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"Las personas, el capital y las empresas no vendrán a Chile si existen cambios dramáticos"

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Claudio Ramírez

Hasta la región llegó, en el marco de su primera visita a Chile, el presidente del Centro Europeo de Emprendimiento y Políticas Públicas, Nima Sanandaji, quien fue invitado por Fundación para el Progreso (FPP) para dialogar sobre el futuro del trabajo.

Además, el doctor en Tecnología, presentó la traducción al castellano de su libro "El poco excepcional modelo escandinavo", en que afirma que los positivos resultados de esta región del Viejo Continente no se deben al modelo socialista implementado durante la Guerra Fría, sino al capitalismo que imperó desde el siglo XIX.

- ¿Por qué a su juicio el modelo escandinavo no sería tan ideal como parece?

-En el libro que escribí, "El poco excepcional modelo escandinavo", y el cual me trajo bastante fama en mi país, describo cómo ocurrió que quienes buscaban prosperidad, igualdad y buenos estándares de vida, al ver que eso existía en los países nórdicos, intentaron imitarlos.

-¿Y entonces qué falló?

-La idea parecía simple, imitemos el sistema socialdemócrata de los nórdicos ¡y lo tendremos! Sin embargo, los países que lo hicieron, como España y Grecia, fracasaron, y fuerte en el intento. Ningún país se va a convertir en Suecia porque imita sus políticas. Y esto es porque no tienen su cultura.

-O sea el factor cultural es clave...

-Esto es lo que muestro detalladamente en mi libro. El éxito económico de los países nórdicos se debe a su cultura que es única. El pueblo nórdico se caracteriza por trabajar muy duro y tener una alta cohesión social. Además, tienen altos grados de confianza mutua. Como demuestro en detalle, sin embargo, y lo que es más interesante aún, es que todo este éxito económico ocurrió antes de que naciera el Estado de Bienestar que todos conocen. Antes de que subieran descontroladamente los impuestos. Por ejemplo, en Suecia y Dinamarca los impuestos fueron muy bajos por más de 100 años. Sus economías eran liberales y fomentaban el libre emprendimiento.

-¿Y en el aspecto social?

-Lo mismo ocurrió con el éxito social. Por ejemplo, la igualdad llegó a los países nórdicos mucho antes de que se subieran los impuestos, como muestran diferentes estudios. Lo mismo con la esperanza de vida. Como muestro en mi libro, ésta era relativamente mucho mayor antes de que los tamaños de sus Estados crecieran. De hecho, Dinamarca ha caído significativamente en este ranking a pesar de tener los mayores impuestos del mundo.

-Es decir, no pasa por un tema de impuestos...

-Eso demuestra que no son los famosos impuestos los que van a permitir a las personas vivir más, sino que su cultura, sus costumbres de vida sana y deportiva y de relación con la naturaleza. Dinamarca de hecho ha bajado su posición en este ranking porque es el país nórdico donde más se fuma tabaco y bebe alcohol. Islandia, por ejemplo, es el país nórdico con el Estado de Bienestar más chico y sin embargo está entre los países con mejores expectativas de vida. Eso es porque salen a caminar, hacen trekking, comen pescado, es decir, de nuevo, ¡es su cultura!

-Entonces es exitoso...

-Hay muchas cosas positivas y admirables de un Estado de Bienestar, pero su éxito ocurrió cuando eran pequeños, justo antes de que se radicalizaran las políticas, durante los '60 y '70. Era una época en la cual se premiaba y fomentaba el emprendimiento y el trabajo duro, en la cual el Estado no estaba obsesionado con entregar dinero, sino que servicios como educación, salud, etc. Ese era un supermodelo.

-¿Y que pasó después entonces?

-Después el Estado empezó a dar plata y así tuvo que subir los impuestos hasta que llegamos al punto en el cual las personas eran socialmente dependientes del Estado y todos ellos empezaron a cuestionarse esta situación en la cual las personas dependían de las transferencias estatales y así empezaron a reducirlos. Bajar impuestos. Incluso los socialdemócratas de Dinamarca lo hicieron. La misma Primer Ministro Socialdemócrata dijo: ahora ya necesitamos una mayor responsabilidad individual y que las personas dependan menos del Estado.

-¿Así por ejemplo surgió el tema del "flexicurity"?

-Los socialdemócratas fueron los que inventaron el término «flexicurity» durante los '90 , o sea no protejan a los trabajadores de los despidos. Si las compañías necesitan despedirlos, que los despidan. Esto va a permitir tener un mercado laboral más dinámico que, a su vez, permite que las personas obtengan empleo más fácil. Entonces, el modelo nórdico no tiene nada que ver con el socialismo, es incluso todo lo contrario.

-Pero acá hay una percepción distinta...

-La gente en Latinoamérica cree que los países nórdicos son socialistas. Yo les digo a ellos, ¿cuál socialismo? Existe solo una sola excepción para el caso de Suecia, periodo en el cual se trató instaurar el socialismo. Fue una experiencia terrible, un horrible experimento que colapsó a la economía. Incluso los actuales socialistas suecos lo reconocen como un grave error, como algo malo.

-¿Qué opina de la reforma laboral chilena? ¿Puede atentar contra el crecimiento económico?

-Lo que creo es que existen dos modelos europeos. Uno de ellos es el presente en Francia e Italia, donde los sindicatos se presentan como enemigos de las empresas y pelean con ellas de manera agresiva. Veo algo similar en Chile donde los sindicatos son también chicos y agresivos. Los otros modelos de sindicatos son los de, por ejemplo, Alemania, Suecia y Dinamarca. El modelo del norte de Europa. En ellos sindicatos y empresas reman juntos. Se ven como socios. En Alemania, por ejemplo, el sindicato más grande del país propuso que le bajaran sus sueldos reales, porque estaban conscientes de que querían competir de manera global y sus sueldos eran muy altos. Finalmente, la Unión Europea desde el 2008 se ha referido al flexicurity como el modelo a seguir en el mundo. Es difícil encontrar consensos en la Unión Europea y fíjate que están de acuerdo.

-¿Fortalecer los sindicatos disminuye la conflictividad dentro de las empresa?

-El patrón que se ve es que en los países donde hay grandes sindicatos existe menos conflicto y en general son más pragmáticos y cooperativos. En países donde los sindicatos son pequeños, como Francia e Italia, la conflictividad sería mayor. Sin embargo, acá nos enfrentamos al problema de qué es primero, ¿el huevo o la gallina? Quizás una de las razones por la cual los sindicatos son chicos es que son muy agresivos y no atraen a los trabajadores y una de las razones por la cuales los grandes cooperan más es porque son más legítimos y de verdad representan a la sociedad, los trabajadores y de esta manera quieren cooperar con todos. Creo que todas estas fuerzas se entremezclan y retroalimentan.

-¿A su juicio, fue buena idea hacer tres reformas al mismo tiempo, educación, tributaria y laboral?

-Creo que el principal problema de Chile, y al cual deben estar atentos, es que los noto algo esquizofrénicos. Miren cualquier país exitoso en Europa. Ninguno ha hecho reformas dramáticas. Si un inversionista internacional mira a Chile y se da cuenta de que cambiaron radicalmente alguna política de un día para otro, es una razón para no venir. Las personas, el capital humano, y las empresas, el capital, no vendrán a Chile si existen cambios dramáticos. Les dará miedo.

-¿O sea es partidario de cambios más graduales ?

-Los cambios deben ser graduales, si no van a perder en esta época globalizada. Porque los inversionistas y las personas talentosas quieren sistemas confiables. El único ejemplo de cambios dramáticos en los países nórdicos es el que ocurrió en Suecia en 1970. Ahí hubo un intento de instaurar el socialismo que destruyó nuestra economía, el emprendimiento y causó un estancamiento brutal. Reformas rápidas y agresivas, especialmente las que afectan a los negocios, representan una mala señal. Los inversionistas inmediatamente se preguntan, ¿qué pasaría después si esto mismo me ocurre a mí? ¿Invierto dos billones de dólares y qué pasa si es que el Gobierno quizás me cambia las reglas de un día para otro? Es por esto que tiene mucho sentido hacer reformas graduales y no agresivas, incluso independiente de la dirección que lleven. Si se quiere atraer capitales desde China, India, Estados Unidos o Suecia, se necesitan economías que se sean estables.

El concepto de flexicurity

¿Qué es flexicurity? El autor explica que este término apunta a "un mercado laboral sin regulaciones, muy libre, donde la inversión en educación continua es crucial. Si se pierde el empleo el Estado te entrega un seguro de desempleo modesto", comenta y agrega que ese sistema podría ser aplicable en países como Chile. "Ese es el modelo que está haciendo progresar a los países en Europa, a diferencia de lo que está ocurriendo con los países que protegen a los trabajadores, a los trabajos antiguos. Están estancados. Es aquí donde veo una lección para Chile", concluyó.

"Si un inversionista internacional mira a Chile y se da cuenta de que cambiaron radicalmente alguna política de un día para otro, es una razón para no venir"