Secciones

Informe de la OMS: una de cada 11 personas en el mundo ya padece diabetes

REPORTE. Análisis global sobre este mal concluyó que la enfermedad ya no es un problema exclusivo de los países ricos, sino que afecta a todos por igual.
E-mail Compartir

El número de adultos con diabetes se cuadruplicó en los últimos 35 años, llegando a un caso por cada 11 personas en el mundo. Además, la enfermedad dejó de ser un padecimiento de los países ricos y hoy afecta a toda la población mundial por igual. Esas son las principales las conclusiones a las que llegó la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su primer informe global sobre este mal crónico.

Allí detalla que de los 422 millones de personas que padecían la enfermedad en 2014, la mayoría vivía en países en desarrollo.

"La diabetes ya no es una enfermedad de los ricos. Mientras que en los años 80 las tasas más altas se encontraban en los países desarrollados, hoy en día se dan en los países en desarrollo, y es precisamente ahí donde el incremento se ha agudizado", explicó el director del departamento de gestión de enfermedades no contagiosas de la OMS, Etienne Krug.

Concretamente, la escalada de la enfermedad provocó que desde 1980 hasta 2014 los casos se hayan cuadriplicado hasta esos 422 millones. La causa del aumento son el exceso de peso, la obesidad y el crecimiento poblacional.

Según los últimos datos disponibles de la agencia sanitaria de la ONU, en 2012 los altos niveles de glucosa en la sangre fueron responsables de 3,7 millones de muertes en el mundo, de las que 1,5 millones fueron directamente causadas por la diabetes.

Asimismo, de los 3,7 millones de fallecidos, un 43% tenía menos de 70 años, lo que sitúa a la diabetes entre las principales causas de muerte prematura.

Por esta razón, la OMS decidió lanzar el primer informe global sobre la diabetes y dedicar el Día Mundial de la Salud, que se celebra hoy, a esta enfermedad para concienciar a la población.

En cuanto a la prevalencia de la diabetes, entre 1980 y 2014 pasó del 4,7% hasta el 8,5%, un periodo en el que los casos aumentaron o no disminuyeron en todos los países del mundo.

En ese mismo periodo la cantidad de enfermos se duplicó, siendo el sudeste asiático y el oeste del Pacífico donde se concentra un mayor número de diabéticos.

Es precisamente en los países en desarrollo en los que las tasas de mortalidad en adultos de entre 20 y 69 años por causas asociadas a altos niveles de azúcar son más altas, especialmente en los hombres.

Por regiones, la entidad destaca la incidencia de la mortalidad en adultos en África, en el este del Mediterráneo y en el sudeste asiático, y asimismo señala el oeste del Pacífico como la zona en la que más han aumentado los decesos entre los años 2000 y 2012, de 490 mil fallecimientos a 944 mil.

En Chile, de cada cien personas, 9,4 tienen diabetes. Por sexo, la prevalencia llega a 8,4 en el caso de los hombres y a 10,4 en las mujeres. Los datos están basados en la última Encuesta Nacional de Salud, correspondiente a 2009-2010.

Cuando se observan los casos por nivel de educación, la población que tiene menos de ocho años de estudio registra una prevalencia de 20,5 cada cien personas, en comparación con aquellas que tienen más de 12 años de estudios.

Proyección

Causa de muerte

En el año 2030, como muy tarde, la diabetes podría llegar a ser una de las siete causas de muerte más frecuentes en el mundo, según la OMS.

Objetivo

El objetivo declarado de los países miembros de la OMS es reducir de aquí al 2030 en una tercera parte los casos de muerte temprana por enfermedades no infecciosas.

El gusto por los riesgos está configurado en el cerebro, según un estudio

E-mail Compartir

Existen muchos factores ambientales que pueden influir en que una persona tome decisiones arriesgadas. Investigaciones han mostrado que en este tipo de comportamiento inciden, por ejemplo, el estatus socioeconómico y la forma en que se percibe la seguridad de una situación determinada.

Pero ahora un estudio agregó un nuevo elemento: la estructura del cerebro, específicamente la cantidad de materia gris en algunas zonas específicas.

El trabajo, elaborado por las universidades de Harvard y Yale, encontró que las personas más asiduas a tomar riesgos tienen una configuración cerebral distinta a la del resto.

Para examinar esta relación, los investigadores usaron imagen por resonancia magnética (MRI) para visualizar y medir los tamaños de diferentes regiones cerebrales en más de mil personas. Los participantes del estudio eran hombres y mujeres de 18 a 35 años, quienes no tenían historiales de desórdenes siquiátricos o adicciones.

Para evaluar su inclinación por comportamientos arriesgados, los voluntarios llenaron un cuestionario que preguntó sobre su búsqueda de sensaciones nuevas, la tendencia a la impulsividad, la voluntad de tomar riesgos y la propensión a adoptar decisiones rápidas.

Al comparar las respuestas, los autores descubrieron que las personas que eran más propensas a buscar niveles altos de estimulación y emoción tenían menos materia gris (tejido que procesa información) en las zonas del cerebro asociadas a la toma de decisiones y el autocontrol, en comparación con el resto de los participantes.