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Noche de discursos y un guiño de futuro

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La última cuenta pública de la Asociación de Industriales de la V Región, Asiva, realizada la noche del último jueves en el hotel Sheraton Miramar, llamó poderosamente la atención por la sinceridad, respeto y hasta republicanismo (palabra tan de moda por estos días) con los cuales los dos principales oradores de la velada, el presidente regional de los industriales, Hans Wesser, y el intendente, Gabriel Aldoney Vargas, contrapusieron sus visiones sobre la "obra gruesa", las reformas estructurales llevadas a cabo por el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, y cómo éstas han afectado a las empresas, la economía y el empleo en el año de la productividad.

Precisamente Wesser, en su primera cuenta pública tras reemplazar en el cargo al industrial chocolatero, José Gil, en cuyo período ejerciera como director tesorero, el año 2015 resultó bastante frustrante para el ente que dirige, por cuanto aunque sus mociones y puntos vista fueron efectivamente oídos, no resultaron escuchados. Entre sus grandes derrotas, puede colegirse, aun cuando Wesser no fue explícito sobre ello, se encuentra la Ley de Etiquetado de Alimentados, que modifica el Reglamento Sanitario de los mismos y que obligará, a contar de fines de junio de este año, a un rotulado bastante agresivo para buena parte de los industriales de la región, lo que -se estima- encarecerá los costos y golpeará fuertemente el consumo de los productos.

Junto con ello, Wesser fue bastante directo al criticar el efecto de las reformas y pedir que la nueva etapa que llevará a una nueva Constitución no siga esa misma línea.

Pero cuando se esperaba una intervención combativa del intendente, acaso una respuesta al estilo de su antecesor, Ricardo Bravo Oliva, Aldoney sorprendió con la audacia que solo puede dar esa extraña conjunción entre experiencia, habilidad política e ideas fijas

¿Cómo no estar de acuerdo con un hombre que se para delante de 350 industriales y que aboga por una igualdad mayor no orientada a algunos, sino que a todos?

¿Cómo rebatir el norte de una situación de igualdad orientada a crear una cancha mucho más pareja en torno a la educación, la fuente primera de todas esas distorsiones en el coeficiente de Gini que tanto complican a asociados de la OCDE como nosotros?

El sincero apretón de manos entre Wesser y Aldoney que siguió a los discursos parece hablar más de posibles entendimientos que del ánimo belicoso que se ha instalado en el país durante el último tiempo.

Huelga decir que la esperanza regional se cimenta en la asociación colaborativa que puedan conseguir en los dos años que vienen.