"Y vivieron felices por siempre". Esa es la frase con que Bridget Jones (Renée Zellweger) quería terminar su vida con Mark Darcy (Colin Firth), matrimonio de por medio, pero la historia no fue así.

Ayer se liberó el primer tráiler de "El bebé de Bridget Jones", la tercera entrega de la popular franquicia de la comedia romántica, y en ella se puede ver a la protagonista de 40 años, divorciada y con un problema: está embarazada y no sabe quién es el padre.

El adelanto muestra al personaje de Zellweger, como siempre bastante inestable, pero también muy confundido, pues no sabe si está esperando el bebé de su exmarido o de Jack (Patrick Dempsey), el hombre con el que está saliendo. Lo que tiene como resultado incómodas situaciones con sus padres y su obstetra (Emma Thompson).

Esta nueva película, que se estrenará en las salas nacionales el próximo 6 de octubre, está inspirada en la obra de la escritora Helen Fielding y es dirigido por Sharon Maguire, quien regresa a la franquicia luego de ser la responsable de la primera entrega (la segunda estuvo en manos de Beeban Kidron).

En octubre pasado, Universal Pictures ya había adelantado la primera imagen de Zellweger caracterizada en su papel de protagonista. De esa forma anunció el inicio del rodaje de "El bebé de Bridget Jones". Tras el distanciamiento del británico Hugh Grant, la producción apostó por Patrick Dempsey, conocido por su papel en "Grey's Anatomy" para interpretar al "tercero en discordia" de los enredos amorosos de la protagonista.

Pero tal vez lo que más llamó la atención a los fanáticos del inestable personaje fue cómo luce su protagonista. Por una parte, está mucho más delgada, y por otra presenta un rostro marcado por el exceso de botox, especialmente alrededor de la boca.

Pero no es el único cambio, pues también sus pómulos son más notorios, por lo que deja de lado su rostro redondo, y sus ojos también son diferentes, lo que según algunos especialistas se debería a que habría retirado el exceso de grasa de sus párpados.