Destino de edificios patrimoniales
Valiosos inmuebles del Almendral y Puerto permanecen prácticamente abandonados y requieren una pronta respuesta. La recuperación de estos y otros edificios es urgente, pues cada día que pasa su deterioro es mayor, toda vez que los estudios previos y trabajos demandan su debido tiempo.
Han transcurrido seis años desde el terremoto de febrero del 2010 y la ciudad de Valparaíso presenta una serie de edificios patrimoniales cuyos trabajos están paralizados o ni siquiera se han comenzado. Algunos de ellos presentan deterioro desde antes de aquel violento sismo.
El llamado de atención acerca de esta realidad ha sido formulado a través de nuestro diario por el delegado municipal del sector Almendral de Valparaíso, Víctor Fuentes, quien entregó como ejemplo de este destino tres inmuebles de gran valor, como la Iglesia de Los Doce Apóstoles, en la avenida Argentina, y el Palacio Polanco, en la avenida Brasil con Las Heras, a los que se suma el Mercado Puerto, en la plaza Echaurren. Pero hay otros que no fueron mencionados.
El tradicional templo de Los Doce Apóstoles, con su característica casa parroquial, se encuentra severamente dañado, y solo recién se han conseguido algunos recursos para que el municipio realice los estudios preliminares de diseño, para determinar los fondos que se requieren para su restauración completa.
En el caso del Palacio Polanco, de propiedad de Carabineros de Chile, en el que funcionaba el casino de oficiales de la prefectura, no ha habido avances y solo en los últimos tiempos, se ha dispuesto vigilancia en su perímetro, ya que incluso había sido objeto de daños y destrozos ocasionados por terceros.
Otros de los inmuebles emblemáticos que requieren atención, son la escuela Barros Luco, de la calle Victoria, y el asilo y templo de la Providencia, en la calle Juan José González de Hontaneda.
En relación con el Mercado Puerto, inserto en una de las zonas típicas declaradas por el Consejo de Monumentos Nacionales, se está a la espera de dineros anunciados por el Gobierno a través de la Subsecretaría de Desarrollo Regional, y cuyos trabajos debería haber comenzado a mediados del año pasado.
Tiene razón el personero municipal en cuanto a que se deben efectuar todos los esfuerzos económicos que correspondan para su recuperación, puesto que mientras más tiempo transcurra, más deterioros se van a ir presentando en los inmuebles, los que requieren de una atención preferente, toda vez que forman una cadena de bienes materiales e inmateriales que han contribuido a nominar a la ciudad de Valparaíso, o una parte de su casco histórico, como sitio de patrimonio de la Humanidad.