Las autoridades venezolanas impidieron ayer la visita a Leopoldo López, recluido en una prisión militar, de un grupo de líderes de la oposición de ese país que pretendía que el opositor sumara su firma a la solicitud del proceso de referendo revocatorio presidencial.
Los opositores fueron despachados de las instalaciones del centro de reclusión militar conocido como Ramo Verde, ubicado en las afueras de Caracas, luego de que las autoridades militares les explicaran que, pese a ser el día de la visita, para ver al opositor se requería de la autorización del Ministerio de la Defensa.
El grupo de opositores, que alegó haber pedido el permiso sin recibir respuesta, decidió retirarse de las instalaciones luego de insistir en varias ocasiones.
A la prisión acudieron el presidente del Parlamento, Henry Ramos Allup; el ex candidato presidencial Henrique Capriles y el presidente de la Conferencia Episcopal venezolana, Diego Padrón, entre un nutrido grupo de dirigentes de la alianza Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
El coordinador del Partido Voluntad Popular, Freddy Guevara, que dirige el movimiento político en ausencia de López y que también acudió a Ramo Verde, aseguró que con lo ocurrido "quedó constancia que el Gobierno miente cuando dice que Leopoldo no está aislado".
El objetivo de la visita era registrar la firma de López en el formulario en el que la oposición debe recolectar un porcentaje de rúbricas que respaldan la solicitud de referendo.