Claudio Ramírez
"Es esencial que en octubre podamos partir con el nuevo terminal", comenta el gerente general de DMC (Destination Managment Chile), Claudio Nast, en relación a la obra en el borde costero de Valparaíso, que hoy está en medio de un nuevo proceso judicial que amenaza con otra paralización, tal como la que sufrió en el verano por el mismo motivo.
DMC es un operador de líneas de cruceros hace 25 años y en la actualidad maneja cerca del 70% de las naves que arriban al país.
- ¿Cómo lo evalúa este retraso en el terminal VTP desde el punto de vista de la industria?
- Es algo terrible. Valparaíso tiene problemas que son bastante potentes y que tienen relación con la ciudad-puerto donde la ciudad alega que el puerto no es inclusivo y que hace los negocios por su lado, no considerándola en muchos aspectos. Dicho eso, el problema es que no se hace la separación de lo que pasa con el VTP.
- ¿Qué significa eso?
- El VTP no es el mall ni tampoco TCVAL (Terminal Dos), sino que es la puerta de ingreso de los cruceros a Chile y su fin es dar el servicio que se necesita para que los pasajeros puedan ser atendidos. Ese terminal de pasajeros es fundamental desde el aspecto logístico y de servicio. Y es un proyecto bastante amistoso con una sola planta, que no tapa ninguna vista y que además en baja temporada puede ser usado como sala de conciertos o exposiciones. El problema es que se puede atrasar la obra a tal punto que cuando lleguen los cruceros no esté listo, eso sería grave.
LOS RIESGOS
- ¿Podría ser un problema a futuro pensando además en el crecimiento de la industria?
- Este año los cruceros van a llegar igual, porque ya está planificado. Ahora, lo que hay que tener claro es que existen básicamente tres líneas de cruceros. Si uno afecta a uno de los barcos y los pasajeros, por decirlo así, la pasan mal con un lugar sin facilidades, etc., su evaluación del puerto va a ser baja y las líneas de cruceros toman decisiones a dos o tres años basado en ello, lo que se llama rating. Ellos no van a mantener una ruta donde los ratings son pésimos.
- O sea , puede haber un declive importante...
- No necesariamente van a sacar la ruta, pero sí pueden acortarla, pero al hacer eso no sólo afectan a Valparaíso sino que lo pueden hacer en Puerto Montt, en Castro, en Chacabuco y en Punta Arenas.
- ¿Afectaría a todos los puertos de Chile?
- Así es, y por lo tanto es muy poco visionario atacar al terminal, que es el punto de ingreso de este flujo tan positivo para el país y la región como es el turismo donde las ganancias son transversales porque gana el taxista, el hotelero, los restaurantes, en fin.
- Para la industria de los cruceros este terminal es vital pensando en su crecimiento...
- Justamente. Ahora la industria es como un péndulo con la ruta entre Valparaíso y Buenos Aires, que es la más vendida de todas, e incluso se está viendo en Chile la opción de permitir el cabotaje de pasajeros con posibilidad de hacer itinerarios más accesibles posibilitando, por ejemplo, que una persona pueda viajar desde Valparaíso a Puerto Montt o Punta Arenas. Todo eso que se proyecta, el crecimiento, tiene que ver con Valparaíso. Es el principal puerto de ingreso considerando además que estamos a poco más de una hora del aeropuerto, por lo tanto acá también hay una razón logística y por lo tanto no lo podemos poner en otra ciudad porque internacionalmente se llega a Chile a través de Santiago.
- ¿Se pueden recuperar los niveles que tenía la industria antes de la crisis?
- Es que ya se han recuperado. Hay que considerar que este año, el 2015, volvió la línea de cruceros Norwegian Cruises Line que se había ido el 2010 y que significó perder 63 recaladas con una baja del 30%. Pero hay detalles. Por ejemplo, en Simón Bolívar (actual VTP) no teníamos acceso potente de internet para hacer el registro directamente desde el terminal al barco, algo que con el nuevo VTP supuestamente tendríamos cubierto. Todo ese tipo de detalles son importantes para que nos sigan visitando. Ahora ellos también están incursionando un poco con Brasil y van a bajar una recalada en Chile y aumentar a dos en ese país , pero eso puede cambiar. Y lo va a hacer dependiendo de cuán bien nos vaya en la temporada que viene.
-¿En la industria se mira con inquietud lo que está pasando con el terminal?
-Claro y hay otros aspectos. Este año por primera vez tenemos una recalada en agosto. Se trata de una ruta mundial que baja por el Callao, llega a Valparaíso y sigue a la Polinesia. Esta ruta se replicará en el 2017 y si es que por distintas razones perdiéramos el VTP actual ahora y recibiéramos a la gente en carpa, que es lo que supuestamente podría pasar, no va a ser muy bueno para el rating. Lo que estamos haciéndole ver a los actores es que mantengan el actual VTP hasta que estemos listos con el otro, pero eso tampoco lo tenemos claro. Lo más importante es que se cumplan los plazos y en octubre el nuevo terminal esté funcionando.
Chacao: otro problema pendiente
El gerente general de DMC también manifestó su inquietud por la altura del Puente Chacao y el perjuicio que ocasionaría a la industria, aclarando que el tema no está solucionado. "Hemos alegado desde el día uno cuando supimos que tenía 55 metros de que el 60% de los barcos no va a poder pasar y que en 10 años será el 80% y eso va a generar un daño enorme. En todo el mundo el turismo es una de las industrias más apreciadas y acá parece que no y lo único que se mira es el crecimiento macro", enfatizó.
"El VTP no es el mall ni tampoco TCVAL (Terminal Dos), sino que es la puerta de ingreso de los cruceros a Chile"
"Es muy poco visionario atacar al terminal, que es el punto de ingreso de este flujo tan positivo para el país y la región como es el turismo"