Carolina Collins
Un informe sobre rendimiento elaborado a partir de los resultados de la pruebas PISA (Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes) ubicó a Chile entre los 11 países de la OCDE con mayor desigualdad educativa. El documento alertó que un estudiante del país con bajos recursos tiene seis veces más probabilidades de bajo rendimiento escolar.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) dio a conocer ayer el informe, que detalla varios aspectos en este ámbito. Entre ellos, que Chile se ubicó en el noveno lugar del ranking de desigualdad, que alerta sobre países donde la situación socioeconómica del alumno tiene más impacto en su rendimiento escolar.
Además de Chile, aparecen en el listado países como Perú, que quedó en el tercer lugar, Estados Unidos, Costa Rica, Brasil, Colombia y Uruguay.
Según los resultados de la prueba PISA 2012, el 52% de los estudiantes chilenos tuvo un bajo rendimiento en matemáticas, cuando la media de los países OCDE es de 23%. Asimismo, 33% tuvo un nivel bajo en lectura (la media es de 18%), 34% bajo en ciencias (media 18%) y 25% nivel bajo en las tres materias, contemplando que la media de los países miembros es de 12%.
La prueba define como rendimiento "bajo" el que se ubica bajo el niel 2 en pruebas de matemáticas, lectura y ciencias, nivel que es considerado como requerido para participar de una sociedad moderna.
En el caso de Chile, el 75% de los estudiantes desfavorecidos tuvo un bajo rendimiento en matemática, mientras que los alumnos de situación socioeconómica buena, fue de 25%.
En cuanto a género, en 2012 57% de las alumnas en Chile tuvo un bajo rendimiento en matemática, mientras que en el caso de los alumnos el 45% tuvo un bajo rendimiento. De ahí que la OCDE resaltara que en el país la mujeres tienen una probabilidad más de dos veces mayor de tener un bajo rendimiento en matemáticas que los hombres.
La OCDE entregó ayer una serie de recomendaciones para mejorar el rendimiento escolar, que según estableció, es "esencial para la sociedad y para la economía".
El organismo recuerda al Gobierno "hacer del bajo rendimiento una prioridad en su agenda de política educativa - y convertir esa prioridad en recursos adicionales". Para eso, aconseja crear un entorno de exigencia y que dé apoyo a los alumnos, ofrecer refuerzo escolar, animar a los padres y las comunidades locales a involucrarse en la vida escolar.
También aconseja identificar a los estudiantes de bajo rendimiento y diseñar una estrategia adecuada a su perfil, ofrecer programas de refuerzo especiales para estudiantes de origen inmigrante, que hablen una lengua minoritaria o que provengan de zonas rurales, atacar los estereotipos de género y dar apoyo a las familias monoparentales, reducir desigualdades en acceso a educación preescolar y limitar la separación de los estudiantes por nivel académico. Según la OCDE, si todos los estudiantes chilenos de 15 años alcanzaran el nivel básico de la prueba PISA, el PIB en 2095 podría ser 35% mayor.