Transparentar la "caja negra" donde están los recursos del Consejo Regional y de las municipalidades de la zona. Esa es la tarea que ha emprendido P!ensa Transparente, observatorio de la Fundación P!ensa, a través de una plataforma que busca develar la situación fiscal de esas corporaciones en la Región de Valparaíso.

Así, se ha realizado un ejercicio inédito con los presupuestos de 36 de las 38 municipalidades de la Región. Según Jaime Lindh, investigador de la entidad, el informe "representa un esfuerzo para nutrir el debate público de información en torno al uso de recursos a niveles sub-nacionales". Para ello se han utilizado datos públicos del Sistema Nacional de Información Municipal de la Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere). Con esa información se han formulado cinco indicadores: capacidad de cada comuna para generar recursos propios; nivel de dependencia del gobierno central; nivel de inversión; capacidad para autofinanciar el funcionamiento y capacidad de ahorro.

Si bien la metodología ha merecido críticas, hay resultados que difícilmente se pueden descalificar, como es el caso de la alta dependencia del sistema central y del fondo común municipal, que de no existir, determina el trabajo, llevaría a la quiebra a 20 de las comunas analizadas y sólo seis seguirían subsistiendo.

En cifras generales, en cuanto a la capacidad para generar recursos propios se encuentran a la cabeza Santo Domingo y Viña del Mar, 76,4%. Más abajo en la escala está Valparaíso, con 36,9%, y en último lugar Putaendo, con 12,4%. El nivel de inversión es encabezado por Rinconada, con 58,9%; Valparaíso tiene un 37% y Viña del Mar un 14,6%, dentro del cuadro general de las 36 comunas estudiadas. De acuerdo a las cifras el desempeño fiscal es liderado por Rinconada con un 85%, mientras Viña del Mar presenta un 62% y Valparaíso un 34%.

Sobre este trabajo, apunta Pedro Fierro, director ejecutivo de la Fundación, que "la ciudadanía debe saber en qué se están gastando los recursos". De este modo, P!ensa Transparente, a través de una plataforma web aporta "información concreta, presentada de la forma más sencilla posible".

Las críticas al trabajo desde las municipalidades analizadas son aceptables y la metodología se puede perfeccionar, sin embargo no se puede negar que el estudio es un aporte fundamental para las decisiones ciudadanas ante la proximidad de elecciones municipales (octubre de 2016) precedidas de votaciones primarias para designar candidatos, también para el mejoramiento de la propia gestión edilicia y, finalmente, de la legislación sobre la materia.

150 años | 22 de marzo de 1866

Interpretaciones sobre la amenaza de bombardeo

Estamos en una verdadera Babilonia respecto a las noticias y opiniones que cada cual da sobre el bombardeo de Valparaíso. Corren las bolas más raras en su especie, pero sin lograr producir efecto alguno. Todos tienen confianza en que Méndez Núñez no ha de querer echarse encima tan grandes responsabilidades.

100 años | 22 de marzo de 1916

Llegan tres nuevos ómnibus para Valparaíso

Se encuentran listos en la Aduana para ser despachados, tres ómnibus idénticos a los que circulan por la ciudad y hacer el transporte de pasajeros. No pueden llegar más a tiempo para prestar sus servicios al público y en especial los empleados, que no pueden satisfacer la subida tarifa que mantienen los tranvías eléctricos.

50 años | 22 de marzo de 1966

Rechazan investigar ascensos militares

La Comisión de Constitución, Legislación y Justicia del Senado declaró inconstitucional por 3 votos contra 2, el acuerdo de la Comisión de Defensa de esa corporación para investigar la conducta funcionaria de los oficiales propuestos para ascensos por el Presidente de la República y que sirvieron como jefes de emergencia.

Cada vez que necesitamos sentir orgullo de Valparaíso disponemos de un rico pasado al que echar mano. Algo así como un amplio y reluciente baúl en el que permanecen las cosas buenas que tuvo Valparaíso y el sinfín de actividades de muy diverso tipo que tuvieron su inicio aquí antes de extenderse por el resto del país y hasta por la completa región latinoamericana.

Al revés, el presente de la ciudad es algo mezquino a la hora de encontrar en él motivos de orgullo e incluso de simple satisfacción. Con todo, aquí y allá, en el ámbito público y privado, en instituciones de gobierno y en organizaciones de la sociedad civil, se continúa trabajando por mejorar el presente y asegurar el futuro de la ciudad, aunque a menudo -y excusen la reiteración- los varios Valparaísos en que se ha transformado Valparaíso no se entienden y ni siquiera conversan entre sí. Me refiero a Valparaíso ciudad habitada, a Valparaíso ciudad puerto, a Valparaíso ciudad turística, a Valparaíso ciudad patrimonial y a Valparaíso ciudad universitaria.

Una de las más sorprendentes y exitosas iniciativas recientes a favor de la ciencia -como también de Valparaíso- ha sido la instalación y funcionamiento del Centro Interdisciplinario de Neurociencia de Valparaíso, que no por nada lleva el nombre de la ciudad. Una ciudad en la que el Centro quiere permanecer y continuar echando raíces, en contacto directo con ella y no de espaldas a ella, tanto que escogió uno de los sitos de mayor valor histórico para la nueva sede que la U. de Valparaíso proyecta construirle en el barrio de la iglesia de la Matriz. Ese sitio, que fue convento de jesuitas en tiempos de la colonia, sede en 1828 del Congreso Nacional y finalmente una Comisaría que se destruyó por el fuego el año 2004, quedando hasta hoy sólo su cascarón exterior, acogerá en un futuro próximo a ese espléndido refugio de científicos que es el Centro antes mencionado.

¿En un futuro próximo? La verdad es que no lo sabemos, puesto que las dificultades burocráticas que en materia de diseño y financiamiento ha debido enfrentar el proyecto de construcción son muchas y causan desánimo en sus responsables y en todos los porteños que hace mucho tiempo no veíamos surgir aquí una iniciativa científica de punta y con segura y amplia proyección nacional e internacional.

A veces Valparaíso se transforma en enemigo de Valparaíso. Muchas veces el enemigo de Valparaíso no es Santiago -como nos gusta acusar-, sino el propio Valparaíso. Sí, en 2010, con motivo del terremoto, se paralizaron los recursos del caso para ser destinados a la reconstrucción, pero estamos ya en 2016.

El Gobierno Regional tiene ahora la palabra, tanto en lo que respecta a sus autoridades unipersonales como colegiadas.

Agustín Squella

Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales