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La Fiscalía belga encausó al que sería el "hombre del sombrero"

DETENCIÓN. Se trata de Faysal Cheffou, inculpado junto a otro detenido en la investigación sobre los atentados. La policía analiza el ADN que habría dejado en un taxi.
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La policía belga dio ayer otro golpe a la célula yihadista que cometió los atentados de Bruselas y París con la imputación de dos sospechosos de la matanza en la capital belga, uno de los cuales podría ser el "tercer hombre" del ataque contra el aeropuerto de esa capital.

Uno de los sospechosos es Faysal Cheffou, detenido el jueves en Bruselas en una gran operación desarrollada en varios puntos de la capital belga.

Fue encausado por los delitos de asesinato por terrorismo, intento de asesinato y participación en banda terrorista y podría ser el "hombre del sombrero", que en el aeropuerto de Zaventem, en Bruselas, acompañaba a los dos kamikazes, Ibrahim El Bakraoui y Najim Laachraoui.

El otro detenido encausado es Aboubakar A.

Según el fiscal federal belga Frédéric Van Leeuw, en el aeropuerto el individuo había "dejado un gran bolso" que "contenía la carga explosiva más importante" y luego "se fue, antes de las explosiones".

Según los medios belgas, Faysal Cheffou habría sido identificado como el tercero de los atacantes del aeropuerto internacional de Bruselas en una rueda de reconocimiento visual por el taxista que llevó hasta el aeropuerto al comando terrorista.

La Fiscalía no confirmó aún oficialmente que se trate del hombre que vestía sombrero la mañana de los atentados en el recinto aeroportuario, a la espera de las pruebas de ADN que se realizarán a partir de elementos encontrados en el taxi y en la maleta con explosivos que no estalló.

En el registro llevado a cabo en su domicilio no se encontraron armas ni explosivos, según la Fiscalía.

El segundo hombre puesto bajo arresto es Aboubakar A., inculpado por participar en actividades de grupo terrorista.

Según EFE, se trata de uno de los dos individuos capturados el jueves cuando su vehículo salía de la autopista de circunvalación de Bruselas en dirección a Jette, al norte de la capital belga.

Las investigaciones demuestran que existen relaciones claras entre los atentados perpetrados el 13 de noviembre de 2015 en París y los del martes pasado en Bruselas, como lo revela la participación en estos de Najim Laachraoui, uno de los kamikazes que atacaron en el aeropuerto de Zaventem, que fue además el presunto artificiero de los comandos en la capital francesa.

Lo que está por dilucidar es que haya también conexión entre la célula de Bruselas y los atentados desmantelados en la localidad de Argenteuil (periferia de París) hace tres días, aunque los investigadores siguen esa pista.

Las autoridades belgas informaron ayer que continúa avanzando la identificación de las víctimas. Los forenses ya confirmaron los nombres de 24 fallecidos en los atentados, mientras que 101 personas permanecían aún hospitalizadas.

En los atentados en el aeropuerto internacional de Zaventem de Bruselas y la estación de metro Maelbeek, a pocos metros de las instituciones europeas, fallecieron al menos 31 personas y resultaron heridas otras 340, según datos todavía provisionales.

De los heridos, 101 se encuentran todavía en hospitales, entre ellos 62 en distintas Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), mientras 32 se mantienen con quemaduras graves, según un vocero del Ministerio de Sanidad Pública del Gobierno belga.

Cheffou, el periodista freelance

Según El Mundo, Cheffou era reportero freelance o una especie de activista mediático. El 21 de julio de 2014 colgó en YouTube un video en el que denunciaba -micrófono en mano- los presuntos malos tratos que sufrían los inmigrantes indocumentados musulmanes detenidos en el centro de Steenokkerzeel, a pocos kilómetros de Bruselas. El presunto "hombre del sombrero" era un tipo ampliamente conocido por las fuerzas de seguridad belgas, acusado varias veces de encubrimiento, asociación para delinquir y hasta de homicidio.

14 horas de Bélgica se daría inicio a una marcha conmemorativa. Pero el Gobierno belga pidió cancelarla.

24 de los fallecidos en los ataques al aeropuerto y metro de Bruselas han sido identificados.

El presidente del PT dice que el partido quiere la paz

BRASIL. El líder de la tienda de Dilma Rousseff afirmó que sacar a la Mandataria "no garantizará estabilidad".
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El presidente del Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil, Rui Falcao, afirmó ayer que la colectividad quiere "la paz" en medio de la grave crisis política que vive el país, pero advirtió que "no teme la guerra".

"Las manifestaciones mostraron lo siguiente: queremos la paz, pero no tememos la guerra", afirmó Falcao en un mensaje publicado en las redes sociales.

En las últimas semanas Brasil ha sido epicentro de manifestaciones a favor y en contra del Gobierno de la Presidenta Dilma Rousseff, protestas que han reflejado la escalada de polarización política que se vive en las calles del país.

Falcao aseguró que el partido defenderá el "Estado Democrático de Derecho" y recalcó que "derribar" a Rousseff no garantizará la "estabilidad" en el país. "Si creen que la estabilidad vendrá derribando a Dilma, están muy engañados. La estabilidad llegará con el fin del 'impeachment' y la posibilidad de volver a crecer", añadió.

La Mandataria está amenazada por un proceso de destitución parlamentaria que comenzó a ser tramitado por la Cámara de Diputados, que en las próximas semanas deberá decidir si Rousseff es sometida o no al juicio político.

Para intentar esquivar este proceso, Rousseff necesita el apoyo del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), hasta ahora el principal pilar de la coalición de Rousseff, pero cuyos sectores disidentes que exigen el desembarque del Gobierno. El PMDB, que lidera el vicepresidente Michel Temer, tomará la decisión de seguir o no en el Gobierno el martes.