Frases
"Llegó el momento de decidir por un modelo distinto de gestión para Metro Valparaíso"
Gabriel Aldoney
Intendente
"Nuestro país está en deuda con el manejo del patrimonio"
Jorge Castro
Alcalde de Valparaíso
"Llegó el momento de decidir por un modelo distinto de gestión para Metro Valparaíso"
Gabriel Aldoney
Intendente
"Nuestro país está en deuda con el manejo del patrimonio"
Jorge Castro
Alcalde de Valparaíso
En la Bolsa se encuentra expuesto desde ayer un canastillo conteniendo algunos copos de algodón cultivado en la hacienda de Catemu, propiedad de don Borja Huidobro. Ateniéndonos a lo que dicen los inteligentes, es de superior calidad al que se produce en el Perú, por lo que es una industria que puede florecer.
Los que por cualquier motivo hayan debido alguna vez buscar en un cerro de Valparaíso un determinado domicilio o negocio, estarán de acuerdo con nosotros en afirmar que es esta una tarea dificilísima cuando no imposible, dado el verdadero desorden que existe en la parte alta en cuanto a la numeración y nombre de las calles.
Una feria denominada "Chile Múltiple" se realizará próximamente en Viña del Mar, la que tiene por objeto crear incentivos turísticos en la ciudad durante el invierno, donde se ofrecerá a los visitantes los aspectos más resaltantes y variados de la creación artística, artesanal y autóctona de la zona y del país en general.
Un valioso aporte constituyen las propuestas del sector privado regional focalizadas a mejorar la productividad. Las medidas proceden de diversos frentes: la construcción, el comercio, la industria y la gestión del comercio exterior.
Dentro de las propuestas aparecen algunas de reconocido resultado multiplicador de la economía: realizaciones en el rubro de la construcción, obras tanto en el ámbito público como privado. La construcción es un motor clásico de la economía y conviene estimularla con iniciativas que, a su vez, contribuyan al desarrollo general. El campo es amplio, pues va desde la vivienda social, hasta la gran obra pública, pasando por elementos esenciales para la comunidad, como hospitales o escuelas.
Si bien es cierto la realidad económica obliga a una restricción del gasto público, que se refleja en la región, es posible incentivar la inversión privada con normas legales y reglamentarias que no se queden en el papel.
Aspecto clave en la propuesta de desarrollo es el planteado por el comercio, que destaca la importancia del capital humano, lo que supone capacitación y participación sobre las bases de una franca relación laboral. En este punto cabe sincerar hasta qué grado la reforma laboral, hoy bajo análisis del Tribunal Constitucional, contribuye a un clima de armonía que facilite esa relación. Es importante, además, para el comercio enfocarse en las necesidades "sociales, y no sólo económicas" en los mercados.
Insiste también el sector privado en el tema de la energía, las inversiones en infraestructura hídrica, la modernización y agilización de los procesos, simplificación de trámites de exportación y apoyo a empresas medianas y pequeñas para que participen en el comercio exportador. Y dentro de estas propuestas, es insoslayable la innovación, materia que debe cubrir tanto lo tecnológico como lo humano.
Identificados los aspectos señalados es necesario insistir en ellos desde el plano local y también desde la experiencia y los resultados del sector privado.
Es cierto, como lo recientemente afirmara la Cámara Nacional de Comercio, que tras la desaceleración económica del país hay grados de "desconfianza e incertidumbre" que han repercutido fuertemente en las decisiones de inversión y en la materialización de proyectos en estudio.
En esa realidad las propuestas del sector privado regional son oportunas y clarificadores y si bien entregan orientación interna deben también ser atendidas por las autoridades de diverso nivel que tienen la conducción del área pública.
Recientemente, la zona central del país, en especial la Regio Metropolitana, se vio afectada por copiosas lluvias, provocando pérdida de vidas y daños materiales. Los medios de difusión, políticos y autoridades, culpan a la naturaleza de causar tamaño estropicio, olvidando que las precipitaciones y todas y cada una de las manifestaciones de la madre natura, vienen sucediendo desde que el mundo es mundo y lo seguirá haciendo. No debemos culpar a la naturaleza de hacer su trabajo.
Los desastres producidos por fenómenos naturales efectivamente suceden y podemos llamar como tales, a aquellos sobre los cuales el ser humano no puede sino tratar de refugiarse, tales como los ciclones, terremotos y erupciones volcánicas. Sin embargo, las catástrofes producidas por exceso de lluvia, también las han generado y son consecuencia directa de la acción del ser humano al modificar sustancialmente su entorno, ya sea por la instalación de asentamientos urbanos en las riberas de ríos o por la deforestación de las cuencas.
Lo importante de todo esto, es tomar en consideración y comprender, que a partir de los inicios del planeta hasta nuestros días y, por la no despreciable cantidad de 4.600 millones de años, las fuerzas de la naturaleza han dado lugar a la modelación de la geografía del planeta, como resultado de una cantidad enorme de procesos: geológicos, climáticos etc.
Un complejo trabajo de erosión y sedimentación ha dado lugar a la transformación del globo. Las arenas, las rocas trituradas y limos ser han acumulado en las zonas bajas, participando en la formación de masas continentales aún mayores y extensas. La erosión juega un papel considerable en la historia de la Tierra. Ella es la que modela los paisajes y los relieves de nuestro planeta. Pude ser eólica, fluvial, marina o glaciar: Bajo la acción de la erosión, la superficie terrestre se renueva sin cesar.
El ser humano ha transformado nuestro planeta. Hemos modificado el paisaje; sobreexplotado nuestros bosques; desviado cursos de agua; provocado un recalentamiento de clima global y creado "agujeros" en la capa de ozono; arrojado toneladas de hidrocarburos en nuestros mares, etc.
El mayor riesgo al que se enfrenta la naturaleza en el planeta tierra es la humanidad. Sin embargo, en su gran mayoría, ésta sigue considerando esas catástrofes y situaciones de urgencia como fenómenos periféricos. Y no acepta que, por el contrario, son la consecuencia de nuestro modo de vida, de la estructura de nuestras sociedades y de la distribución de nuestros recursos.
Los estragos ocasionados por las catástrofes llamadas "naturales" en el curso de las últimas décadas, fueron tres veces más importantes que las de la década anterior y quince veces más que durante los años 1950. ¿Sintomático, no?
Osvaldo Pacheco Rodríguez
Máster en Conservación y Gestión del Medio Natural