Tras la derrota de Everton, Héctor Tapia estaba tranquilo, porque confía en que tiene las armas y el tiempo para plasmar su idea de juego y lograr el ascenso.

"Cuando firmé y llegué acá, sabía cuál era el escenario y qué es lo que íbamos a jugar. Esperamos mejorar día a día y creo que sí, que el tiempo va a alcanzar para encontrar el equipo y el estado futbolístico que yo quiero", confesó el DT.

Sobre el partido mismo, el técnico sostuvo que "si bien se perdió, el partido me entrega mucha información y en base a eso iremos trabajando y mejorando", aclaró respecto al duelo del próximo fin de semana en Curicó.

Además, el técnico consideró que la carga física con la que cuenta el plantel fue un factor importante a la hora de enfrentar a Barnechea. "El equipo tiene un desgaste que con este sistema de campeonato se nota. A ratos nos vimos demasiado largos y eso generó un ida y vuelta que nos perjudicó. Debemos trabajar para que tomen la mano de lo que me gusta a mí", sentenció el adiestrador oro y cielo.

"Técnico que debuta, gana", reza un viejo refrán futbolero. Y ayer la premisa se cumplió en Sausalito, sin embargo, para lamento de los hinchas de Everton, el triunfador fue Jorge Contreras, el entrenador de Barnechea que, al igual que Héctor Tapia en los oro y cielo, hacía su estreno en la dirección técnica del equipo.

Y es que el cuadro viñamarino no tuvo una de sus jornadas más acertadas en el torneo. Con las imprecisiones propias de un esquema al que recién intentan acomodarse los jugadores, se sumó también la falta de ideas para sorprender a un rival que llegó sencillamente a defenderse al reducto de la avenida Alberto Hurtado.

Y el trámite del encuentro dejó en evidencia que Héctor Tapia debe trabajar duro para que el equipo tome el estilo que él quiere. Ante Barnechea se vió un cuadro potente por las bandas, pero inconexo y largo por el centro, lo que terminó causando el disgusto de los poco más de 3 mil hinchas que llegaron al estadio, quienes despidieron entre pifias al equipo tras la derrota por 1-0.

Pobre encuentro

El desarrollo del partido entre viñamarinos y huaicocheros fue ajustado desde el comienzo. Si bien Everton tuvo más el dominio del balón, no logró generar un ataque consistente. De hecho, no tuvo mayores llegadas de peligro al arco de Jorge Manduca.

Un cabezazo de Lucas Concistre que se fue apenas desviado, más un remate desde larga distancia de Fernando Saavedra, fueron las pocas llegadas de peligro de Everton en la primera fracción. Casi en los descuentos del primer tiempo, el propio Concistre tuvo el gol, pero su lanzamiento, en plena área, fue contenido de manera espléndida por Manduca.

Ya en la segunda parte el trámite fue un poco más intenso. El equipo de Barnechea, renuente a dejar espacios en defensa, se atrevió a atacar más. No obstante, Everton no contó con la claridad para aprovechar los pocos espacios con los que contó en el partido. Los ingresos de Maximiliano Ceratto y del joven Pedro Sánchez le dieron un nuevo aire al equipo, sin embargo los viñamarinos estuvieron lejos de inquietar a los santiaguinos con llegadas claras.

Por el contrario, los visitantes aprovecharon la única opción que manejaron en el complemento, y tras un centro a ras de piso de Sebastián Villalobos, el inexpugnable "Tiburón" Ramos puso el 1-0 en la boca del arco a los 73' minutos. Gol y tres puntos de oro para Barnechea, que salió de la zona de descenso.