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Demasiadas coincidencias

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Llamaron poderosamente la atención esta semana algunos hechos que, aunque para el grueso de la opinión pública pasaron casi desapercibidos, alteraron de una u otra forma la democracia y la gobernabilidad de un país tremendamente orgulloso de sus virtudes. La alerta fue dada, acaso imperceptiblemente y sin grandilocuencia, por el economista Eduardo Engel, a través de su espacio habitual en el diario La Tercera, bajo un título visiblemente perturbador: Infraestructura en Chile, historia de un lobby exitoso. En esta columna, mucho más cercana a la denuncia que la mayoría de opiniones que se publican en los medios, Engel dispara sin morderse la lengua en contra de los "pésimos negocios" realizados por el Ministerio de Obras Públicas, una cartera incapaz de planificar el desarrollo de la infraestructura en una perspectiva de mediano o largo plazo. Entre estos, enumeró el retraso del puente sobre el canal del Chacao -responsabilidad de la empresa brasileña OAS, metida en más de un entuerto en su propio país-, tras lo cual se optó no por multar a la constructora, sino por adelantarle los pagos. En la misma línea, Engel lanzó sus dardos por la entrega de 1.800 millones de pesos a la española Azvi (concesionaria de ZEAL en la región), responsable del puente Cau Cau, el hazmerreír de las obras públicas a nivel mundial. En tercer lugar, cómo no, aparece la Región de Valparaíso con la extensión de la concesión original del camino Nogales-Puchuncaví en razón de la incapacidad estatal de planificación y preparación de una nueva licitación, con un sobreprecio superior al 150% por el mismo servicio que se le entregaba hasta unos días atrás. Por último, Engel llamó la atención sobre el anuncio presidencial de la creación de un Fondo de Infraestructura, que cumpliría un doble rol social y reactivador, con un valor de activos estimados en 9 mil millones de dólares, pero cuyos plazos -bien lo sabe cualquier economía medianamente avanzada- son siempre superiores a los 4 años, fecha límite de una administración. ¿Cuánto influyó el lobby de la infraestructura, se pregunta Engel, convenciendo al país de que sus intereses son los de la nación? ¿Cuánto hay de exacto en los 150 mil millones de dólares en déficit de infraestructura para la próxima década calculados por la Cámara Chilena de la Construcción? Hace un par de semanas, el propio economista -quien dirigiera el Consejo Asesor Presidencial Anticorrupción- entregó un informe de evaluación de las políticas de Probidad y Transparencia impulsadas por el Gobierno y aprobadas en el Congreso a un año de la entrega del informe: 55% de avance en las políticas, con una nota promedio de 4,3 en su calidad. Es decir, apenas suficiente. Como corolario, Eduardo Engel presentó esta semana su renuncia al Consejo Fiscal Asesor por "motivos personales".

¿No serán demasiadas coincidencias a la vez?