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Estrellas perdidas y el Decano de América

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- Cree que es válido el reclamo de las estrellas de 1941 y 1942.

- No hay que esperar un reconocimiento nacional, porque no se va a dar, eso no quita que se incluyan las estrellas de forma simbólica, como ocurre con el símbolo de Patrimonio de la Humanidad.

- ¿Ha ahondado en su tesis respecto a que Wanderers es el club de fútbol más antiguo de América?

- Yo tengo esa convicción y los argumentos, planteé el tema como parte del Consejo Asesor, pero no hubo mayor interés. Creo que falta visión para dimensionar que ser el Decano de América es más importante que pelear por un par de estrellas en el medio local.

"Santiago Wanderers ha vivido muchos momentos más complejos que el actual"

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Luis Cabrera del Valle

Gonzalo Serrano del Pozo dice que ya no sufre tanto con Wanderers. Pero hay momentos en que su sentimiento atávico emerge y vuelve a ser el de antes. "Los goles de último minuto y los resultados injustos desatan pasiones que uno creía superadas", confiesa.

Sin embargo, ese fervor por el equipo verde no nubla el juicio de este Doctor en Historia, académico de la Universidad Adolfo Ibáñez y coautor del libro "Santiago Wanderers de Valparaíso, una historia de tres siglos".

De partida, pone paños fríos respecto al presente de la institución, afirmando que no es el más complicado que le ha tocado vivir en su centenaria historia.

"Hay muchos momentos más complejos que el actual, el terremoto de 1906 destruyó la sede, quemó los documentos y las copas, eliminó los registros históricos de su fundación y hubo un cuestionamiento si valía la pena seguir. La otra gran crisis ocurrió cuando se cuestionó la inserción de Wanderers en el profesionalismo, principalmente porque significaba llevarse al equipo a jugar a Santiago y abandonar el torneo regional. Por último, la del centenario, que fue la más triste, en vez de celebrar, Wanderers estaba próximo a la Tercera División y se cuestionó seriamente la posibilidad de que desapareciéramos", dice el historiador.

- Y cómo ve el panorama actual, con un equipo renovado y ofensivo, aparejado de una crisis económica e institucional.

- Son las paradojas del fútbol, fuimos campeones de la Copa América y luego vivimos una de las peores crisis institucionales, algo similar sucede con Wanderers, el orden económico no tuvo éxito deportivo, y ahora que se da, se ha especulado incluso con la quiebra.

- Usted ha estudiado la historia del club, ¿percibe que lo que sucede hoy es algo cíclico?

- En una historia tan extensa como la de Wanderers, claro que hay ciclos, los de bonanza y orden institucional, eso sí, han sido los menos.

- ¿Piensa que el momento que vive el Decano es el más complicado en sus más de 120 años?

- No, salvo por la violencia de las barras, eso es inédito.

- ¿Cuál es la responsabilidad de la sociedad anónima y cuál la de los socios e hinchas?

- La sociedad anónima intervino ante el fracaso de los hinchas cuando se hicieron cargo del club, el periodo de Carlos Bombal demostró que no basta con la buena voluntad, hay que tener capacidad de gestión. Hasta antes de esta crisis, la sociedad anónima había demostrado tenerla, pero falta esa sensibilidad de percibir las aspiraciones de los hinchas. Falta un equilibrio entre ambas partes.

- Qué opina respecto a opciones que se han planteado, como por ejemplo el regreso de Reinaldo Sánchez.

- Uno agradece al último presidente que nos sacó campeón, pero no hay que olvidar que eso tuvo un costo económico e institucional que se pagó en el largo plazo y que Sánchez terminó siendo despojado de su calidad de socio. Su regreso sería un retroceso.

- ¿Cree que el ambiente en Wanderers hoy se asemeja al de una guerra civil?

- No, hay un doble discurso de los hinchas, se aplaude la contratación de Muñoz y Pizarro y ahora de Arias y, por otro lado, se critica a la Sociedad Anónima. La última etapa de la era Sánchez con agresiones a funcionarios se acercó más a una guerra.

- ¿Piensa que debido al carácter del club a través de su historia, la privatización de 2008 es sentida por los porteños como un despojo de algo que les pertenecía?

- Hay un sentimiento, pero es irracional, un club de los socios puede existir, pero alcanzaría apenas para pagar una plantilla de segunda división. Fue lo que sucedió con la gestión de Bombal, no basta con la buena voluntad.

- Cómo ve el ingreso de Rodrigo Moreno al directorio de la sociedad anónima. ¿Qué puede aportar?

- Yo soy amigo de Rodrigo, trabajamos juntos y estuvimos a cargo del libro de la historia de Wanderers, su padre fue dirigente, es futbolizado, conoce la historia del Puerto. Tiene el perfil que debería tener los directores de Wanderers.

- ¿Siente que en la dirigencia del club se refleja el espíritu porteño?

- Se han hecho esfuerzos como la inclusión de Ampuero, que finalmente no resultó, pero falta una mayor identificación.

- ¿Evalúa de buena manera el sistema de sociedades anónimas en el fútbol?

- La sociedades anónimas llegaron como consecuencia del fracaso del antiguo sistema, se suponía que iban a transparentar la actividad y mejorar la gestión, pero no ha ocurrido como se esperaba, quizás porque el marco legal fue muy laxo.

"Hay un doble discurso de los hinchas, se aplaude la contratación de Muñoz y Pizarro y, por otro lado se critica a la Sociedad Anónima" "Un club de los socios puede existir, pero alcanzaría apenas para pagar una plantilla de segunda división. Fue lo que sucedió con la gestión de Bombal"