En el inicio de la era del técnico Juan Antonio Pizzi, la Selección Chilena cayó por 2-1 en el estadio Nacional frente a Argentina, lo que dejó a la Roja relegada de la zona de clasificación al Mundial de Rusia 2018.
Era una prueba compleja para el entrenador que sucedió a Jorge Sampaoli en la banca nacional, pero a pesar de la derrota, lo cierto es que a ratos se vio a un equipo que a grandes rasgos mantiene una línea de juego similar y terminó sacando un resultado mezquino.
Desde el inicio se vio a Chile tratando de salir jugando desde el fondo, cuidando la pelota y abriendo la cancha con las subidas de los laterales, además de Orellana y Beausejour.
Sin embargo, las lesiones obligaron a cambiar el libreto. A los 6' Matías Fernández salió lesionado y en su reemplazo ingresó Francisco Silva, lo que obligó a Felipe Gutiérrez a adoptar labores creativas.
Y tras un pequeño aviso de Argentina, vino la apertura de la cuenta para la Roja. Tiro de esquina de Orellana y cabeceó Gutiérrez para abrir el marcador y desatar la locura de la hinchada en Ñuñoa, que todavía tenía fresca la final ganada en Copa América.
Luego vinieron algunos de los mejores pasajes de Chile, presionando la salida trasandina, obligando los pelotazos, y mostrando transiciones rápidas entre defensa y ataque.
Pero a los 17' llegó la lesión de Marcelo Díaz, que dejó al combinado nacional con un hombre menos por unos minutos y la Albiceleste no perdonó. Banega la peleó al borde del área y la pelota le quedó a Di María, quien remató de primera para poner el empate a los 19'.
Chile perdió la pelota y a los 25' llegó un duro mazazo. Messi recibió dentro del área y centró para Mercado, quien con una pirueta marcó el 2-1. Un balde de agua fría para los dirigidos por el debutante Pizzi.
La Roja sintió el golpe, y los cambios sin duda le quitaron peso y juego asociado al equipo, en especial el ingreso de Rabello por Díaz, ya que nunca gravitó y entró poco en juego. Sánchez comenzó a retroceder a buscar balones, jugando de nueve se sentía solo y no fue capaz de marcar diferencias de espaldas al arco.
Aún así el propio "Pipe" Gutiérrez tuvo el empate en los descuentos del primer tiempo, con un remate apenas desviado.
Con pocas ideas
Ya en la segunda etapa, Chile retomó el control del juego, pero con poca claridad en mediocampo y escasa profundidad en los últimos metros. Por su parte, Argentina se replegó en su campo y aguardó por el contragolpe.
A los 52' una gran jugada por la izquierda terminó con Sánchez en una posición inmejorable dentro del área, pero al final mandó la pelota afuera, y a los 60' Orellana también estuvo cerca de la igualdad.
El bajo nivel de Rabello obligó a Pizzi a rehacer el cambio y mandar a la cancha a Pinilla, quien al minuto de ingresar desperdició un gol prácticamente solo.
En los minutos finales, Chile siguió batallando contra una muralla albiceleste que cerró bien los espacios. La Roja careció de ideas y variantes para doblegar la férrea defensa, y terminó lamentando una derrota que hace más imperioso que nunca traerse una victoria el próximo martes desde Venezuela, donde no podrá actuar Bravo por suspensión.