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Obispo e incendio en Limache: "La Congregación debe levantarse"

SEMANA SANTA. Monseñor Duarte pidió valorar los símbolos cristianos e hizo un llamado a la comunidad del colegio Pasionista afectado por un siniestro. Al mismo tiempo, la región vivió la tradicional "quema de Judas" en Viña del Mar y Valparaíso.
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K.Unda/ B.Espejo

Ante más de un centenar de personas que llegaron pasado el mediodía a la Catedral porteña para celebrar la Pascua de Resurrección, el obispo de Valparaíso Monseñor Gonzalo Duarte entregó un significativo mensaje de Semana Santa a los fieles llamándolos a valorar de manera cristiana los símbolos de la resurrección y explicar a los niños el verdadero significado de la entrega de huevitos de chocolate durante esta fecha.

En primer lugar, monseñor Duarte explicó el significado del Cirio Pascual, elemento simbólico de cera que encendido representa a Jesucristo resucitado como "luz que ilumina las tinieblas del corazón y la mente", el cual fue encendido en la vigilia pascual en un ceremonia que significó una hermosa jornada de reflexión bajo la luz del Cirio y las velas que los fieles llevaron para la misa.

"La Iglesia enseña la Fe con palabras, ritos, gestos, cantos y signos. Hay signos muy importantes de Pascua que son por ejemplo el Cirio Pascual, que es la vela encendida que simboliza a Jesucristo como luz del mundo que ilumina la oscuridad del corazón y la mente según la liturgia", explicó monseñor Duarte.

Otro de los símbolos relevantes en la celebración cristiana de Pascua de Resurrección son los huevitos de chocolate, que más allá del mensaje comercial que se la ha dado en los últimos años, representa y revela el surgimiento de una vida nueva tras la resurrección de Jesús.

"Los huevitos de Pascua son un signo cristiano que revelan la vida nueva que brota de la resurrección de Jesucristo, así como de un huevo brota un pollito o un patito o del óvulo de la madre brota una vida nueva que somos nosotros. De la resurrección de Jesucristo brota vida nueva para todo el mundo, no sólo para los creyentes sino para todo el mundo, esa es la fe de la Iglesia", añadió el Obispo.

Tras la celebración de la misa, el obispo Gonzalo Duarte se tomó unos minutos para conversar con este Diario y entregar un mensaje de fortaleza a la comunidad limachina debido a la pérdida del emblemático y centenario Colegio Pasionista, el cual fue arrasado por las llamas en un incendio la mañana del Viernes Santo.

"Eso fue una tragedia porque se quemó todo, no quedó nada de un colegio cristiano que lleva en Limache más de 100 años. El Señor salvo la Iglesia que está al lado, la que en la década del 50 se quemó, en esa ocasión no afectó al Colegio. Es una situación muy dolorosa para los limachinos, fueron exalumnas y alumnos que lloraban al ver como su colegio se quemaba", sostuvo.

En el mismo sentido, el obispo hizo un llamado a los feligreses y a la comunidad a tener fe en que la Congregación sabrá salir adelante para mantener el compromiso educativo de una formación cristiana y pasionista.

"Nosotros estamos en lo cierto al señalar que en toda muerte hay una resurrección y esa comunidad educativa ha recibido mucha ayuda gracias a Dios, como de la Municipalidad. Por eso agradezco al alcalde de Limache por su pronta y eficiente ayuda, como también la del director provincial de Educación. La Congregación ha recibido mucha ayuda y está llamada a levantarse y resucitar después de esta triste experiencia de un incendio en Viernes Santo", concluyó.

Entre las actividades tradicionales que se realizan durante el fin de semana santo está la "Quema del Judas", que habitualmente se realiza la noche del sábado, pero que ayer se hizo en Playa Ancha (Valparaíso) y en el Cerro Castillo (Viña del Mar). En este último lugar hace 70 años que se efectúa la tradicional ceremonia que recuerda la traición de Judas a Cristo. Dieciocho años tenía Elda Genoni Caimi, esposa de Aldo Caimi - quien falleció el 2004- cuando comenzaron con esta idea de celebrar todos los domingos de Pascua, en conjunto a los vecinos, esta actividad en donde diseñan un muñeco que representa a Judas, el cual cuelgan en un alambre y lo queman con el fin de eliminar todas las energías negativas que puedan existir en el barrio.

Actualmente, Elda tiene 93 años y recuerda como si fuera ayer cuando se reunieron por primera vez en la calle Balmaceda, junto a familiares y amigos de cerro Castillo.

"Después de celebrar este día por primera vez se empezó a correr la voz y mientras pasaban los años llegaba una gran cantidad de personas a disfrutar de la actividad. Sacábamos la camioneta, subíamos el mono y mi esposo iba en el pickup con 10 niños a dar vueltas por el cerro. Dentro del muñeco le metíamos monedas y cuando se quemaba a Judas la plata caía y los chicos se tiraban arriba y la sacaban", recordó la primera organizadora de la actividad.

En cada celebración Elda aseguró que se levantaba muy temprano y con la leche que le entregaba la Unión Lechera Aconcagua (ULA), preparaba chocolate con leche y se lo entregaba a los niños que asistían a la celebración.

A lo largo de los años, los vecinos comenzaron adoptar este día como una tradición familiar, incluso recordaron que el señor que repartía el pan del día, para esta fecha hacía sándwiches con mortadela y los repartía.

Como los tiempos han cambiado, la actividad se ha ido acomodando a cada época y para este año, la actual encargada de la actividad, Victoria Castro, comentó que tuvieron que eliminar el tema de las monedas dentro del muñeco ya que para los niños era un poco peligroso.

"Ahora estamos más evolucionados, quemamos el muñeco y después le tiramos a los niños monedas y huevitos de chocolates. Además entregamos colaciones que son ayudas y cooperaciones de la gente que habita en el cerro, aquí todos cooperan con la celebración", precisó Castro.

Por otra parte, en Playa Ancha llevan 18 años realizando el tradicional evento. ¿La diferencia? El muñeco que hacen pretende ser el más grande de la región, ya que al menos mide dos metros y medio de altura, y siempre representa a una personalidad del mundo de la política. Este año, ese "honor" recayó en Pablo Longueira. Al igual que en Recreo, acá tampoco se utilizan monedas.

La actividad, que se desarrolla en la plaza Waddington, está acompañada de diferentes actividades como juegos infantiles, música, feria de artesanías, talleres de cocina.