgos políticos para entender que el mundo ordenadito, manejado por unas pocas fuerzas políticas, se acabó"