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Acreedores de la U. del Mar advierten que sentencia indemnizatoria es un "triunfo moral"

JUDICIAL. Abogado que solicitó la quiebra del plantel critica a excontroladores y al Estado. Alumnos valoran precedente.
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Como un "triunfo moral" calificaron la sentencia emanada del Tercer Tribunal Civil de Viña del Mar cerca de 500 acreedores de la Universidad del Mar, representados por el abogado Guillermo Claverie, quien fue el que solicitó la quiebra del plantel el año pasado.

Ayer, este Diario dio a conocer la decisión que el tribunal viñamarino tomó frente a la demanda colectiva que realizó el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) el año 2012. Esta contempla que la Universidad del Mar - actualmente en quiebra y en proceso de remate de sus inmuebles a lo largo del país - pague a todos los exalumnos montos diferenciados según la situación en la que se encontraban entre los años 2013 y 2014.

Cuatro grupos

De esta forma, dividió en cuatro grupos a los exestudiantes: El primero son aquellos jóvenes que fueron reubicados en otras universidades gracias al convenio realizado por el Ministerio de Educación, y a ellos se les deberá pagar el dinero gastado en traslados a otras casas de estudio u otras sedes equivalentes a la beca Junaeb de la U. del Mar según tramos, con un monto mínimo de $32.000 por diez meses.

El segundo grupo está compuesto por quienes se reubicaron en 2013 en otras universidades de forma individual dejando de ser estudiantes de la cuestionada casa de estudios. A ellos se les debe indemnizar el atraso académico de cada uno. Además recibirán dinero por los costos de traslado y por la diferencia entre el arancel pagado entre 2013 y 2014 en la nueva institución y la vigente en la U del Mar.

El tercer grupo lo componen quienes cuya reubicación no fue posible y por eso no pudieron estudiar durante el año 2013. A ellos se les debe indemnizar con un monto equivalente a un arancel de su carrera en el 2012 y además, si corresponde, el retraso académico que esto significó.

Por último, el cuarto grupo está compuesto por quienes tuvieron ramos cursados en la Universidad del Mar que no fueron o no son susceptibles de convalidación u homologación en otras instituciones. A ellos se les compensará el valor de todas las matrículas y aranceles pagados durante todos los años de permanencia en la Universidad y los gastos en que hayan incurrido por concepto de transporte, para lo cual se considerará, para cada alumno, un monto equivalente a dos pasajes diarios a una tarifa de $ 180 cada uno durante 5 días por semana y durante 10 meses, cada año.

Finalmente, para el caso de aquellos estudiantes que hayan debido cursar estudios fuera de su lugar de origen y que hayan efectuado gastos relativos a alojamiento, pensión, residencia o arrendamiento se calculará una indemnización que corresponde a la suma de $ 95.000 mensuales, por 10 meses, cada año.

Síndico y sernac apelan

El síndico de quiebra, Cristián Herrera, apeló a la decisión, y argumentó para ello que los acreedores del plantel - a quienes representa - están "tanto o quizás más afectados que los alumnos de la casa de estudios tantas veces señalada". También dijo que la prueba de Sernac en la demanda no es consistente, que no se han acreditado los perjuicios por los que se pide la indemnización, critica que no se le haya notificado con anterioridad la causa y que, en su lugar, haya sido un abogado de la casa de estudios quien respondiera la demanda en su curso.

El Sernac también apeló, por considerar que, si bien se acogió la mayoría de sus demandas, no se consideró el detrimento del título universitario de la Universidad del Mar en ello, ni tampoco se estipularon como cláusulas abusivas todas las que esta parte solicitaba al Tribunal.

Con todo, la dirigenta de los exalumnos morosos de la U. del Mar, Susana Giacamán, valoró la sentencia "porque marca un precedente de que por fin la justicia está fallando a favor de las víctimas del lucro. Sin embargo, sigue habiendo un Estado que no se pronuncia, nosotros seguimos siendo clientes de la educación y no sujetos con derecho a educación. Esta es una demanda que no se ganó, hay una apelación del sindico, pero de todas maneras nosotros somos súper conscientes en cuanto a la expectativa de lo que está sucediendo".

"Nuestra propia plata"

La exestudiante de Nutrición en la sede Maipú explica que "la universidad está quebrada, nos está cobrando, dejándonos en Dicom con intereses sobrehumanos para pagar las otras deudas que tienen, y hay un orden de prioridad de deudas... están los bancos, las empresas asociadas, los trabajadores y por último nosotros. Además, seamos realistas... si nos indemnizan, lo harán con nuestra propia plata, porque la universidad está en quiebra y nos está cobrando a nosotros".

Este Diario consultó a Sernac sobre su parecer frente a la sentencia, pero el organismo decidió no dar declaraciones por tratarse de un proceso que sigue en curso. También se intentó contactar al síndico de quiebra, Cristián Herrera, y al rector de la Universidad del Mar, Patricio Galleguillos, pero no se les encontró en la sede del plantel (ver recuadro) y se informó que ambos se encuentran de vacaciones.

Acreedores

El abogado Guillermo Claverie, representante de unos 500 acreedores (funcionarios y profesores del plantel), sostuvo por su parte que "estando declarada en quiebra la Universidad ocurre lo siguiente: en las quiebras existe lo que se denomina orden de prelación de créditos, es decir, existen créditos de distinta naturaleza, y en virtud de eso se pagan en un orden determinado. Ejemplo, los créditos laborales se pagan antes que otros acreedores. Las hipotecas, las prendas, los impuestos, se pagan antes también. Está establecido en la ley. Y los últimos de la cola son aquellos que se llaman los créditos valistas, que son aquellos que no tienen ninguna preferencia. Por ejemplo, una letra de cambio, un cheque, un pagaré, y podríamos sumar esta indemnización que les acaban de conceder a los alumnos. En definitiva esta sentencia que les reconocen a los alumnos no es nada más que un triunfo moral, puede ser una linda sentencia judicial que la van a poder enmarcar, pero que no tienen posibilidad alguna de poder cobrarla".

El representante dijo que, de los $40 mil millones que se adeudan a la Universidad del Mar, "los exalumnos han pagado cerca de $2 mil millones... falta mucho todavía. Pero lo que se debe es tanto... piensa que las cotizaciones de seguridad laboral también son preferentes (de pago) y generan el interés máximo convencional".

Abandono de sede de Recreo

En un recorrido realizado ayer a la sede Recreo, se pudo constatar que ésta, a diferencia de lo que ocurría el año pasado, se encuentra cerrada con llave y completamente vacía. Entre las rejas se alcanza a ver un papel tamaño carta impreso con el siguiente mensaje: Información: comunicamos que a partir del 01 de diciembre 2015 estaremos ubicados en 7 Norte 519 esquina 2 poniente (hacia el mar)". La nueva "sede" se trata más bien de una casa ubicada en la Población Vergara que está siendo arrendada por el plantel para trámites administrativos, reuniones de la Junta de Acreedores y exámenes de grado de los últimos alumnos de la institución. Allí trabajan unas 20 personas, pero en este periodo están casi todos de vacaciones, incluido el rector, por lo que hay apenas cinco funcionarios administrativos. Lo único que la distingue como parte del plantel es un pequeño banderín en el patio, escondido entre algunas plantas, que dice : "Universidad del Mar Autónoma".

Diputado Gaspar Rivas: "Esta sentencia tiene de dulce y agraz"

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El diputado Gaspar Rivas (IND), presidente de la actual comisión investigadora de las reubicaciones del Ministerio de Educación para alumnos de la Universidad del Mar comentó, en medio de sus vacaciones, que la sentencia del tribunal viñamarino es "de dulce y agraz".

El parlamentario sostuvo que "esta sentencia no solo afecta directamente a los posibles beneficiados, sino que también muchos están esperando entender cuál es la opinión de los tribunales sobre la estafa de los alumnos de la U. del Mar. Y sobre eso, esta sentencia tiene dos lecturas, un positiva y otra negativa".

Rivas explica que "lo bueno es que se reconoce que los alumnos tienen derecho a exigir una indemnización por el daño causado y, lo más importante, que hay una responsabilidad de la universidad y que los alumnos no tienen ninguna culpa. Pero el aspecto negativo o que genera incertidumbre es que el solo hecho de que sea el Servicio Nacional del Consumidor, cuyo nombre lo dice todo, el que interpuso esta demanda, muestra una realidad insoslayable e impresentable, que es que para el Estado de Chile la educación no es un derecho social, sino que un bien de consumo. Pero acá sigue en deuda el Estado, a través del Ministerio de Educación, que tiene mucho de qué pronunciarse".