Everton espera cerrar con broche de oro un semestre para el olvido
FÚTBOL. Los números de los oro y cielo en la actual temporada son muy disímiles a los logrados en los ascensos de 1999 y 2003, pero al menos guardan cierta relación con el ascenso del 2012.
A todas luces la actual temporada ha sido de dulce y agraz para Everton. Todo comenzó con la llegada de Víctor Rivero, quien tuvo la posibilidad de armar un plantel a su gusto y trajo a varios jugadores que dirigió en la campaña anterior, cuando logró el ascenso con San Luis.
Y lo cierto es que en un comienzo la apuesta dio réditos para los oro y cielo, que tuvieron una sólida actuación de local, ganando todos sus partidos en Sausalito, pero quedando al debe en condición de forasteros.
De todas formas, los viñamarinos finalizaron en la segunda plaza de la primera rueda, a tan solo seis puntos del líder Deportes Temuco. Pese a ello, lo mejor del cuadro auriazul vendría después, al quedarse con una liguilla que le otorgaba el derecho a jugar una final por el ascenso a Primera.
Con ese aliciente, los dirigidos por Víctor Rivero arrancaron la segunda rueda con la intención de alcanzar al conjunto de la Araucanía, aunque desde un comienzo el panorama se fue tornando cuesta arriba hasta que finalmente se agotó cualquier opción de alcanzar a los albiverdes.
Con el correr de los partidos, el equipo nunca logró levantar cabeza y la situación llegó a tal punto que los dirigentes de Everton tomaron la decisión de remover a Rivero ante el preocupante funcionamiento de sus dirigidos, sobre todo con miras a la instancia decisiva programada para mayo.
El exarquero dirigió, en el marco del torneo de Primera B, un total de 30 partidos, sumando 14 triunfos, 6 empates y 10 derrotas, con un 53,3 por ciento de rendimiento.
Tras el interinato de Cristián Uribe con triunfo sobre Deportes Puerto Montt, arribó Héctor Tapia a la banca auriazul, y en sus primeros dos encuentros, sumó el mismo número de caídas.
Desafío con ñublense
El fin de semana "Tito" tendrá el último partido de la fase regular -contra Ñublense- previo a las finales, allí donde existe la obligación de salvar una temporada que tiene a los de Viña del Mar en el séptimo puesto de la clasificación general, a 19 unidades del ya ascendido Temuco, y con un decepcionante 51,5 por ciento de rendimiento.
Si nos remontamos a los últimos ascensos de Everton, tanto el de 1999 como el 2003 se alejan de la realidad que muestran los oro y cielo en la actual temporada, ya que en ambos fueron animadores del torneo alcanzando rendimientos por sobre el 70%.
Tanto así que en 2003, bajo las órdenes de Jorge Socias, se quedaron con comodidad con el primer lugar a falta de un par de fechas para el término del certamen.
Es por ello que, atendiendo a los números, la presente campaña se parece más a la del 2012, oportunidad en la que los viñamarinos finalizaron en la cuarta plaza en la tabla general, a 14 puntos del líder San Marcos de Arica. En la ocasión, el cuadro dirigido por Víctor Hugo Castañeda concluyó con 57 unidades tras 38 compromisos disputados, logrando así un 50% de rendimiento.
Ese cuarto puesto le dio a los viñamarinos la opción de jugar la Promoción frente a Universidad de Concepción, instancia donde consiguieron el ascenso tras ganar por 1-0 en Sausalito y 3-1 en el sur.
De esa forma, los oro y cielo se cobraron revancha de lo sucedido en 2011, cuando en la Liguilla de Promoción cayeron frente a Unión San Felipe, teniendo que permanecer un año más en Primera B.
Con antecedentes como estos, en el plantel mantienen la ilusión de repetir la gesta del 2012, aunque cabe preguntarse si este periodo de preparación, de casi tres semanas le alcanzará realmente a Tapia para que su equipo adopte su filosofía de juego y llegue de la mejor forma a las finales.
73,3% de rendimiento obtuvo el cuadro auriazul en el marco de la campaña de ascenso del 2003, lejos del actual 51,5% de desempeño.
52,6% de rendimiento tuvo Everton en 2011, donde logró el cuarto lugar y debió jugar una Promoción en la que cayó ante San Felipe.
50% de rendimiento cosecharon los viñamarinos en 2012, sacando una cuarta plaza y ganándole la Promoción a U. de Concepción.