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Los demócratas Hillary Clinton y Bernie Sanders se medirán en el estado clave de Michigan

ESTADOS UNIDOS. La ex primera dama norteamericana y el senador por Vermont incrementaron su hostilidad en un debate previo a la jornada de hoy. Los republicanos, en tanto, tendrán votaciones en cuatro estados.
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Los aspirantes demócratas y republicanos a la Casa Blanca competirán hoy en tres elecciones primarias y una asamblea: Hawai, Idaho, Mississippi y Michigan. Este último figura como el más importante de la jornada por el número de delegados en disputa.

En el caso de los precandidatos demócratas Hillary Clinton y Bernie Sanders, el estado de Michigan se hace aún más decisivo, pues se repartirán 147 delegados.

La ex secretaria de Estado y el senador por Vermont también se medirán en Mississippi, que ofrece 41 delegados, e Idaho, con 27.

Del lado republicano, el magnate Donald Trump, los senadores de origen cubano Ted Cruz y Marco Rubio, y el gobernador de Ohio, John Kasich, se enfrentarán en la asamblea de Hawai, que ofrece 19 delegados, y en las primarias en Idaho (32), Mississippi (40) y Michigan (59).

Si bien la composición geográfica y económica de Michigan podría favorecer a Sanders, los últimos sondeos han mostrado a Clinton como la favorita entre los votantes demócratas de ese estado del medio oeste.

Dos días antes de esa contienda, el domingo, la ex primera dama y el senador demócrata incrementaron su hostilidad y cruzaron agresivas críticas durante un debate presidencial emitido por CNN. Temas como el comercio y la influencia de Wall Street fueron donde hubo más discusión.

Además, Clinton acusó a su rival de dar la espalda a la industria automotriz, a lo que Sanders respondió que los amigos de Clinton en Wall Street "han destruido esta economía".

Fue un notable cambio de tono entre los dos demócratas, una muestra del cada vez más complicado esfuerzo de Sanders por detener a la líder en las preferencias de su partido. Ambos candidatos se interrumpieron frecuentemente uno al otro y se lanzaron acusaciones de tergiversar sus historiales.

"Para variar, tengamos hechos y no solo palabras", le dijo Clinton a Sanders.

"Déjeme contar mi historia, usted cuente la suya", respondió Sanders. "Su historia es la de votar por cada enmienda comercial desastrosa y votar por un país corporativo".

En más de una ocasión, Sanders respondió a las interrupciones de Clinton al decirle: "Discúlpeme, estoy hablando", o "Déjeme terminar, por favor".

Sus desacuerdos fueron evidentes, pero lejos del panorama en el debate republicano en Detroit hace tres días, un enfrentamiento entre cuatro protagonistas definido por crecientes ataques personales, insultos e incluso referencias sexuales.

Clinton dijo que aunque tiene diferencias políticas con Sanders "comparen la sustancia de este debate con lo que se vivió la semana pasada".

Sanders también opinó al respecto. "En caso de ser electos, vamos a invertir mucho en salud mental y cuando uno ve los debates republicanos, se da cuenta de por qué". Ambos rieron tras ese comentario.

Cada uno de ellos mostró sus credenciales como el mejor candidato para vencer al favorito en las primarias republicanas, Donald Trump, en una eventual elección general en noviembre.

Clinton dijo que ha recibido más votos que Trump en las primarias y pronosticó que su "intolerancia, abusos y bravuconería no van a sentar bien entre el pueblo estadounidense".

"Me encantaría competir contra Donald Trump", dijo Sanders. "Sanders contra Trump es mucho mejor debate que Clinton contra Trump".