Pamela De Vicenzi/Agencias
La Fiscalía de Sao Paulo confirmó ayer que inició una investigación contra el ex Presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva por un supuesto blanqueo de dinero que estaría asociado a la corrupción en Petrobras.
Según fuentes del Ministerio Público citadas por EFE, el fiscal Cássio Conserino citó a declarar para el 17 de febrero a Lula y a su esposa, Marisa Leticia Lula da Silva, con el fin de investigar si el ex Mandatario es propietario de un departamento que no aparece en sus declaraciones fiscales, lo que constituiría un delito de blanqueo de dinero.
El departamento en cuestión se encuentra en el Condominio Solaris, un edificio construido en el balneario brasileño de Guarujá y que está en la mira de la rama de la Policía Federal encargada de investigar la gigantesca trama de corrupción en Petrobras.
Los investigadores creen que la constructora OAS, propietaria del edificio, empleó los departamentos para "disfrazar" las coimas entregadas a los agentes públicos que la ayudaron a beneficiarse de la corrupción en la petrolera estatal.
El inmueble fue construido por la cooperativa sindical Bancoop vinculada al gobernante Partido de los Trabajadores (PT), que en 2009 lo vendió a la constructora OAS.
Uno de los departamentos de esa propiedad estaba reservado por la familia de Lula y, según la prensa local, llegó a ser objeto de reformas encargadas a la empresa OAS, que al día de hoy figura como su propietaria legal.
Lula negó que hubiera comprado un departamento en ese edificio, pero admitió que su esposa, Marisa Leticia Lula da Silva, adquirió una participación con vistas a una posible adquisición.
Sin embargo, aclaró que las obras para la conclusión del edificio se atrasaron y la constructora OAS ofreció reintegrarle el dinero a quienes aún no confirmasen la compra, como habría sido el caso de la familia de Lula, que aún no ha recibido la suma adelantada.
El Instituto Lula, dirigido por el ex Presidente, consideró "infundadas" las sospechas del Ministerio Público y calificó de "ligeras" las acusaciones de supuesta ocultación de patrimonio por parte del ex Mandatario y sus familiares.
La entidad que dirige Lula insistió en que su esposa adquirió en 2005 una participación en ese edificio, pero precisó que él y su esposa "nunca" llegaron a ser "propietarios en ningún condominio de Bancoop o sus sucesoras".
Según el comunicado del instituto, "la verdad será esclarecida a medida que avancen las investigaciones".
El ex Presidente se ha desligado personalmente en reiteradas ocasiones de las conjeturas que apuntan a su implicación en la corrupción y ha llegado a asegurar que no existe en Brasil un "alma viva más honesta" que él, en "ninguna institución" del país.
Por la trama en Petrobras se investiga a medio centenar de políticos, entre ellos varios cercanos a Lula, como el exministro de la Presidencia, José Dirceu, o el extesorero del Partido de los Trabajadores, Joao Vaccari Neto.
De acuerdo con la Policía, las empresas obtenían contratos amañados con Petrobras, inflaban los valores en hasta un 4% y repartían las diferencias entre directores de la estatal y partidos políticos que amparaban las corruptelas.
El juicio político en contra de Rousseff
Lula da Silva observa el escándalo de corrupción alejado del escenario principal de la política, mientras que su sucesora, la Presidenta Dilma Rousseff, sufre en el centro del huracán las consecuencias de la trama en la mayor empresa de Brasil. No obstante, el vicepresidente de Brasil, Michel Temer, aseguró ayer que la posibilidad de que la Mandataria sea sometida a un juicio con miras a su destitución ha perdido la "fuerza" que tenía hasta hace unos meses. El impeachment podría reiniciarse la próxima semana.