"Sabíamos que el Senado podía hacer cambios, pero no que tocaría el corazón de la reforma laboral"
"Derecho a huelga real, extensión de beneficios y el fortalecimiento de los sindicatos son cruciales, y por lo menos en la Cámara no estamos dispuestos a ceder en esos puntos", sentencia el diputado (PPD) y miembro de la Comisión de Trabajo, Tucapel Jiménez, al analizar la postergación del proyecto en la comisión ad hoc del Senado. "La verdad es que no veo la gran diferencia entre que salga ahora en enero o la primera quincena de marzo", subraya.
- Pero ¿qué hubiera sido mejor?
- Si uno piensa en los argumentos que dan los empresarios en cuanto a la certidumbre, hubiera sido mejor que ocurriera lo antes posible, porque siempre he compartido con ellos que mientras antes tengan las reglas claras, mejor para todos. Lo que sí no debiera ser más allá de la primera quincena de marzo.
- Si se extiende más de allá de esa fecha, ¿sería preocupante?
- Si se extiende el Gobierno debiera asumir el rol de liderar esta reforma, poner la votación en tabla, tomar una decisión y cada uno deberá asumir en conciencia su voto y asumir los costos de esa decisión. Creo que los plazos se están venciendo para lograr un acuerdo.
- La CUT culpa directamente a cuatro senadores de este retraso.
- Bueno, ahora son cuatro, pero al principio hubo más senadores que tenían diferencias con el proyecto y de ahí esto se ha entrampado. Nosotros siempre entendimos que el proyecto era lo mínimo que habían pedido las organizaciones sindicales, y que hasta hoy muchas se oponen al proyecto que salió de la Cámara de Diputados, pero entendíamos que ese mínimo era un avance significativo para el mundo sindical, y así lo entendió la CUT. Sabíamos que en el Senado le podían hacer algunos cambios, mejorar lo que hay que mejorar, corregir lo que hay que corregir, pero nunca pensamos que se iba a tocar el corazón de la reforma laboral. Y es que en todo el debate que hubo en la Cámara, y de hecho estaba en el programa, se insistió que lo que queríamos cambiar era el derecho a huelga que hoy no tienen los trabajadores, porque cuando existe el reemplazo la huelga pierde toda importancia. Entonces, lo que queremos con esta reforma es darle un rol más relevante a los sindicatos, que haya una relación más equilibrada y que haya un derecho real a huelga.
Año perdido
- ¿Por qué se toca el corazón?
- Cuando se presenta esa indicación ambigua y se empieza a poner en duda el derecho real a huelga a través de readecuaciones innecesarias, el proyecto pierde todo sentido y da la sensación de que hemos perdido un año de tiempo. Porque si dejan los reemplazos es matar el proyecto. Implica no haber entendido nada.
- O sea, ¿aprobar el proyecto sin derecho a huelga sería un fracaso?
- Sí, el mínimo es garantizar el derecho a huelga sin reemplazos. Esto tiene que ver con lo colectivo por sobre lo individual. Siempre hemos dicho que en los países desarrollados, donde hay más trabajadores que negocian colectivamente, las desigualdades son menores. Y si bien tenemos muy buenos empresarios, hay algunos que no comprenden que ese crecimiento debe hacerse de la mano de los trabajadores y no en contra. Lo único que uno pide es que mañana las utilidades, el crecimiento, el desarrollo de una empresa se reparta en forma un poco más equitativa. No es mucho pedir y creo que la mayoría de los empresarios sí lo entienden. Son los menos los que se oponen a esta equidad en cuanto a la repartición de utilidades.
- ¿Qué ocurrirá en Chile si no se logra sacar un proyecto que garantice la equidad?
- Será un fracaso completo en nuestro programa de gobierno y cada cual tendrá que asumir el costo de lo que significa haber hecho una campaña con este programa, porque cuando estábamos en campaña nadie puso una voz de alerta ante este tema y todos hablaban del derecho real a huelga. Y si votan en contra ahí se pondrá en duda el trabajo de algunos que quizás sólo lo hicieron para conseguir votos y a la hora de votar el proyecto lo estarían votando en contra.
- La DC está dividida y de los cuatro senadores que están cuestionando el proyecto, tres son de la DC. ¿A qué lo atribuye?
- Siempre parto de la buena fe y trato de creer que ellos piensan que con esa indicación se puede hacer un mejor proyecto, pero esa es la idea, y su postura significa que no han entendido el objetivo principal de esta reforma, que es equilibrar las relaciones labores, darle un derecho real a huelga a los trabajadores y que este país crezca con un poquito más de igualdad. Creemos que los conflictos también van a disminuir, porque cuando hay sindicatos empoderados los conflictos disminuyen. No es que nos vamos a llenar de huelgas ni vamos a tener un país en caos. Este pensamiento de los senadores es desconocer un poco al movimiento sindical; tenemos buenos dirigentes sindicales, responsables, van a contar con información de la empresa; no van a pedir lo que no pueda entregar la empresa.
- ¿Si el Senado visa los reemplazos, la Cámara lo rechazará y tendrá que ir a comisión mixta?
- Va depender de cómo salga en el Senado y claramente habrá comisión mixta y uno entiende que ésta siempre la componen los senadores y diputados de la comisión de Trabajo, pero entiendo que se puede elegir a cualquier senador, entonces no tenemos garantizado la mayoría en la comisión mixta.
- ¿Una nueva incertidumbre?
- Bueno, espero que tengamos mayoría si es que se afectado el corazón de la reforma. Entiendo que hay otros puntos que son menores, que podremos buscar acuerdos, como el descuelgue, los plazos, cuando entra en vigencia, pero los dos más importantes son el derecho a la huelga y la extensión de beneficios, y el fortalecimiento de los sindicatos, y por lo menos en la Cámara no estamos dispuestos a ceder en esos puntos.
- ¿La decisión ahora está en el Gobierno?
- Creo que el Gobierno lo ha hecho bien, y para no estar a última hora tratando de buscar un acuerdo, se ha dado un plazo. En febrero hay receso y todos podrán meditar cómo van a reaccionar en marzo y cuando nos encontremos trataremos de buscar un acuerdo que no altere el corazón de la reforma. Ahora, si eso no se consigue, ahí sí que imploro para que el Gobierno tome las riendas, le dé un corte, lo ponga en tabla y se vote sea cual sea el resultado.
Temor
- ¿La fuerte diferencia que hay entre los parlamentarios DC en esta materia refuerza la tesis de que en la Nueva Mayoría las diferencias son profundas e insalvables?
- Es injusto hablar de parlamentarios de la DC porque en la Cámara todos los diputados votaron a favor de la reforma. Y en el Senado Carolina Goic ha sido un gran aporte. Y habiendo en su momento más senadores en contra, hoy sólo van quedando cuatro, pero que están abiertos al diálogo y a escuchar al Ejecutivo. Yo a esta altura lo que puedo esperar es que el Ejecutivo logre convencerlos de qué se trata esta reforma y que es mejorar las relaciones laborales.
- ¿Qué se le pierda el temor a los trabajadores?
- Claro, porque hay muchos que tienen temor a que tengamos sindicatos fuertes, empoderados, más representativos, y creen que van a estar llenos de conflictos, de huelgas, y no es así, en los países desarrollados, donde hay sindicatos grandes, los conflictos son menores. Ningún trabajador quiere ir a huelga y menos quebrar a su empresa. Si cuando se va a huelga es cuando se agotaron todas las instancias de diálogo y cuando hay relaciones más equilibradas no se va a llegar a esta última instancia que es la huelga.
"Si se empieza a poner en duda el derecho real a huelga a través de readecuaciones innecesarias, el proyecto pierde todo sentido y da la sensación de que hemos perdido un año de tiempo. Si dejan los reemplazos es matar el proyecto" "Muchos tienen temor a que tengamos sindicatos fuertes, empoderados, más representativos, porque creen que van a estar llenos de conflictos, de huelgas, y no es así. En los países desarrollados, donde hay sindicatos grandes, los conflictos son menores"