Secciones

Metodología de la investigación (6ª. ed.)

E-mail Compartir

Nueva edición de este conocido libro, cuyo autor principal es Roberto Hernández Sampieri, ahora acompañado por Carlos Fernández Collado y Pilar Baptista Lucio. Muy renovado, el libro pretende mantener su destacado espacio en la enseñanza de los métodos de investigación, ahora vinculando el texto impreso -el cual trata los temas básicos de investigación- con un centro de recursos en línea. En línea se puede encontrar temas complementarios y herramientas para los análisis, tales como el software SISI, manuales prácticos para estilos de publicación y manuales sencillos de Atlas.ti, SPSS y SISI, entre varios otros recursos.

Pacto universal contra el calentamiento global

CAMBIO CLIMÁTICO. El "Acuerdo de París", un consenso entre 195 países hacia una economía "baja en carbono".
E-mail Compartir

FERNÁNDEZ

Las consecuencias del cambio climático han sido catastróficas en todo el mundo. Las estaciones se están haciendo cada vez más intensas, el nivel del mar ha aumentado considerablemente, la escasez hídrica ya se hace sentir y los desastres naturales son más frecuentes.

En Chile, durante el 2015, hubo aluviones en el Norte y recurrentes marejadas que destruyeron parte del borde costero de la Quinta Región, además de grandes incendios en Valparaíso y en el Sur. Asimismo, a fines de diciembre, Paraguay, Argentina, Brasil y Uruguay se vieron seriamente afectados por inundaciones, producto de fuertes tormentas causadas por el fenómeno de El Niño.

Los cambios en el clima impactan negativamente en los diferentes ecosistemas y en la economía mundial. Uno de los sectores que se ve más afectado y en forma inmediata es el agrícola, donde las cosechas de distintos granos como el maíz y el trigo y otros productos tales como frutas y verduras disminuyen drásticamente, ya sea por inundaciones o sequías, originando escasez y el consiguiente aumento en sus precios, mermando el bienestar de los consumidores.

Medidas a nivel mundial

Desde hace tiempo, la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático realiza conferencias anuales, en las cuales se plantean diferentes medidas para evitar el calentamiento global, que es el causante principal del cambio climático. Diversos estudios han demostrado que el origen de este fenómeno es antropogénico, es decir, proviene de la actividad humana (deforestación y quema de combustibles, entre otras prácticas), la cual es responsable de más del 60% del problema; el resto obedece a causas naturales, como por ejemplo, actividad volcánica.

En 1997 se estableció el primer paso para la reducción y estabilización de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), provocadores del calentamiento global, bajo el nombre de Protocolo de Kioto, el cual estableció metas para 37 países industrializados y la Unión Europea. Lamentablemente, ese protocolo no bastó para detener las consecuencias del cambio climático, aunque incentivó a las empresas a tener presente el medio ambiente en sus decisiones de inversión y propició la creación del mercado de carbono.

La última conferencia sobre este importante tema, la número 21, se realizó el 12 de diciembre del 2015 y en ella, 195 países, la totalidad de los Estados miembros de las Naciones Unidas, firmaron el "Acuerdo de París", en el cual se logró un consenso pleno en "transitar como planeta y sociedad, hacia una economía baja en carbono". Esto implicó que, por primera vez, los mayores emisores de gases de efecto invernadero y los países más vulnerables, se unieran contra el cambio climático, generando así un pacto universal.

Compromisos de Chile

Nuestro país se comprometió, principalmente, a la reducción de un 30% de las emisiones de gases de efecto invernadero, por unidad del PIB, al año 2030, porcentaje que podría variar entre un 35% y un 45% en caso de obtener financiamiento internacional.

Asimismo, a la recuperación y manejo sustentable de 100.000 hectáreas de bosques, principalmente nativos, y a la reforestación de otras 100.000 hectáreas solo con especies nativas.

Para cumplir con los buenos propósitos es necesario que en cada país se establezcan, en forma muy precisa, los diferentes mecanismos que se dispondrán para lograr las metas señaladas, indicando el costo y las formas de financiamiento, señalando asimismo las sanciones que recibirán las partes involucradas, en caso de no cumplimiento.

A mi juicio, la tarea más difícil es crear en cada individuo una responsabilidad ambiental. Algunos ya la tienen, pero parece que la mayoría no: basta con observar en nuestra región el uso cada vez mayor de automóviles, las toneladas de basura que quedan después de cada evento masivo y el persistente uso del plástico. Pero, lo importante es que estamos avanzando lentamente hacia un mundo mejor para la humanidad.

Ciencias sociales y publicaciones

E-mail Compartir

RENZO DEVOTO RATTO

Director, Escuela de Ingeniería Comercial PUCV

Por financiamiento, acreditación y/o posición en rankings internacionales, muchas universidades del país están exigiendo a sus académicos aumentar la cantidad de publicaciones en revistas de "alto impacto". Así, a los académicos los acecha la consigna "publica o desaparece".

Para las ciencias sociales, el excesivo énfasis en este aspecto del trabajo académico resulta preocupante, ya que se les está aplicando un enfoque propio de las "ciencias duras", que limita sus posibilidades de aportar a la sociedad. Va un par de ejemplos.

El artículo "Del 1 por ciento, por el 1 por ciento, para el 1 por ciento", de Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía 2001, publicado en el año 2011 en la revista Vanity Fair, según el mismo Stiglitz tuvo muchos más lectores e impacto efectivo que su artículo académico sobre el tema de la desigualdad en la distribución del ingreso publicado en la revista "Econometrica" en el año 1969.

En su libro "Para hablar de la sociedad", el sociólogo Howard Becker rechaza la pretensión de que el conocimiento que los cientistas sociales producen de la sociedad -en sus artículos académicos- es el único conocimiento "real" respecto a la complejidad de la vida social. Becker propone prestar también atención a los artistas visuales, novelistas, dramaturgos, fotógrafos, cineastas, cuyos modos de representar a la sociedad revelan otras categorías y posibilidades analíticas.

Las universidades tienen como una de sus obligaciones el poner sus conocimientos al servicio de la sociedad. Que el excesivo énfasis en las publicaciones académicas de "alto impacto" no termine siendo un cepo, en especial para sus cientistas sociales.