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Ecuador suma más de 600 muertos a una semana del terremoto

EMERGENCIA. En las zonas afectadas existe temor por las incesantes réplicas. Hay, además, 130 desaparecidos.
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Una semana después del terremoto que golpeó Ecuador, las autoridades elevaron ayer a 646 el número de muertos causado por la emergencia, en momentos en que los ciudadanos se debaten entre el miedo que les producen las réplicas y el deseo de volver a la normalidad levantando de nuevo, aunque sea de forma precaria, lo que perdieron.

Restablecer alguna rutina aún es imposible en Manta, una de las ciudades más afectadas por el sismo de magnitud 7,8, que causó también 12.492 heridos y sumió a los ecuatorianos en un estado de zozobra del que no logran salir.

A ello contribuyen los mensajes de origen desconocido que los alertan de que habrá un terremoto peor, seguido de un tsunami que barrerá Manta y otras ciudades de la costa; rumores que los ciudadanos descartan al levantarse, pero que pesan cuando llegan las réplicas.

Las últimas fuertes, registradas la noche del jueves, tuvieron una magnitud de 6,2 que avivó el miedo en el barrio de Cocay, donde los vecinos se alejaron a toda prisa de sus casas mientras Marzo Salvador Aguayo trataba de calmarlos.

"Yo sé como es esto, ya viví un terremoto en 1989, cuando estaba en Caracas. Ya tengo experiencia, así que les dije que eso (las réplicas) va a pasar, que es normal que lleguen", explicó a EFE Aguayo.

Los vecinos de varios barrios de Cocay hacen lo posible para que todos coman compartiendo los paquetes de alimentos que llegan y lo que pueden comprar.

"Hay rumores de que va a haber un terremoto más fuerte y que tenemos que salir de aquí, pero nosotros no tenemos a donde ir, por eso estamos refugiados en nuestra casa", contó emocionada Matilde Macías, quien aseguró que los nervios de la comunidad están "alterados".

Para combatir la angustia los medios emiten mensajes en los que se pide no reproducir avisos falsos que puedan hacer daño, y organizan debates televisados en los que insisten en la imposibilidad de predecir un terremoto de magnitud superior a 7,8.

Junto al miedo, se hace fuerte el deseo de volver a la normalidad, algo palpable en comerciantes, pescadores y personal de salud de Manta.

El Presidente Rafael Correa, en su informe semanal de labores, detalló ayer que 130 personas siguen desaparecidas tras la emergencia y otras 26.091 se encuentran albergadas.