Secciones

Wanderers y Everton son grandes

E-mail Compartir

Doctor en Historia

La grandeza de un club no se mide tan sólo por el arrastre y las copas, cuestión bastante relativa a la hora de clasificar, sino también por su trayectoria histórica, y tanto Wanderers como Everton en este aspecto son grandes. Entrando ya de lleno a la rivalidad de las dos instituciones, pienso que ningún clásico nace con esa condición. Con el tiempo esta confrontación va creciendo porque se enfrentan dos realidades distintas, en el caso del Clásico Porteño. El primer partido fue el 14 de mayo de 1916, en el Sporting. En esa época Everton era un equipo joven y el clásico de Wanderers era con La Cruz, un cuadro muy ganador que finalmente no quiso convertirse en profesional. En los años 20 sí comienza la rivalidad con Everton porque ellos empiezan a tener buenos resultados y ganan su primera copa. Después de eso los partidos empiezan a tener una característica especial, porque había cierta competitividad, el clásico comienza a gestarse cuando los evertonianos se ponen un poco al nivel de Wanderers. Después de eso viene el receso de los oro y cielo, y se reactivan las confrontaciones cuando ellos vuelven, lo que coincide con el traslado a Viña del Mar. Ese éxodo significó que los partidos entre ambos adquieren un sabor especial porque se suben al profesionalismo de Santiago en los '40 y La Cruz deja de ser competencia para los porteños, así se muere el antiguo clásico. Entonces se suma el aspecto social -porque Everton era de las clases medio altas, del cerro Alegre y el colegio Mackay, mientras que Wanderers siempre fue un club popular- al hecho que uno de los equipos fija su domicilio en la comuna vecina. Con eso termina de asentarse el Clásico Porteño.

Creo que nosotros tenemos que cuidar nuestro patrimonio, y tener dentro del Gran Valparaíso el clásico más antiguo de Chile y uno de los más antiguos de América es un patrimonio que además se debe proyectar. Mi sueño como wanderino era celebrar este centenario con una gran fiesta deportiva, pero lamentablemente hoy no están dadas las condiciones para que eso suceda. De eso tenemos que aprender una lección.

Rodrigo

Moreno

"El Clásico Porteño representa la trayectoria histórica de Valparaíso y Viña del Mar"

E-mail Compartir

Beltrán Valdivia

Luis Ortega Martínez recuerda en uno de sus artículos la primera vez que acudió a un estadio de fútbol. Fue en la década de los '50, cuando recién iniciaba sus estudios primarios. Su madre lo vistió con camisa blanca, terno de pantalón corto y humita. Luego lo encomendó a la Virgen de Lourdes. Su padre le dio un poco de dinero para comprar una bebida y un turrón.

El rito del niño hincha de Everton que por fin conocería el estadio El Tranque tenía un aderezo perfecto: su equipo enfrentaba al archirrival, Santiago Wanderers.

Sesenta años después, justo en el día en que el Clásico Porteño cumple cien años, Ortega, recreíno de nacimiento, doctor en Historia y académico de la Universidad de Santiago, repasa y le da significado a una historia que se inició un 14 de mayo en la cancha del Valparaíso Sporting Club, cuando wanderinos y evertonianos se midieron por primera vez.

Su amor por los colores oro y cielo se lo toma con humor, como si quisiera mantener la distancia para no contaminar su análisis.

"A mí, que soy evertoniano, me dicen que tenemos cuatro estrellas, pero yo digo que no, que son sólo tres y media, porque desde hace no sé cuántos años son sólo medios campeonatos, torneos muy cortos, campeonatitos. El del 2008 y todos esos años tenía el sistema de play-offs, que era una barbaridad", dice medio en broma, medio en serio.

-Más allá de su condición de hincha, ¿qué cree que representan por separado Everton y Santiago Wanderers?

- Representan dos realidades sociales bastante marcadas. Por ejemplo, en Valparaíso se juega mucho en la Alejo Barrios, que es de tierra, y en Viña se juega mucho en el Sporting, que es de pasto. Y eso tiene que ver, por ejemplo, con algo que puede parecer simple, y es que el Sporting está en Viña y no en Valparaíso. Entonces hay realidades que son muy contrastantes, yo diría que Everton es un equipo de clase media alta y Wanderers da cuenta de una ciudad más complicada. Wanderers es un club más sufrido. Al final, son ciudades con mucho contraste Viña del Mar y Valparaíso, y eso se refleja: Wanderers es un equipo más combativo que el Everton, que siempre jugó bonito, al toque, pero no hay mucha garra, y eso tal vez tiene que ver con las características de la ciudad.

-¿Entonces se puede pensar que los clubes terminan siendo una fiel representación de la ciudad?

- Una cercana representación claro que sí, no sé si fiel, por eso creo que hay un tema interesante para ser estudiado, que son las hinchadas, los seguidores, porque ellos representan una zona de contrastes interesantes y que pueden ir -como puede que no- de la mano con la identidad de los equipos de fútbol.

- Dentro de este tema de identidades y también desde el punto de vista histórico, ¿qué podría venir a representar el Clásico Porteño?

- Desde el punto de vista de la historia, el Clásico Porteño representa la trayectoria histórica de Valparaíso y Viña del Mar. Viña es la ciudad balneario, del relajo. ¿Se ha dado cuenta que la campañas de Everton comienzan bien y luego decaen? parece que la playa y otras cosas afectan a los jugadores. Las del Wanderers son más sostenidas, ya sean arriba o abajo en la tabla, hay un devenir más constante. Y lo otro tiene que ver con cosas más complejas. Viña del Mar es una ciudad que usted la mira y es próspera, Valparaíso es una ciudad con muchas carencias y que quedaron más reflejadas que nunca en el incendio de hace dos años. Además, está la magia propia del fútbol, que es la de las parcialidades de seguidores, porque los clubes están en una sociedad en donde es muy difícil identificarse con algo, y los equipos ofrecen justamente eso: yo me identifico con una camiseta. Y esa elección representa un vínculo identitario. A los evertonianos antes nos decían los "guata amarilla", y ahora nos dicen "ruleteros", eso referencia a una ciudad balneario que gira en torno a todo ese eje del Casino.

"Everton es un equipo de clase media alta y Wanderers da cuenta de una ciudad más complicada. Al final, son ciudades con mucho contraste Viña del Mar y Valparaíso "

Luis Ortega, Doctor en Historia y académico de la Universidad de Santiago