Al final del túnel
Joaquín (Leonardo Sbaraglia) es un joven en silla de ruedas sin más compañía que un perro medio moribundo. Tras la llegada de una bailarina con su hija a la casa, la vida de este personaje se altera. Una noche, mientras trabajaba en el sótano arreglando computadores, Joaquín escucha un ruido y se da cuenta que un grupo de ladrones está construyendo un túnel que pasa bajo su casa para robar un banco cercano. Ante ello, el joven vigila a los ladrones para frustrar el plan de esta banda.