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Macri admite que la inflación no bajará "de un día para el otro" en Argentina

EXPECTATIVAS. Sin embargo, el Mandatario aseguró que hará "todo lo necesario para cuidar" a la población del aumento de precios. El Gobierno trasandino advirtió que 2016 será para los argentinos "un año muy estrecho" y "duro".
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El Presidente argentino, Mauricio Macri, reconoció que no logrará disminuir el índice de inflación "de un día para el otro", aunque aseguró que hará "todo lo necesario para cuidar" a la población del aumento de precios.

"Sabemos que es un problema que afecta primero a los que menos tienen, y es fundamental resolverlo. No va a ser de un día para el otro, pero de a poco y con pasos concretos lo estamos solucionando", comentó el Jefe de Estado en una columna publicada ayer por el diario Popular.

El Gobierno estima que la inflación anual rondará entre el 20% y 25%, aunque diferentes consultoras privadas, economistas y sindicatos vaticinan que el número podría superar el 30%.

El pasado miércoles, durante un acto oficial, Macri prometió impulsar medidas para reducir en forma "gradual" la inflación en momentos en que crece el malestar popular por el sostenido alza de los precios y la demora en contar con estadísticas oficiales.

En una entrevista publicada ayer por el diario El Tribuno, la Vicepresidenta, Gabriela Michetti, anunció que 2016 será para los argentinos "un año muy estrecho" y "duro", y expresó que no será hasta los últimos meses del año cuando se apreciará una "baja de la inflación".

"Va a ser un año en el cual no vamos a poder darle a la gente todo lo que nos gustaría darle desde el Estado, porque el estado hoy no tiene un peso y encima estamos endeudados hasta el cuello", aseguró.

La inflación registró una aceleración desde fines de noviembre. En enero pasado alcanzó un 3,6%, según un promedio de mediciones privadas difundidas por legisladores opositores en el Congreso.

La Dirección de Estadísticas y Censos de Buenos Aires informó que en enero la inflación trepó al 4,1%, tras el 3,9% que registró en diciembre. La inflación acumulada de los últimos 12 meses en la Ciudad de Buenos Aires ascendió al 29,6%.

El Gobierno suspendió la difusión de las estadísticas oficiales de inflación para reelaborar los procesos de medición tras las supuestas manipulaciones en los cálculos de los índices desde 2007, por la intervención de los gobiernos kirchneristas en el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).

El proceso sufrió un revés la semana antepasada, con el despido de la directora técnica del INDEC, Graciela Bevacqua, quien había anticipado que la elaboración del nuevo índice de inflación demoraría ocho meses, un plazo que el Gobierno consideró excesivo en momentos en que comienza a negociar las alzas salariales con diferentes gremios de trabajadores.

El Gobierno, expresó ayer el jefe de gabinete, Marcos Peña, "está trazando un camino" que "lleve a eliminar a la inflación", y para eso intentará "evitar la formación de monopolios fomentando la competencia para defender al consumidor y que no haya abusos y especulaciones".

"Lo principal para alcanzar las metas económicas que nos propusimos es tener una buena política, con medidas a favor del ingreso de la gente", analizó Peña en su cuenta de la red social Twitter.

Antecedentes

Inflación estimada El Gobierno estima que la inflación anual rondará entre el 20% y 25%.

Un peor pronóstico Diferentes consultoras privadas, economistas y sindicatos vaticinan que el número podría superar el 30%.

Medidas Macri prometió impulsar medidas para reducir en forma "gradual" la inflación.

Suspensión de estadísticas El Gobierno suspendió la difusión de las estadísticas oficiales de inflación debido a supuestas manipulaciones.

Nuevo índice El Gobierno de Mauricio Macri busca elaborar un nuevo índice de inflación.

3,6% alcanzó la inflación en Argentina en enero pasado, según mediciones difundidas por la oposición.

29,6% ascendió

la inflación acumulada de los últimos 12 meses en la Ciudad de Buenos Aires.

La duda acompaña al smartphone, el vehículo y la tablet más baratos del mundo

INDUSTRIA. Asociación India de Móviles expresó incredulidad sobre cómo un teléfono inteligente puede venderse a US$ 3,7.
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El lanzamiento la semana pasada del smartphone más barato del mundo en la India, cuna del auto y de la tablet más económicos del planeta, reavivaron las dudas sobre este tipo de productos y la pregunta de cómo lo logran.

El smartphone Freedom 251 de la firma india Ringing Bells, con un precio de US$ 3,7, sucedía así al vehículo Tata Nano, lanzado en 2009 al módico precio de US$ 1.500, o de la tablet Aakash, que en 2011 salió con un precio de US$ 22.

Pero a diferencia de sus antecesores, a los que se les criticó desde un principio las pocas prestaciones, las dudas hacia el Freedom 251 fueron opuestas.

La Asociación India de Móviles (ICA) trasladó al Gobierno asiático su incredulidad sobre cómo un aparato con las prestaciones que ofrece ese smartphone podía venderse a ese precio.

Según explicó el director de ICA, Bijesh Kumar Roul, la venta de ese móvil, sumándole distribución, impuestos y otros costos, tendría un precio mínimo de US$ 60, e incluso con subsidios su costo no podría ser inferior a US$ 52.

ICA no quiso especular sobre las causas que permitieron a Ringing Bells vender a un precio tan barato y prefirió esperar a que las autoridades investiguen.

Las críticas hacia el auto más barato, el Tata Nano, surgieron luego que seis de estos pequeños vehículos en forma de huevo ardieran en la carretera, lo que llevó a muchos a preguntarse cuánto habían ahorrado en seguridad.

Las ventas del Tata Nano desde 2010 no han parado de descender. Según reconoció el presidente emérito del Grupo Tata, Ratan Tata, promocionarlo como "el auto más barato del mundo" fue un error, debido a las connotaciones negativas que eso conlleva.

Una opinión que no compartió la publicista india Vandana Katoch, que cree que "promocionarte como el más barato" puede ser positivo. "Es bueno para hacer ruido y conseguir atención", afirmó Katoch.

Sin embargo, según la publicista, "ser el más barato no es suficiente" y la clave del éxito está en responder a las expectativas que tiene el cliente al comprar un producto a ese precio.

El padre de la tablet electrónica más barata del mundo, el indo-canadiense Suneet Singh Tuli, al que criticaron en un principio la "lentitud" de su producto, tampoco cree que sea un problema promocionarse como "el más barato".

Tuli insistió tras el lanzamiento de la Aakash en "romper la barrera de lo asequible" con el resto de móviles y tablets que puso a la venta en países en desarrollo, al centrarse en "innovar para conseguir algo lo suficientemente bueno" al tiempo que barato.