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El mensaje en Alemania

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Dr. en Ciencia Política y

académico del Instituto de Historia PUCV

Conocí a Patricio Aylwin en Alemania, en una visita que hizo en 1989 tras el Plebiscito en calidad de candidato presidencial, aunque en esa gira todos daban por descontado que sería el futuro Presidente y el hombre que debería liderar un complejo proceso de transición con Pinochet en la comandancia en jefe del Ejército.

Fue una reunión en la sede de un sindicato, cerca de Bonn. La mayoría de los chilenos presentes eran exiliados, el resto éramos unos pocos becarios.

Recuerdo el momento en que Aylwin entró en la sala, todos aplaudimos de pie. Don Patricio emocionado por una recepción que no esperaba, después de un breve silencio dijo: "Sé que hemos estado en bandos antagónicos y que posiblemente muchos de ustedes me han visto como un enemigo, pero ahora estamos todos juntos".

En ese gesto de un grupo de militantes de izquierda en el exilio y en la frase de Aylwin hay mucho del núcleo de lo que fue un proceso de transición exitoso. Tras el quiebre de la democracia, se generó la necesidad de construir un consenso programático entre grupos de centro e izquierda que garantizara gobernabilidad, estabilidad democrática y crecimiento con equidad.

Aylwin tuvo la capacidad de liderar ese proceso en su momento más crítico, cuando una regresión autoritaria era aún una posibilidad abierta y en donde se debía gobernar con mayoría electoral, pero sin mayoría política, merced de la herencia de los muchos "enclaves autoritarios" y la amplia autonomía de las FF.AA. En ese frágil contexto, también tuvo voluntad e inteligencia para actuar en el sensible tema de las violaciones a los Derechos Humanos. Allí actuó desde aquello que Max Weber denominó "la ética de la responsabilidad": verdad y justicia en la medida de lo posible.

Hoy a la distancia, este proceso es observado por muchos de una manera radicalmente crítica y esa frase suena a claudicación, pero quienes critican hoy cuando no existen riesgos, olvidan las circunstancias de ese ayer y que las definiciones de aquellos años han permitido paulatinamente no sólo "verdad y justicia" sino que además favorecieron la estabilidad y el mayor ciclo de crecimiento económico en la historia de Chile en el siglo XX.

Eduardo Araya