Cristián Rodríguez F.

Luis Mella (DC), el alcalde que administra la comuna de Quillota desde 1992, fue escogido para integrar la lista "Campeones para el Crecimiento Inclusivo", que elaboró la Fundación Ford y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

La nómina la integran otros 39 alcaldes de todo el mundo, los que serán reconocidos el próximo 29 de marzo en Nueva York, Estados Unidos (ver recuadro), por su compromiso en la elaboración de políticas locales enfocadas a la inclusión social.

La noticia lo tomó por sorpresa, dice el alcalde, sobre todo porque será el único jefe comunal del país y uno de los cuatro de Latinoamérica que integrarán la lista. "Es un reconocimiento de cómo las políticas sociales también pueden salir desde lo local y no siempre desde el nivel central. Esto nos servirá para que Quillota salga al mundo y podamos seguir invirtiendo en inclusión social", sostuvo el alcalde.

- La nominación viene a ratificar los índices de felicidad que existen en la comuna...

- Nuestro objetivo final ha sido la felicidad. La propuesta que tenemos es una transformación cultural que haga pasar a la gente de la competencia a la colaboración. Partimos con la idea de que el gran problema que tiene el mundo es que nos han obligado a una excesiva competencia en todos los ámbitos de la vida y la felicidad depende directamente de la colaboración. Son más felices las comunidades donde existe la ayuda. Y lo interesante es que al buscar la felicidad directamente se ayuda a la inclusión social y a la equidad comunal.

- ¿Esa va a ser una de las características que dará a conocer en el encuentro de alcaldes?

- Sí. Voy a llevar la felicidad a Nueva York como una innovación. Voy a tratar de demostrar cómo las propuestas políticas locales que incentivan la cooperación, colaboración y solidaridad, influyen en la sociedad y al mismo tiempo son factores de inclusión social.

-¿Cómo podría beneficiar esta nominación a la comuna?

- Este ha sido un trabajo de muchos años y que está siendo reconocido internacionalmente. Hace 10 años trabajamos en el tema de la felicidad. Apostamos a políticas locales como, por ejemplo, las casas de acogidas para enfermos terminales de cáncer, el plan "Oportunidades para la vida" con los reos de la cárcel y el plan de profesionales jóvenes para los recién titulados, por lo que la repercusión para Quillota es que facilitará uno de nuestro grandes sueños: crear un centro internacional de transformación cultural que promueva el desarrollo humano y la felicidad.

- ¿Lo siente como un reconocimiento a los cerca de 24 años que lleva a cargo de la comuna?

- Esto es un trabajo de equipo. Soy el director de la orquesta, pero que sin músicos no funciona. Es un equipo con el que hemos crecido juntos, y claro que es un reconocimiento. Lo tomo con mucha humildad porque sé que de pronto uno puede estar en la cúspide y después en el fracaso.

- Quizás es una "vuelta de mano" a las críticas que hubo con los grandes proyectos en la comuna.

- Todo lo que hemos hecho ha sido complejo. Pero las termoeléctricas realmente trajeron ingresos y crecimiento. También hubo gente que se oponía a la avenida Condell o al paseo de la plaza. Siempre hay opositores, lo que es legítimo, pero hoy se están reconociendo estos aciertos.