CSAV ajusta directorio en última junta de accionistas que hace en Valparaíso
REGIÓN. Gerente general de la compañía naviera afirmó, además, que "no hay ningún apuro" en vender el edificio ubicado en el sector de la Plaza Sotomayor.
Varios ajustes importantes que estaban pendientes tras la fusión con la alemana Hapag-Lloyd realizó ayer la Compañía Sud Americana de Vapores (CSAV) en el marco de su junta de accionistas, que en rigor fueron dos -una extraordinaria y otra ordinaria- y que además fueron las últimas que se realizan en Valparaíso.
En el más importante de esos cambios, la instancia resolvió disminuir de once a siete el número de directores de la compañía, medida que responde principalmente a la reducción del negocio operacional tras la fusión con la alemana, así como también al objetivo de ser más eficientes en la toma de decisiones y generar ahorro de costos.
"Tiene que ver con que el negocio operacional de la compañía es mucho menor, es menos complejo, nuestra principal inversión es Hapag-Lloyd que tiene una administración independiente y su propio directorio, entonces es sobreponer muchas estructuras para controlar la misma inversión", comentó el gerente general de CSAV, Oscar Hasbún.
Al respecto, el ejecutivo añadió que con esta decisión no se resiente la operatividad de la empresa, recordando que tienen el derecho a nombrar a dos directores en Hapag-Lloyd que actualmente son el presidente del directorio de CSAV, Francisco Pérez Mackenna y el propio Hasbún.
"Creemos que la estructura de gobierno corporativo que tenemos es suficientemente sólida con una disminución de directores (...) Además responde a la realidad de una compañía más chica que tiene que ahorrar recursos", sostuvo el ejecutivo.
Aunque no fue un tema tratado en la junta, el gerente general de CSAV, explicó la decisión de vender el emblemático edificio de la Plaza Sotomayor, la que en gran parte responde a las consecuencias de la fusión con la naviera alemana.
"Nosotros en algún minuto teníamos más de 700 empleados en Chile como Compañía Sudamericana de Vapores y 4 mil en todo el mundo, o sea, teníamos mucha más gente fuera del país. Después de la fusión, nosotros quedamos con 55 empleados en Chile y tenemos un edificio con capacidad para 600, entonces tiene poco sentido para la compañía mantener ese activo en el largo plazo", manifestó Hasbún en relación al inmueble que albergó en Valparaíso al grueso de la planta de la firma por muchos años.
Y aunque la empresa está trabajando con un agente inmobiliario y reconoce el interés de varios inversionistas, el ejecutivo manifiesta que en este momento no es algo prioritario para la compañía.
"No tenemos ningún apuro por vender ni estamos en una estrategia agresiva de venta. También nos interesa que el edificio quede en buenas manos", subrayó el gerente general de CSAV, recordando además que el tradicional inmueble actualmente está arrendado a largo plazo a la naviera germana.
En la reunión, se realizó una revisión de los resultados financieros 2015 de CSAV y una evaluación del primer año de la fusión con la alemana, donde se destacó que se trató de una operación que permitió a la firma regional convertirse en la principal accionista de una de las cinco principales navieras portacontenedores del mundo.
Gracias al buen desempeño de Hapag-Lloyd durante 2015, CSAV cerró el año con un resultado positivo en el segmento portacontenedores; sin embargo, ello no logró compensar la pérdida por US$ 83,9 millones que la compañía tuvo que registrar en el marco de la apertura en bolsa (IPO) de Hapag- Lloyd, producto de su dilución en la propiedad de la naviera germana. Tras dicha operación, CSAV se mantuvo como principal accionista de la firma, con un 31,35% de propiedad.
A pesar de las condiciones de mercado, Hapag-Lloyd cerró el 2015 con utilidades atribuibles a los controladores por US$ 123,9 millones, las que se lograron debido a la captura de las sinergias resultantes de la fusión con CSAV, a los planes de ahorro impulsados por la compañía y a la caída del precio del combustible.
En esa línea, Hasbún destacó que gracias a sus buenos resultados, el año pasado Hapag-Lloyd estuvo dentro de las cinco compañías navieras más rentables de la industria. Asimismo, a poco más de un año de la fusión, hizo una positiva evaluación de la transacción. "Estamos muy satisfechos con el desempeño de Hapag-Lloyd. Se capturaron las sinergias esperadas y gracias a las medidas implementadas la empresa es cada vez más eficiente en materia de ahorro de costos, lo que nos permitirá seguir consolidando nuestro liderazgo en la industria naviera", señaló.
Agregó que la industria sigue presentando desafíos producto del bajo crecimiento de la demanda mundial por transporte de carga observado en 2015. "Ello nos obliga a seguir mejorando nuestra flota y economías de escala en el mediano y largo plazo".
En ese contexto es que el año pasado la alemana ordenó la construcción de cinco modernos buques de 10.500 TEU para ser utilizados en el tráfico latinoamericano.
Por otro lado, en relación a los negocios que permanecieron en CSAV tras la fusión, Hasbún explicó que "por ahora estamos enfocados en optimizar nuestros costos de operación en esos segmentos y en mejorar nuestra participación de mercado. Además, siempre estamos evaluando las distintas oportunidades estratégicas que tienen estos negocios".
El nuevo directorio
En el marco de la junta ordinaria se procedió a elegir el nuevo directorio de la compañía que quedó integrado por Hernán Büchi Buc, Arturo Claro Fernández, José De Gregorio Rebeco, Andrónico Luksic Craig, Isabel Marshall Lagarrigue, Gonzalo Menéndez Duque y Francisco Pérez Mackenna. Junto con ello se cambió un estatuto que fijaba una duración de cien años para la empresa con lo cual ahora tiene el carácter de indefinida. Con respecto a las juntas de accionistas ahora se efectuarán en Santiago, aunque la empresa mantendrá domicilio en ambas ciudades.
"Después de la fusión nosotros quedamos con 55 empleados en Chile y tenemos un edificio con capacidad para 600, entonces tiene poco sentido para la compañía mantener ese activo en el largo plazo"
Oscar Hasbún, Gerente general de CSAV
7 integrantes tendrá el directorio de CSAV a partir de ahora, reduciendo en cuatro a sus miembros.
55 empleados tiene actualmente la compañía tras los ajustes que significó la fusión con Hapag.
US$ 123,9 millones fueron las utilidades que registró la naviera alemana en el ejercicio 2015.