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"La nueva legislación en materia de infancia pone en jaque continuidad de los hogares de menores"

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Alexis Paredes R.

El asesor eclesiástico del Refugio de Cristo, padre Enrique Opaso Valdivieso, dio a conocer su preocupación por el incierto futuro que enfrentarán los hogares de menores que funcionan en el país - actualmente en la región son 38 establecimientos que atienden a 2.391 niños y niñas - producto de la nueva institucionalidad para la infancia que quiere crear el Gobierno, contemplada en el documento Política Nacional de Niñez y Adolescencia 2015-2025.

El presbítero afirmó que estas reformas, sumadas al proyecto de ley que crea la Defensoría de los Derechos de la Niñez, son un cambio en el paradigma que implica pasar del sistema tutelar a uno en que los niños son sujetos de derechos, que apunta además a que los menores vulnerables en protección residencial deberían vivir en un contexto familiar y "pone en jaque" la existencia de los hogares de menores, colaboradores del Estado en materia de protección infantil.

El cura Enrique Opaso, quien durante 19 años estuvo a cargo de la Parroquia de Reñaca, asumió en noviembre pasado la jefatura regional del Refugio de Cristo, entidad creada hace 64 años por el padre René Pienovi. Asegura que la realidad de los menores en riesgo social es crítica y que la actual legislación no aborda en forma integral la recuperación de los niños vulnerados.

Acota que, en la actualidad, todos los menores internados ingresan a los hogares vía Juzgado de la Familia y "cada vez los casos son más complejos", dada la realidad sociocultural en la que han nacido estos niños. "Vienen a veces con graves trastornos psicológicos o psiquiátricos, muchas veces vulnerados por su entorno, con consumo de drogas, etc. Hacemos todo lo posible para amparar, acompañar, sanar a estos niños, pero la subvención del Estado sólo aporta el 48% de la administración. Los recursos no alcanzan para tratamientos caros por fármacos y profesionales, hacemos lo que se puede, pero no podemos hacer lo que deberíamos por falta de recursos", argumentó.

Por tal motivo y ante las reformas estatales, están conformando una "mesa técnica" a objeto de participar en el diseño de estas políticas públicas que se transformarán en las nuevas leyes de la infancia.

- ¿Por qué afirma que las políticas públicas para la infancia ponen en jaque a los hogares de menores?

- El documento, que se funda en los Derechos del Niño, dice que todo niño tiene derecho a vivir en su familia; por lo tanto, los niños no pueden estar internados. Pero no se refiere a los niños que tienen tal calidad de vulneración, que ni siquiera tienen familia que los pueda acoger, y esos son los que atendemos nosotros. Además, deroga las leyes actuales (Ley N° 20.032) que sostienen los hogares de menores, creando una institucionalidad nueva, por eso es tan importante que nosotros podamos abordar y conocer los alcances de estas reformas.

- ¿Derogar la actual normativa implica terminar con el sistema de hogares que recibe a menores vulnerables?

- En muchas partes que han habido estas políticas se ha terminado con los hogares de menores y, después, se han tenido que recuperar y reiniciar los hogares, porque hay muchos niños que no tienen las condiciones para vivir en un contexto de familia.

- ¿Es un error aplicar una política de eliminar los hogares que trabajan con menores en riesgo?

- Es un error garrafal para Chile y su futuro con los niños vulnerables, porque se contrapone con otro derecho universal del niño, que señala que tiene derecho a ser escuchado y a tomarse en cuenta lo que dice. En estos hogares de la Quinta Región, nunca a un niño se le ha preguntado si quiere seguir viviendo o no en un hogar de los nuestros. Estas políticas están delineadas para lograr un objetivo y siempre es corregida en el Congreso, por eso es importante levantar una mesa técnica, en la cual ya estamos trabajando, para ir respondiendo a cada uno de los articulados de este proyecto que fue entregado hace tres semanas por la Presidenta. Dentro de las propuestas se crea un Defensor del Niño a nivel nacional, hay propuestas buenas, pero también hay que reconocer que llevamos 64 años acogiendo a niños vulnerables y existen algunos a los que no se les puede cumplir con el derecho a la familia porque no hay familias hábiles.

- ¿Qué dicen los niños del Refugio cuando les preguntan dónde quieren estar?

- Cada vez que estoy con un niño del Refugio le pregunto si les gusta estar aquí o quieren volver a sus casas; ellos dicen que no, hay vínculos muy potentes, vínculos que no se lograron con su familia natural. Ojalá se logren, ya que nosotros trabajamos para que se generen lazos con su familia natural, pero no siempre es posible lograrlo.

- ¿Cuáles son las principales falencias del actual sistema?

- La gente tiene que entender que los niños y niñas que entran a nuestros hogares son súper vulnerables y que vienen muy dañados, incluso psiquiátricamente, y tenemos que sanarlos. Tenemos una subvención que no alcanza para el 48% de la administración de los refugios; no nos alcanza para pagar los sueldos del personal que el Estados nos exige para que funcionen estos hogares, tampoco podemos darles una educación de excelencia como quisiéramos. Me he enterado que los presos en Chile reciben una subvención de alrededor de $ 500 mil, no para pagar personal, sino que para atenderlos, y nosotros recibimos $ 270 mil por cada niño. Con lo que recibe un reo con los aportes del Estado, nosotros tendríamos solucionado el problema.

"Estamos tratando de conformar una asociación de hogares de la Quinta Región para trabajar juntos este tema y abordar los cambios con la nueva legislación" "Con lo que recibe un reo con los aportes del Estado, nosotros tendríamos solucionado el problema para el financiamiento de los hogares"