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Gobierno Michel Temer hará radical recorte de gastos para enfrentar dura crisis en Brasil

CAMBIO. Primeras medidas incluyen el despido de cuatro mil empleados públicos y revisión de programas sociales.
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El nuevo Gobierno de Brasil del Presidente interino, Michel Temer, anunció ayer un radical recorte de gastos públicos y una auditoría de los programas de asistencia a los pobres, como primeras medidas para sacar al país de la recesión.

Las medidas más duras, dentro del "importante" plan de ajuste que prepara el ministro de Hacienda, Henrique Meirelles, tendrán que esperar a que se conozca el real estado de las cuentas que dejó Dilma Rousseff, quien fue suspendida el jueves precisamente bajo la acusación de haber realizado maniobras contables irregulares para maquillar el déficit fiscal.

La falta de anuncios de mayor calado desagradó al mercado y la bolsa de Sao Paulo reaccionó con un abultado descenso de 3,25% a dos horas del cierre.

Sin embargo, el conocimiento de los datos precisos, según Meirelles, es esencial para fijar unas metas "realistas" con las que ofrecer la seguridad y la "confianza" que los actores económicos perdieron por la crisis.

La prioridad del Ejecutivo de Temer será reducir el déficit fiscal y recortar la deuda pública que, según el jefe del equipo económico del Gobierno, es "insostenible".

El déficit fiscal primario, antes del pago de los intereses de la deuda, fue equivalente al 2,28% del PIB en los últimos doce meses cerrados en marzo, el peor dato desde que se comenzaron a elaborar estadísticas en 1997.

Teniendo en cuenta el pago de los intereses, el déficit fiscal escala al 9,73% del PIB en los últimos doce meses y la deuda pública se sitúa en el 38,9% del PIB, según los datos oficiales más recientes.

Meirelles prometió que se dará "prisa", pero aseguró que solo anunciará sus propuestas cuando haya garantías de que se puedan implementar, para evitar los vaivenes que se produjeron los dos últimos años, cuando la guerra abierta entre Rousseff y el Congreso impidió aplicar el plan de austeridad que se proponía la Mandataria.

El ministro de Hacienda fue optimista, aseguró que el Congreso está "preparado para oír una evaluación realista" y tomar las medidas necesarias con las que, según él, se podrá salir "rápido" de la crisis y retomar el crecimiento.

No obstante, el nuevo ministro de Presidencia, Eliseu Padilha, no dudó en calificar la situación actual como "la peor crisis de la historia" de Brasil, una situación "de emergencia".

La primera medida anunciada ayer fue la eliminación de al menos cuatro mil empleos públicos hasta el 31 de diciembre próximo, lo que puede suponer el despido del 25% de la plantilla de cada ministerio.

El objetivo de esta propuesta es cortar gastos y mejorar la eficacia del Estado, dos de las prioridades que se fijó Temer en el discurso que pronunció el jueves al asumir la Presidencia.

Meirelles, aunque se negó a entrar en detalles, admitió que baraja establecer un techo para el gasto público y no descartó la posibilidad de crear nuevos impuestos.

Ministros investigados por Petrobras

El Presidente interino Michel Temer encabezó ayer su primera reunión de gabinete, en la que participaron tres investigados por el caso de corrupción de Petrobras. La lista de 23 ministros de Temer, publicada ayer en el Diario Oficial de la Unión, incluye tres políticos sobre los que ya existen investigaciones en el Tribunal Supremo por su supuesta participación en los desvíos de dinero de la petrolera estatal y otros seis que han sido citados por los delatores del caso. Los investigados son los ministros de Turismo, Henrique Alves; de la Secretaría de Gobierno, Geddel Vieira Lima, y de Planificación, Romero Jucá.

25% de los trabajadores de planta de cada ministerio podrían ser despedidos antes del 31 de diciembre.