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"Falta una coordinación política en el Congreso; al ministro Eyzaguirre le ha faltado liderazgo"

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Paola Passig

Tras un mes de intenso trabajo para aprobar la agenda del Gobierno, lo que la oposición bautizó como un periodo marcado por el "frenesí legislativo", La Moneda logró sacar adelante tres de los siete proyectos que puso entre sus prioridades. Ahora habrá que esperar qué pasa en marzo con los que no pasaron, como la reforma laboral. La jefa de la bancada de los diputados UDI, María José Hoffmann, pasa revista al proceso.

- ¿Cómo evalúa el resultado de este mes de trabajo?

- Este ha sido un año marcado por el desorden, lo que ha impedido que generemos mayores consensos entre gobierno y oposición para avanzar en tema importantes, como educación, salud, delincuencia. Ha habido falta de claridad y convicción al interior de la Nueva Mayoría sobre cómo avanzar, y eso lo vemos en los proyectos que no se pudieron sacar durante este mes, como la reforma laboral, la agenda corta antidelincuencia y proyectos que abordan la colusión. Ha primado una falta de acuerdos internos de la Nueva Mayoría. El Congreso se ha transformado en un buzón de malos proyectos.

- ¿Cuál es la consecuencia de todo esto?

- Algunos mal entienden la lealtad con el Gobierno sin reparar en los déficits que tienen estos proyectos. La técnica legislativa la hemos corregido con proyectos, como la reforma de la reforma tributaria en más de una ocasión. Y me llama mucho la atención que los legisladores de la Nueva Mayoría hayan optado por el Gobierno más que por los ciudadanos, pero espero que en este año electoral esto cambie. La técnica al aprobar proyectos rápidos, con poco debate y donde la Segpres no acompaña el ritmo de cada uno de estos proyectos y por eso no se sabía si íbamos a terminar en enero o hasta cuándo iban a abusar de las urgencias. Y eso implica sacar malas leyes que nosotros mismos tenemos que corregir.

- ¿Y cómo evalúa el rol de Nicolás Eyzaguirre en la Segpres?

- No ha sido muy distinta la actitud que tuvo cuando fue ministro de Educación, donde también le costó generar acuerdos al interior de su propio conglomerado. Veo que falta una coordinación política en el Congreso. Aspirar a querer sacar siete proyectos emblemáticos es absolutamente legítimo, pero para eso los proyectos tienen que venir bien hechos, con un trabajo prelegislativo con la sociedad civil y también con los parlamentarios que estamos trabajando en estos proyectos. Nosotros logramos sacar la carrera docente porque estuvimos muy atentos con el Ministerio de Educación, por ejemplo, con las indicaciones que se vieron en el Senado. Las terminaron de ver un miércoles en la noche y nosotros las votamos el jueves a favor porque ahí sí hubo un trabajo legislativo y un Ministerio que quiso colaborar. Pero al ministro Eyzaguirre le ha faltado cierto liderazgo y esa humildad necesaria para firmar acuerdos, incluso, de su propia coalición.

- ¿Que no se lograra sacar toda la agenda legislativa prevista es un fracaso?

- Cuando fijas expectativas fuera de la realidad y no eres capaz de cumplirlas, los efectos son evidentes: por ejemplo, la UDI ha tenido que ser una oposición doblemente firme porque, por ejemplo, en educación la única forma de hacer entender al Gobierno ha sido con instrumentos que van más allá de las herramientas que tenemos en el Congreso, como fue la presentación ante el Tribunal Constitucional. La falta de convicción y de consenso interno, es lo que hace que el país no avance como debiera, especialmente en materias ciudadanas. Avanzamos en reformas políticas, pero no le estamos cumpliendo a la ciudadanía con los proyectos que está esperando, por ejemplo, con proyectos concretos en temas de delincuencia. Ahí hemos fallado. Yo habría priorizado las urgencias que tienen los chilenos, como es la agenda corta antidelincuencia. Esta es una muestra de cómo estamos legislando de espalda a los chilenos con proyectos que no les afectan en su vida diaria.

- Pero la Comisión de Constitución del Senado alcanzó a aprobar el control preventivo de identidad, que es un tema bien sensible para la UDI. ¿Es un avance?

- No sólo para la UDI, para la ciudadanía, y si no le entregamos herramientas concretas a los carabineros para avanzar en el combate a la delincuencia, no hay ninguna posibilidad de reducir los índices. Y de hecho, el control preventivo de identidad es muy distinto a la detención por sospecha. De acuerdo a la edad, es un control que va variando y nosotros necesitamos entregarles herramientas a Carabineros. De lo contrario, es imposible. En la Cámara se generaron ciertos acuerdos y espero que el Senado no retroceda en algo que es clave para la institución y que es darles mayores atribuciones. Yo espero que se corrija en el Senado, que se cumplan las penas efectivas de al menos un año para aquellos que entren a robar al interior de las casas. No hay cerro de San Antonio que yo no recorra donde no nos pidan a gritos que seamos más firmes con la delincuencia. La gente vive encerrada, asustada, y los delincuentes están cada día más especializados. Seguir creyendo que la delincuencia no se combate de esa forma es un error de la Nueva Mayoría. Y espero en que no se revierta en la Sala lo que aprobó la comisión.

- Como jefa de la bancada UDI lideró la ofensiva para vetar a la mesa luego que declarara admisible la propuesta del PC de anular la Ley de Pesca. ¿Cómo evalúa el desempeño de la mesa?

- Creo que la Mesa y en especial el presidente se equivocaron cuando se confundieron de rol. El presidente es presidente de la Cámara y debe hacer respetar la independencia del Congreso frente al Gobierno y no actuar como un funcionario más de Gobierno, porque lo que ocurre al final es que termina siendo cómplice de tramitaciones rápidas, llenas de errores, de tramitaciones donde confunden la deslealtad con sacar buenos proyectos. Por eso creo que este año no fue bueno para esta mesa, las confusiones que se generaron por la falta de liderazgo al enviar el proyecto que anula la Ley de Pesca a una comisión en vez de tomar una decisión con liderazgo creo que también fue un error. El año en general fue bastante bueno, pero en el término el presidente se confundió en su rol.

- El proyecto sobre partidos políticos bajó de 0,5 a 0,25 el porcentaje del electorado para constituirse como tales y de 5% para mantenerse. ¿Le parece adecuado?

- Creo que la exigencia en la conformación de los partidos, o sea, la cantidad de firmas, sigue siendo muy baja, pero en estos temas, más que principios, son regulaciones que privilegian los acuerdos de cómo queremos construir un nuevo sistema político, y en esto creo que hay menos dogma y mayor capacidad de llegar a acuerdos. Yo espero que no sea una ley tan rígida ni tan estricta. Hoy día me parece que sí lo está siendo en esos aspectos, pero vamos a ver en la práctica si se pueden hacer modificaciones.

- No contempla la mantención de los partidos regionales...

- No hay que tenerle miedo a la proliferación de los partidos ni tampoco al multipartidismo. Hay experiencias en Chile en los años 70 que no son positivas. Pero hay que admitir que estamos en una etapa distinta, la representación regional es positiva, siempre y cuando exista una línea unitaria a nivel nacional. En este tema tengo más flexibilidad que en otros y efectivamente se puede arreglar.

- ¿Cómo está Chile Vamos?

- Como miembro del Consejo de Chile Vamos, tengo confianza de que estamos dando los pasos de una alianza con mucho futuro. En todos mis años en política nunca había visto esta energía que tiene esta nueva coalición y que de verdad está comprometida en las verdaderas urgencias sociales que debieran ser el corazón de un futuro programa de gobierno. Hay completa conciencia de la necesidad de volver al gobierno, de la falta de candidatos que hay al frente ya que no existe la candidata imbatible y, lo más importante, es que estamos trabajando en este programa más allá de los nombres que puedan liderarlo. Ahora, lo que estamos trabajando es en cómo logramos conducir el malestar que tiene la clase media y los sectores populares que ven que sus problemas no se solucionan. En marzo volveremos a la carga.

"Ha habido falta de claridad y convicción al interior de la Nueva Mayoría y ha primado una falta de acuerdos internos. Al final, el Congreso se ha transformado en un buzón de malos proyectos"

"Chile Vamos está trabajando un programa y en cómo conducir el malestar que tiene la clase media y los sectores populares que ven que sus problemas no se solucionan. En marzo volveremos a la carga" "Las urgencias sociales debieran ser el corazón de un futuro programa de gobierno, ya que hay completa conciencia de la necesidad de volver al gobierno y de la falta de candidatos que hay al frente, ya que no existe ahora la candidata imbatible"

"Al ministro Eyzaguirre le ha faltado cierto liderazgo y esa humildad necesaria para firmar acuerdos, incluso en su propia coalición"